SANTIAGO DE CUBA, Cuba.- Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, visitó al preso político Tomás Núñez Magdariaga quien se encuentra internado en el Hospital General Dr. Juan Bruno Zayas, y quien cumple hoy lunes 55 días en huelga de hambre, según informó José Daniel Ferrer García, coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
En conversación con Cubanet, Ferrer García impugnó las declaraciones del arzobispo, quien habría dicho a Nurvia Núñez Jaime, sobrina del prisionero político que este se encuentra “fuerte y lúcido todavía”.
El arzobispo de Santiago de Cuba pudo visitar a Núñez Magdariaga que se encuentra completamente aislado en la sala de Dermatología en el Hospital Juan Bruno Zayas, “ahí solo pueden entrar personas autorizadas por el oficial de la policía política Alexey Atié Rodríguez, y otro con mayor rango que vino desde la Sección 21, en La Habana, para atender este caso, según supimos”, dijo Carlos Amel Oliva, líder juvenil y miembro de la Dirección Nacional de la organización.
“Nadie que lleve 55 días sin comer, está fuerte”, reprochó el joven tras las palabras del prelado.
En entrevista a Martí Noticias, el arzobispo dijo que habló con Magdariaga a solas, que se encontraba sentado en la cama, pero no precisó si seguía esposado, ya que, según las denuncias de directivos de la UNPACU, el preso político se encontraba esposado a la cama o la silla donde se sentaba.
El arzobispo Dionisio García dijo que, “lo veía lúcido y entero aún, que con la alimentación por vía endovenosa se mantenía estable, y que él pensaba que en los próximos días se resolviese el caso, porque las autoridades con quien conversó le dijeron que se resolvería todo. El planteó que no existía caso porque el acusador había retirado la acusación, pero las autoridades le dijeron que sí, que todo estaba en proceso de investigación y que todo se resolvería”.
Según palabras de Ferrer García, 55 días en huelga de hambre para un hombre de 66 años son bastantes fuertes. “Puede vérsele animado, puede vérsele lúcido y estoy citando al arzobispo, pero eso en cualquier momento deja de ser así, en cualquier instante puede caer en un estado que sea imposible la recuperación”, explicó.
Al respecto Ferrer recordó amargas anécdotas de cuando se encontraba en prisión, tras su encarcelación en la Primavera Negra de 2003. “Vi presos en huelga de hambre, que a los 27 días quedaron dementes, perdieron toda la noción de la realidad y del tiempo, hablaban cualquier cosa y disparates, porque la larga abstinencia de alimentos les había afectado su cerebro”.
Oliva Torres dijo en nombre de la UNPACU que agradece al arzobispo su preocupación y gestión, pero según la Biblia, Jesucristo en sus 40 días de ayuno estaba tan afectado que necesitó que los ángeles le asistiesen, “que podremos decir entonces de un mortal como Tomás, que con su avanzada edad y sus serios problemas de salud ha sido puesto a situaciones difíciles y críticas”.
El líder de UNPACU recordó que el prisionero fue torturado física y psíquicamente en las unidades policiales de Palma Soriano, Instrucción Penal y Operaciones Criminales de Versalles, y en la prisión de Boniato para que abandonase la huelga de hambre, “pero no lo consiguieron, se ha mantenido firme”.
Para Ferrer García, “hablar de que el caso se puede solucionar en los próximos días se dice fácil, pero cada minuto, cada hora y cada día para Tomás es una eternidad. Y una eternidad de la que quizás no regrese”.
Desde el pasado 24 de septiembre ningún familiar de Tomás Núñez Magdariaga ha podido verle. Nurvia Núñez Jaime dijo a Cubanet “he intentado verle en el hospital, pero no me dejan pasar hacia el cubículo donde se encuentra, está aislado y tiene policías que lo custodian, y sigue esposado a la cama”, contó con lágrimas en los ojos.
Núñez Jaime teme no verle de nuevo con vida, “mi tío debe saber que estamos pendiente de él, que exigiremos su liberación como sea. Hace poco nos escabullimos en el hospital y casi llegamos a la sala, y una enfermera nos salió al paso y nos sacó de allí”.
Tomás Núñez Magdariaga fue condenado a un año de prisión por un supuesto delito de “amenaza”. Sin embargo, Aldo Rosales Montoya, el acusador, insistió esta semana ante la Fiscalía Municipal de Palma Soriano que había hecho una falsa declaración bajo órdenes de la Seguridad del Estado.