BAYAMO, Cuba – La fábrica de helados de Bayamo detuvo su producción en plena etapa estival. El desabastecimiento en los puntos de venta de helados de Granma es notable, para disgusto de los acalorados consumidores. Algunas cierran sus puertas por falta de productos a la espera de una solución que demora en llegar.
La factoría se halla ubicada en el reparto Siboney de la periferia bayamesa, y detuvo su producción por motivos de reparación, escasez de amoniaco y otras materias primas. Esta instalación aún conserva equipos museables que funcionaban gracias a la inventiva cubana, con maquinaria industrial que data de antes de 1959 así como tecnología soviética de los años 60. Tan decrépitas condiciones son causa de continuas e improvisadas reparaciones sin fecha fija y por tiempo desconocido.
Según informa Axel Cabrales, jefe de planta en la instalación, “cuando la fábrica reinicie su producción será con el objetivo de satisfacer la demanda general, pero no garantiza la distribución de helados en el verano. Faltan aún cosas por hacer, y al echar a andar primero hay que cubrir la demanda del sector que genera divisas. Luego le tocará a la población.”
Varios recorridos de Cubanet por Bayamo durante lo que va de verano, han confirmado que muchos puntos de ventas carecen de heladosy en ocasiones la oferta se limita adulces y refrescos. Similar situación exhibe el resto de los puntos de la provincia granmense.
Un sondeo de opinión popular abundó en quejas sobre la ausencia del producto en el verano y la casi nula oferta de otros que lo sustituyan. También se mencionó la pésima calidad y falta de peso de lo ofertado, o la insuficiente higiene de algunos establecimientos.
Julia Rodríguez, quien buscaba dulces para sus hijas, dijo a este medio que “la escasez es visible en las heladerías del pueblo donde los precios son levemente inferiores, pero en el mercado en divisas sí aparecen estos productos, porque son priorizados por sus altos precios.”
Osmani Leyva, vecino de la cremería del parque central expresó: “Recuerdo que en mi juventud daba gusto venir a tomar helados, eran sabrosos y muchas especialidades se ofertaban. Ahora esta malísimo y para colmo no venden una bola de helado sino media bola, para que les rinda más y generar ganancias con lo que le roban al consumidor. Los pocos que reclaman, no son escuchados y en ocasiones son hasta maltratados por los administradores de los locales, que también participan de las ganancias de la estafa.”
Ofelia Carbonell se pregunta, extrañada, “no entiendo cómo si la fábrica está en reparación, la venta de helados en divisas no para”. Agrega que los precios de tomarse un helado hacen de ese producto “un lujo”. Y al parecer, el caluroso verano del oriente de Cuba pasará sin que los habitantes de Granma puedan encontrar un helado pronto.