MIAMI, Estados Unidos.- Katherine Bisquet Rodríguez, escritora cubana y ganadora del Premio Calendario en su edición de este año 2019, fue agredida físicamente por una trabajadora de La Casa de la Poesía, luego de realizar declaraciones en contra del Decreto 349 y de comentar su desacuerdo con el nuevo proyecto de Constitución, durante una presentación en la Feria del Libro de La Habana, informó CiberCuba.
Según la declaración de Bisquet, natural de Cienfuegos, como parte de las actividades de la Feria del Libro se disponía a presentar sus poemas junto a otros escritores en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, justo antes de su intervención la cubana hizo un breve comentario sobre la censura en el arte como consecuencia del decreto ley, que entró en vigor el pasado 7 de diciembre, y como colofón, Katherine llevaba puesto un pulóver con el letrero #YoVotoNo.
Al terminar la presentación, según contó a CiberCuba, recibió una respuesta cargada de “violencia y odio” por parte de una trabajadora de La Casa de la Poesía, a quien además conocía desde la Universidad.
“Todo sucedió en fracciones de segundos, se lanzó contra mí y no soltó mi pelo, hasta que el alboroto avisó a los que estaban dentro, casi todos hombres, y salieron a separarnos. Yo por la conmoción y el impacto entré en un ataque de llanto y la solté al momento, pues no me creí que, una persona que conocía hacía ya 9 años, tras haber estudiado juntas en la Universidad, tras tener un pensamiento nada diferente al mío, sobre todo de una persona que ha pensado irse de este país toda su vida porque le genera tanta repulsión, hija de un balsero que casi pierde su vida en el mar por conseguir su propósito”.
Después del incidente, Katherine fue contactada para que no fuera a recoger su premio “porque iba a ser incómodo”. Sin embargo, la joven cienfueguera dice que irá al lugar previsto. “Yo le dije, a la que me llamó, bastante decidida que sí iba a ir. ¿Por qué no? Es mi derecho”.
“Sencillamente, si en algún momento hubiese esperado un acto de repudio, terminada mi lectura satisfactoriamente y dicho lo que tenía que decir, sencillamente de la persona que menos hubiese esperado eso y menos con tanta violencia y odio, fuera de ella”, agregó.
Reproducimos íntegramente el contenido de la publicación, con la autorización de la autora y publicado originalmente en CiberCuba:
Hoy después de terminada mi lectura de poesía en el Pabellón Cuba, fui agredida físicamente por la trabajadora de La Casa de la Poesía, Alejandra Ferrer Cairo, organizadora del evento donde leía. Ya había decidido un mes antes que, en mis lecturas programadas en la Feria del Libro, antes de leer mi primer poema, haría una pequeña declaración en contra del Decreto 349.
A eso se le sumó la efervescente campaña por el sí a las votaciones de la Constitución que se realiza en todo el país y decidí, de igual manera, añadir a mi desacuerdo anterior llegarme con un pulóver con un letrero que decía #YoVotoNo.
Entré al Salón de Mayo del Pabellón Cuba, ya empezada la lectura de poesía. Esperé mi turno de lectura. Me quité la camisa que portaba por encima del pulóver con el letrero. Me senté al frente junto con la moderadora Liliana Rodríguez, actual vicepresidenta de la AHS, y otros tres poetas. Leí de última, sin ninguna intervención, aunque con algunas vistas incómodas sobre mi busto que soportaba el cartel. Antes de leer, hice mi declaración contra el decreto 349, como me había prometido antes de leer mis tres poemas. Terminada la lectura me senté en mi antigua silla sin ningún contratiempo. En el camino a mi asiento algunos me felicitaron por mi actitud.
Al cabo de 5 minutos, llega Alejandra Ferrer Cairo, a pedirme la credencial (perteneciente a una persona que no conozco) que minutos antes de yo empezar a leer me había prestado para entrar el día de mañana a la Cabaña a las entregas de los Premios Calendarios, del cual me otorgaron una mención en poesía. Yo extrañada y molesta por su actitud en voz baja para no molestar a los que aún leían, le dije que habláramos afuera. Ella molesta arremetió contra mí en ese mismo instante y me dio un buen jalón de pelo, cosa que muchos miraron extrañados y yo tras lo sucedido salí tras ella afuera del salón.
Saliendo, bueno, todo sucedió en fracciones de segundos, se lanzó contra mí y no soltó mi pelo, hasta que el alboroto avisó a los que estaban dentro, casi todos hombres, y salieron a separarnos. Yo por la conmoción y el impacto entré en un ataque de llanto y la solté al momento, pues no me creí que, una persona que conocía hacía ya 9 años, tras haber estudiado juntas en la Universidad, tras tener un pensamiento nada diferente al mío, sobre todo de una persona que ha pensado irse de este país toda su vida porque le genera tanta repulsión, hija de un balsero que casi pierde su vida en el mar por conseguir su propósito; sencillamente, si en algún momento hubiese esperado un acto de repudio, terminada mi lectura satisfactoriamente y dicho lo que tenía que decir, sencillamente de la persona que menos hubiese esperado eso y menos con tanta violencia y odio, fuera de ella.
Espero que mi acto de libertad de expresión no haya perjudicado a Alejandra, espero que su oportunismo siga vigente y que le puedan dar su merecido viaje a donde sea, espero que se haga su sueño realidad de reunirse al fin con su padre, espero que todo esté bien con ella y que la poesía —que ojalá consumiera más— la acompañe siempre. Son sinceras mis palabras, y siento mucha tristeza por ella, todo lo que le suceda en adelante, es 100 por ciento responsable.
PD: Mañana iré a buscar mi mención en el Calendario, espero que no me la retiren.