Vecinos de Centro Habana improvisan señales de tránsito para evitar accidentes

LA HABANA, Cuba.- En la esquina de Figuras y Escobar, en Centro Habana, un día apareció una inusitada señal de PARE de evidente factura artesanal. Colocaron el referido símbolo en ambas direcciones de tráfico. Varios comensales junto al mostrador de una cercana cafetería particular comentaron entonces: “Muy bueno. Que paren todos vengan por donde vengan, que aquí mismo una moto golpeó a una señora que esperaba su plato como nosotros ahora”.
La referencia es el accidente ocurrido el pasado septiembre, cuando una ambulancia violó el derecho de vía impactando a una moto.
Al indagar el asunto, fue posible comprobar que las señales de PARE, hechas por los vecinos, abundan en los barrios del populoso municipio Centro Habana. La gente echa mano al material a su alcance con tal de evitar el fatídico choque, generalmente vinculado al obviar los conductores el derecho de vía.
Hay “pares” de cartón tabla, otros a partir de la tapa metálica de un latón. En cuanto a los diseños, algunos son simples en tanto otros, creados por personas curiosas, reproducen exactamente la referida señal internacional del tránsito.
Preguntando en la peligrosa esquina de Salud y Lealtad, el dependiente de la carnicería se quejó mientras numeroso público curioseaba alrededor de dos vehículos que allí se impactaron: “Aquí había señal, pero se la llevan; se la roban mejor dicho. La gente busca el metal para materia prima que se vende o para resolver cualquier cosa en su vivienda.”
Evitando semejante proceder, ciertos PARE fueron recolocados por vecinos previsores a una altura superior a la indicada según las reglas del tránsito, pero lejos de la fácil acción destructiva de cualquier vándalo.
Israel, chofer de taxis estatales, aclara: “En los barrios las calles son iguales”, algo que complica determinar el derecho de vía si no hay señalización, “no como en las intersecciones con avenidas o grandes calzadas, donde es obvio cuál debe ser la preferencial”.
Por ahora la situación con estas imprescindibles señales sigue igual. La única respuesta visible está en la iniciativa del vecindario, tal y como acaban de hacerlo en Figuras y Escobar.