BAYAMO, Cuba. – En la noche de ayer, otro asesinato escandalizó la ciudad de Bayamo, cuando a escasos metros de su residencia fue asesinada a puñaladas, la joven de 18 años Zaily Aguilar. Se presume que el autor del hecho fue Adalberto (alias Bolito) de 52 años, con quien la víctima llevaba una relación amorosa con antecedentes de maltratos.
Según la madre de Zaily, Adalberto habría solicitado la presencia de la joven en el lugar del suceso. Allí recibió ocho puñaladas con un objeto punzante, en las partes delantera y trasera del torso, solo atinando a gritar en petición de auxilio a los vecinos del lugar.
A Ernesto, vecino de Zaily que acudió a socorrerla, solo le quedó recoger el cuerpo moribundo de la muchacha y dar la triste noticia a la madre, mientras el agresor se alejaba con el arma homicida. La muerte no esperó el socorro.
“Fui rápido a cogerla”, dijo Ernesto. “La levanté del fango, sangraba mucho, y cuando su cuerpo dejó de temblar en mis brazos, supe que ya era tarde. Dudo que pueda olvidar eso, tampoco los gritos de desesperación de la madre”.
Varios jóvenes entrevistados opinan que la violencia es común en la calle. Según ellos, en casi la totalidad de las actividades festivas donde han participado, han ocurrido riñas y hechos violentos que por lo general terminan con más de una persona herida o muerta y refieren que también las carencias económicas exacerban la comisión de delitos violentos como robos de carteras, prendas, bicicletas y en los domicilios.
Carlos Alvarado, un joven cuentapropista de 22 años alega: “Ya la gente no se faja a los puños, ahora, si no es a pedradas, es con un tubo o un machete… y la mayoría de los muchachones (se refiere a los adolescentes) si no traen un cuchillo o un punzón es porque andan en pandillas, que se prestan las armas blancas entre sí”.
Elduvín Corrales Gonzales, un poco mayor que los anteriores nos aporta otra vertiente de este mismo asunto cuando dice, “pero también las fuerzas policiales y de comando, apoyados en las brigadas de respuesta rápida, que son civiles y militares ocultos que actúan para enfrentar y desbaratar cualquier desorden. Lo que hacen es aumentar la violencia porque son una élite de enfrentamiento que llega reprimiendo y golpeando durante las detenciones”. Agrega: “Están enfrentando la violencia con otra más grande, ¿tú crees que así se va a acabar la violencia? Así lo que nos vamos a matar unos con otros”.