LA HABANA, Cuba – En visita realizada recientemente a la Tienda Recaudadora de Divisas TRD “La Infancia”, en el municipio capitalino de Plaza, este reportero le solicitó una entrevista a la Gerente Kenia Oliva Domínguez para conversar sobre la calidad de los artículos que allí se venden, pero fue atendida su solicitud por la agente comercial Jennifer Fernández, pues Oliva no se encontraba en esos momentos.
Le mostré a Jennifer un cartel colgado en el local, que reza: “Somos en Cuba la Cadena de Tiendas de referencia, por la calidad de los servicios que presta a sus clientes en sus diferentes segmentos de mercado, con trabajadores profesionales y comprometidos”, mostrándome a la vez asombrado al observar entre sus productos todo lo contrario.
Ambos fuimos hasta los estantes de zapatería, donde ella pudo comprobar la mala calidad de los calzados mostrados y posteriormente visitamos la repisa de artículos juveniles donde se exhibe una mochila desgarrada por la costura.
La agente, que hasta el momento se notaba muy segura de sí misma, muy apenada me explicó que ellos no tenían la culpa de que la mercancía pasara largos períodos de tiempo deteriorándose en los almacenes, antes de llegar a las tiendas.
Sería muy bueno que la ministra cubana de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, le explicara al pueblo, (que percibe un salario promedio de 23 dólares al mes), por qué los artículos ofertados en las tiendas se venden en un notable estado de deterioro y al mismo precio que en otros países, donde los salarios son mucho más altos.