MIAMI, Estados Unidos. — Por siglos, la producción de artesanía en Cuba ha estado estrechamente vinculada a lo folclórico, a lo popular. Se trata de una rama de la cubanía que ha sida convertida en souvenirs, siempre provechosos para extranjeros y visitantes que llegan a la isla buscan postales de la historia, pero también de la miseria.
Considerada Cultura Material Tradicional Cubana y extendida en ciudades y pueblos del país, la artesanía tradicional bebe de sus orígenes españoles y africanos, pero con un injerto en clave socialista que fusiona en el mismo código la imagen del Che Guevara con el tabaco, las maracas, los llaveros, las banderas y las tumbadoras.
La creación artística como vía de supervivencia ha obligado al cubano a recrear las postales de su realidad. Para los visitantes, que viven de apropiarse de cada pedazo de mundo que visitan, esto resulta sumamente provechoso en Cuba: un país en ruinas que continúa siendo atractivo para aquellos que gustan de destinos exóticos, donde la necesidad y las vicisitudes se integran al placer del viaje.
En Cuba, la artesanía tradicional abarca toda la habilidad y producción manual, y que no sólo tiene valores de tipo utilitario, sino también ornamental, e incluso ritual. Aunque son variadas las raíces étnicas del pueblo y la cultura cubana, en la artesanía popular tradicional son fundamentales las raíces españolas y africanas.
En la artesanía cubana destaca la producción de Alfarería, que incluye cazuelas, tinajas, porrones, macetas, tazas, búcaros; la Cestería de uso doméstico, con bomboneras, búcaros, canastas, centros de mesa, cestas de huevos, costureros; los artículos de uso personal: sombreros, jabas, jabas, bolsas, tapetes, etc.
Destaca en la artesanía de la isla el tallado de carácter utilitario, con pilones, yugos de bueyes, tablas de lavar, morteros, ceniceros; y el ornamental, que incluye trabajos en madera, tarro, güiro y caña brava. Se desarrolla, además, el Tejido y el bordado.
Cuba también ha sido cuna de grandes artistas y artesanos, que han desarrollado sus carreras en circuitos de nicho, mucho menos conocidos que los dedicados a la artesanía tradicional.