MIAMI, Estados Unidos.- El estadounidense Alan Gross, quien pasó cinco años en cárceles cubanas acusado de espionaje por intentar expandir el servicio de internet en la isla caribeña, ha criticado el programa anunciado por Washington para fomentar el acceso a la red de redes en Cuba.
“Mi primera respuesta fue: ‘¿Están bromeando?’”, dijo Gross en una entrevista telefónica con la agencia Reuters, acerca de la reacción que provocó en él la iniciativa de la administración Trump.
Gross trabajó en Cuba en 2009 para un programa financiado por el Gobierno de los EEUU con el fin de promover el cambio político mediante el aumento del acceso a Internet en un país que tiene una de las tasas de penetración web más bajas del mundo.
En enero, el Departamento de Estado de los EEUU dijo que estaba convocando a una Fuerza de Tarea de Internet de Cuba para examinar formas de ampliar el acceso a la información y los medios independientes en Cuba.
La Habana protestó por la medida que dijo que intentaba violar su soberanía, destacando la connotación militar de la expresión “fuerza de tarea”.
Cuba ve estos programas como parte de los intentos de larga data de Estados Unidos de derrocar a su Gobierno, añade la nota de Reuters.
En 2009, Cuba arrestó y sentenció a Gross a 15 años de cárcel, una medida que pospuso el deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba bajo el mandato del ahora expresidente de los EEUU, Barack Obama. Fue solo en 2014 que Obama y Raúl Castro anunciaron una distensión largamente negociada.
“Se supone que debemos aprender de nuestros errores”, dijo Gross el jueves. “Aprendí por las malas que es ilegal distribuir cualquier cosa en Cuba financiada total o parcialmente por el gobierno de los EEUU”.
Gross, de 68 años, perdió cinco dientes y alrededor de 115 libras (52 kilogramos) en la cárcel.
“Hasta que el Gobierno de Cuba no desee el tipo de asistencia que Estados Unidos es capaz de brindar, Estados Unidos no debería estar haciendo cosas allí”, dijo Gross.
Los medios estatales cubanos han escrito extensamente esta semana sobre los intentos estadounidenses de manipular las telecomunicaciones con fines políticos. Washington, por ejemplo, estableció una red social para cubanos llamada ZunZuneo, incluso después de que Gross había sido encarcelado. Funcionó de 2010 a 2012.
En el caso de Gross, este importó dispositivos de comunicaciones satelitales prohibidos y otros equipos de alta tecnología en su equipaje, y ayudó a instalarlo en centros judíos en La Habana, Santiago y Camagüey durante cinco viajes a Cuba en 2009.
Después durante su tiempo en la cárcel, Gross notó que Cuba había expandido el acceso a internet, donde antes era inclusive menor que en la actualidad.
“El gobierno de EEUU debería analizar el tema de internet directamente con Cuba, proporcionando detalles, por ejemplo, de cómo podría impulsar el crecimiento económico”, dijo el exprisionero. “Hay tantas cosas que podrían estar sucediendo de una manera positiva y constructiva”.
Gross dijo que regresaría de vacaciones a Cuba “en un abrir y cerrar de ojos” si las autoridades cubanas lo dejaban, para reunirse con las familias de sus excompañeros y explorar el país.