LA HABANA, Cuba.- Una cafetería levantada en tiempo récord, en el parque de Jaimanitas, vende un surtido de productos que no aparece en otros establecimientos de este pueblo costero de La Habana; sobre todo refrescos, una bebida que escasea por estos días y que resulta tan necesaria para mitigar el intenso calor del verano.
La cafetería se llama “Palco”. Es un kiosco metálico herméticamente cerrado, con una ventanilla pequeña por donde se despachan los pedidos. Pertenece al grupo empresarial Palco y es poco conocida en el pueblo, a pesar que trabaja de siete de la mañana a siete de la noche.
Entrevistamos a las dependientes Katia y Yamilka y cuentan que el diseño tan cerrado del kiosco, que asemeja un búnker, no es contra vandalismo como muchos piensan, simplemente es un prototipo propio de Palco, diferente a los otros diseños tradicionales de kioscos abiertos, de las otras cadenas de venta.
Yamilka relata que los productos que venden en la cafetería los suministra Palco y tienen estabilidad en los abastecimientos. En cambio sabe que en los otros lugares de comercialización en moneda libremente convertible del pueblo, están en falta.
“Sobre todo el refresco, que ahora mismo no hay en ningún lado. Sin embargo nosotros estamos abastecidos con cola, naranja, limón y piña. La gente llega y se asombra de ver que tenemos refresco frío, cerveza, jugos, helados. Dicen que somos como un oasis en medio del desierto; aunque también un espejismo, para los que salen de la playa y no tienen dinero para comprar y refrescarse”.
Néstor, dependiente de la cafetería El Dino, perteneciente a la cadena Gaviota, no sabe definir de quién es la responsabilidad por la actual falta de refresco, si es de producción, comercialización o distribución. Tampoco conoce la existencia de la cafetería “Palco” en el parque, ni que tienen refrescos de cuatro sabores, más otros productos ausentes en su kiosco.
Alina, cajera del kiosco TRD, “Tiendas Recaudadora de divisas”, situada en la calle 234, dice que ahora mismo les faltan media docena de productos de primera necesidad. “Pero la cadena Palco es privilegiada. Posee todo lo que nos falta a las otras cadenas de tiendas.
De nuevo en la cafetería “Palco”, conocemos por la dependiente Katia que también venden dieciséis tipos de dulces finos, elaborados en la dulcería de la cadena Palco, con muy buena aceptación en la gente, porque los precios son asequibles.
“Estaremos aquí todo el verano. Luego desarmamos el kiosco y nos vamos con la cafetería a otra parte”.