ARTEMISA, La Habana. -Los vecinos de Oneydis Delaz López, del municipio Mariel, provincia Artemisa, están dispuestos a atestiguar por el uso excesivo de fuerza y la amenaza con arma de fuego que sufrió por parte de agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) el propio Oneydis, el 10 de noviembre, en su domicilio.
Asegura el afectado que regresaba a su casa desde el trabajo, cuando percibió que estaban efectuando un desalojo de tres viviendas en su barrio, por lo que había fuerte presencia policial y de dirigentes municipales. Un policía que Osneydi identifica como Geovanni le llamó al verle que se dirigía a su casa a dejar el machete que utiliza en sus labores como obrero agrícola de la empresa estatal de Flora y Fauna.
Como no se detuvo al llamado, el dicho Geovanni y otros seis agentes se dirigieron a su vivienda y lo atacaron mientras estaba sentado en la tapa de la cisterna, le inmovilizaron, lo esposaron y lo golpearon en el rostro, a la vista de los vecinos que aseguran servirán de testigos del abuso.
Su hermano Oney, quien vive cerca del lugar, se dirigió hacia allí para ver qué ocurría y, sin mediar palabras, el jefe de sector de la PNR del barrio le dijo “ven, tú también te vas”, y lo arrastró por encima de la cerca causándole heridas en la pierna izquierda y rompiéndole el short que llevaba puesto.
Ambos hermanos fueron conducidos a la estación de la PNR de Mariel en la cual “no le brindaron asistencia médica a Oney, a pesar de que estaba chorreando sangre” asegura Oneydis, hasta que en la tarde fueron liberados sin cargo alguno.
La hermana de los agredidos se presentó en la fiscalía municipal de Mariel el mismo día de los hechos para hacer la denuncia, pero no se la aceptaron y la remitieron verbalmente a la dirección territorial del Ministerio del Interior (MININT) de la provincia.
El 11 asistieron la hermana y la esposa de Oneydis a dicha dirección territorial del MININT, pero no habían regresado hasta el momento en que se retiraron los reporteros de esta información, Alejandro Sánchez y Adalberto Blanco.
Coinciden en afirmar varios vecinos que desde que llegaron los policías advirtieron a los que se acercaban que “no pueden mirar, tiene que irse todos de aquí” y además de golpear a los hermanos, quitaron un celular a un vecino que filmaba los desalojos. Se les notaba nerviosos, lo que relacionan con que “tienen miedo porque saben que está mal lo que están haciendo”.