Juliet Michelena Díaz, José Antonio Sieres Ramallo y Billy Joe Landa Linares, estaban parados en San José entre Belascoaín y Manrique, conversando conmigo, en el balcón, al que han bautizado como de “Los helechos”, en alusión a la telenovela, cuando apareció el auto patrulla No. 767 para arrestarlos. Querían llevarse a los dos hombres y dejar a la mujer. Ella se opuso.
Al momento, llegaron oficiales de Seguridad del Estado y dos mujeres uniforme con el grado de Mayor. Se abalanzaron sobre Billy Joe y Juliet. Al primero le dieron golpes por los testículos doblándolo y le inyectaron algo en el brazo izquierdo, cerca del hombro.
Cuando lo liberaron, hubo que trasladarlo al policlínico Bernardo Poze de San Miguel del Padrón, donde le suministraron oxígeno. No quiso ir al hospital para evitar el sometimiento a la policía política.
Juliet fue arrastrada por las dos oficiales y una tercera mujer vestida de civil. Le daban golpes bajos y le tapaban la boca para que no gritara. El público intervino: “No le peguen que es una mujer”, “No sean abusadores”. Solo una mujer gritó “Viva Fidel”, “Abajo los gusanos”, pero no tuvo resonancia. También arrestaron, en el lugar, a Yuleidis López González y Juan Carlos Díaz Fonseca, y los dejaron en Guanabacoa.
A Bárbara Fernández Barrera y Misael Aguilar Hernández los apresaron en San Antonio de los Baños, fueron conducidos a un lugar desconocido, teniendo que caminar en solitario 3 kilómetros, desde donde un camión los recogió y los llevó hasta Quivicán, en la provincia de Mayabeque.
Frente a mi balcón, los cooperantes con la policía política, se escondían detrás de una columna, para no permitir que los retrataran. Pero lo hicimos.
Donde quiera que el pueblo se concentre, el régimen actúa represivamente. No pueden permitir que se caliente la calle del “Balcón de los helechos”.