LA HABANA, Cuba, 1 de abril de 2013, Pablo Méndez/ 173.203.82.38.- Carlos Álvarez, un desempleado e impedido físico residente en el municipio Centro Habana, quien el pasado 5 de diciembre del 2012 fue arrestado por la policía para quitarle una cotorra -que resultó muerta en el altercado- ha sido sentenciado a dos años de privación de libertad por “Peligrosidad”, según reza un artículo del código penal cubano, que autoriza el confinamiento de cualquier persona propensa a cometer un delito.
Según testimonio de su propio hermano -quien negó su identificación ante el periodismo independiente-, Carlos fue juzgado en la segunda semana de marzo, en el tribunal municipal de Centro Habana, acusado de peligrosidad por el jefe de sector policial del Consejo Popular “Colon”, teniente Juan Carlos Acosta.
Cuenta que, al ser sentenciado a dos años de privación de libertad, rompió a gritar consignas contra el gobierno en la sala del tribunal. Hasta el momento de redactar esta nota, permanecía recluido en la prisión de Valle Grande, localizada al suroeste de la capital.
El pasado 24 de diciembre, Cubanet publicó un artículo titulado: El cruel asesinato de una cotorra, en el cual se narran los malabares que hace Carlos, de 52 años, y vecino de la calle San Miguel Nº 59, entre Industrias y Consulado, para subsistir. Su incapacidad física le ocasiona padecimientos crónicos en columna vertebral y rodilla; a este inconveniente se suman las inseguras condiciones sociales que prevalecen en la isla.
En la nota se narran detalles de su altercado con la policía, donde resultó muerta la cotorra de su propiedad. Dicha mascota -que se aferraba a su hombro- llamaba la atención de los turistas que paseaban por el Casco Histórico y así le ofrecían propinas a Carlos a cambio de fotografiarse junto a él.
En un vídeo subido a YouTube por periodistas independientes, titulado Autoridades cubanas asesinan a una cotorra, Carlos, presa de la ira y portando en sus manos el cadáver del animalito, le desea lo peor a Fidel, a Raúl, y pide el respeto a los derechos humanos y cambios políticos para Cuba.
