GUANTÁNAMO, Cuba.- A las dos de la tarde de este martes se desplomó, con gran estruendo, una de las paredes de la casa natal de Regino E. Boti, primer gran poeta cubano del siglo XX. La pared pertenecía a la parte lateral izquierda de uno de los baños de la casa, colindante con otra vivienda, y constituye una prueba más del peligro de derrumbe que acosa al inmueble ante la inercia de las autoridades locales, sobre lo cual ha informado CubaNet en otras ocasiones.
Declarada Monumento Local en 1984 y Nacional en diciembre del 2010 –aunque aún no han colocado esa placa– el inmueble no puede ser reparado sin autorización de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura. Debido a tal limitación, el nieto heredero del poeta y actual propietario del inmueble, Regino Gaudencio Rodríguez Boti, se ve imposibilitado de acometer las necesarias acciones de reconstrucción a pesar de haber recibido ofrecimientos financieros de familiares, amigos e instituciones que radican en el extranjero.
Los valores históricos y culturales de la casa natal del poeta Regino E. Boti estriban en que vivió allí hasta su adultez y fue donde escribió casi toda su obra. También atesora la abundante papelería del de Boti, en la que sobresale su correspondencia con figuras imprescindibles de la cultura cubana de la época republicana, mucha de ella por investigar, así como una extensa colección de libros y revistas. El inmueble es además una típica casona colonial de tres patios y abundante vegetación, incluida por sus méritos arquitectónicos en el libro “Casas de Cuba”, de la especialista en artes Lilian Llanes Godoy.
Conversando con el albacea del poeta
El doctor Regino Rodríguez Boti, psiquiatra, escritor y albacea literario de su abuelo, accedió a ofrecer sus impresiones a Cubanet.
“Lo ocurrido no es más que la crónica indeseada de un derrumbe anunciado. Lo que más me molesta es que por años no sólo yo, sino toda la comunidad intelectual guantanamera, hemos estado llamando la atención de las autoridades sobre el estado en que se encuentra esta casa y sobre la falta de respeto de muchos ciudadanos que se orinan y hasta defecan en su entrada”. Mientras consulta una agenda, Rodríguez Boti agrega: “Aquí tengo anotado que el 22 de mayo del 2012, en la sede del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba se realizó una reunión presidida por una compañera nombrada Mariluz, jefa del departamento ideológico. Allí también estuvieron Wilfredo Campos Cremé, entonces director del Centro Provincial del Libro, Diego Bosch, director de Patrimonio en la provincia, una compañera nombrada Virgen Speck, vicedirectora provincial de Cultura y este servidor. En esa reunión se trató sobre el estado de la vivienda y se comprometieron con darme una respuesta. Todavía la estoy esperando”.
Mi interlocutor me invitó a comprobar la situación que presenta el techo de algunas de las habitaciones del inmueble que, sobre todo en una de sus salas, la biblioteca y la cocina, amenaza con desplomarse.
“Ya comencé a hacer las gestiones para tratar de cerrar el hueco creado por el derrumbe de la pared. De momento compré un cinc y una cabilla para paliar la situación pero ya le he escrito a varios amigos y familiares informándoles lo ocurrido pues de continuar la inacción de las autoridades yo mismo voy a emprender la reconstrucción de la casa pues no puedo esperar a que me caiga encima. Más de dos años después de la reunión que te mencioné en el partido, creo que en septiembre del 2014, Diego Bosch vino y me aseguró que muy pronto iban a acometer la reparación del inmueble. Eso también lo anunció el periódico Venceremos hace dos años y nada. Yo sé que los planos y los planes están elaborados, y que son muy buenos, pero lo que hace falta es que comiencen a ejecutarlos pues mientras más demoren el daño es peor y mi vida peligra”, concluyó.