MIAMI, Estados Unidos. – “Las mujeres que están en una situación tan extrema como yo o como otras tanta no tienen miedo”, dijo a CubaNet Amelia Calzadilla Hernández, la joven habanera que este jueves lanzó una denuncia en redes sociales contra las autoridades cubanas por no resolver el suministro de gas a su comunidad.
En la misma directa, Calzadilla Hernández culpó al ministro de Energía y Minas de Cuba, Nicolás Liván Arronte Cruz, y al propio gobernante Miguel Díaz-Canel de las altas sumas de dinero que debe pagar mensualmente por el servicio eléctrico.
“Yo estoy hablando del problema del gas ―dijo―, pero hay muchos otros problemas de mujeres como yo, que tienen niños chiquitos”.
Calzadilla también lamentó la situación de las madres cubanas que “todos los días tienen que escuchar a sus hijos llorar por un vaso de leche o que tienen que dejar de comerse el pan de la bodega para dejárselo a sus hijos”.
Interrogada sobre las consecuencias de su denuncia en un régimen represivo como el cubano se preguntó: “¿Qué es lo peor que podría pasarme? ¿Que me lleven presa? Es lo peor, realmente, pero una tiene que vivir con las consecuencias de las decisiones que toma. ¿Qué iba a hacer? ¿Morderme la lengua? ¿Sufrir pa’dentro? ¿Enfermarme de los nervios?”.
“En este tiempo ―agregó― he entendido tantas cosas y tantas verdades que me han quitado hasta el miedo. Además, tengo por concepto que todos los seres humanos somos iguales. El ministro de Energía y Minas es sencillamente un trabajador. No es superior, no es un genio, no es un dios; a él nadie lo bajó de un altar. Él es un trabajador cumpliendo como un trabajo y si tu trabajo no es bueno, lo pierdes”, consideró.
En su denuncia, Calzadilla Hernández también apuntó al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.
“¿Por qué involucro a Díaz-Canel?”, se pregunta en conversación con CubaNet. “Porque es su pincha responder por los ministros, por los gobiernos [locales], por los intendentes, por todos los que tienen recursos en sus manos que se suponen que sean del pueblo”.
“Si tú no haces tu trabajo te tienen que botar”, agregó.
También criticó la “constante demostración de que todo está bien” de los dirigentes cubanos, lo que la hace sentirse “anulada como ser humano”, dijo.
El problema del gas
Calzadilla Hernández también explicó que por vivir en una área de gas manufacturado su edificio debió haber recibido el servicio desde 2008, cuando fue construido. “Como estos edificios pertenecen al Ministerio de la Construcción se debió haber hecho un contrato legal antes de dar el habitable de los apartamentos con la Empresa de Gas Manufacturado”, explicó.
“Cuando nosotros llegamos en el 2015 porque a mi papá le asignaron el apartamento, ya el problema estaba andando”, precisó.
“Hasta entonces los vecinos se habían conformado con cocinar con sus propios medios, sobre todo con corriente. Aunque por años hemos estado pidiendo que se nos ponga el gas, que nos pongan en un plan, desde el año 2010 hay una disposición por parte de la Empresa de Gas Manufacturado de no ampliar la red por escasez de recursos. A un total de más de 11 000 familias en la provincia de La Habana no se les puede brindar el servicio”, señaló.
De acuerdo con Calzadilla Hernández, el problema empeoró a raíz del aumento de la tarifa eléctrica. “Desde entonces los vecinos están como locos, porque están obligados a cocinar con corriente eléctrica pagando cuentas innombrables y, por otra parte, ahora tenemos apagones”.
“Ahora te quitan la corriente y te dejan sin cocinar”, lamentó.
La madre de tres hijos menores de edad, aseguró que el Gobierno no ha hecho nada por resolver su problema en toda una década. “¿De qué me vas a convencer al respecto, si has tenido 10 años para solucionarlo?”, se preghuntó aludiendo al Gobierno. “No puedes. No existe el discurso capaz de cambiar la mente de las personas que viven en estos 58 núcleos familiares y de los otros 11 000 que tampoco están recibiendo el servicio de gas”, aseveró.
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