LA HABANA, Cuba.- El desbordamiento de aguas negras y la acumulación de basura dentro y fuera de los tanques recolectores, unido al vertimiento de escombros, ponen en peligro la salud de los niños que disfrutan de un esparcimiento supuestamente “sano” en un parque infantil emplazado en la intersección de Sol y Compostela, en La Habana Vieja.
La circunscripción 26 del consejo popular Belén, enclavada en ese municipio capitalino, enfrenta en ese parque un problema serio de higiene y seguridad. La situación se agrava al no poder garantizarse la recogida diaria de los desechos por parte de la empresa encargada de ello, dado que la entidad no cuenta con los camiones recolectores necesarios. Los vehículos son distribuidos desde su base en Calle 100, municipio Mariano.
Al respecto, la doctora Indira, vicedirectora de Higiene y Epidemiología del policlínico Ángel Arturo Aballí, a pocos metros del parque-basurero, aseguró que “Habana Vieja se caracteriza por un alto nivel de indisciplina social. Nosotros lo planteamos en el Puesto de Mando donde están todos los factores (funcionarios y organizaciones) pero nada más podemos hacer”.
Por su parte, un funcionario de la Dirección Municipal de Servicios Comunales que solicitó el anonimato aseguró a este reportero que “no se sabe dónde se van a poner los contenedores porque no hay lugares. Usted no los quiere en la puerta de su casa. Ahora mismo vamos con la Presidenta del Consejo y los cambiamos de lugar; mañana, nadie bota la basura y lo primero que protestan es que los cambiaron de lugar, te dicen ‘yo no tengo por qué ir hasta allá para botar la basura’, y eso crea un microvertedero”.
De igual manera, una integrante de los “factores” de la comunidad, confirmó la versión del directivo de servicios comunales y aseguró que “no tenemos otro lugar para poner los tanques como tampoco para cambiar el parque de lugar, y el parque no se puede quitar porque es lo único que tienen los niños aquí”.
“En ocasiones la peste es insoportable, pero no tienes otro lugar donde ir y llevar a tus hijos, al menos, cerca de la casa. Es contraproducente tener contenedores de basura cerca de un parque infantil”, aseguró a este reportero Sandra Morales, vecina de la calle Acosta.
Juan Marín, otro vecino de la zona, asegura que “la solución para problemas graves son soluciones a cura de caballo. Cuando pongan multas de 300 o 500 pesos por botar la basura donde no es y cuando no es… te aseguro que la gente se recoge y la ‘cochiná’ se acaba”.