PUERTO PADRE, Cuba.- Si ahora usted quiere preparar una sopa reconfortante para el almuerzo de un enfermo o un anciano, es imposible conseguir una ración de pollo. Recorriendo todas las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) de esta ciudad, hasta ayer era posible hacerse con un muslo de pollo en alguna bodega apartada. Hoy esa posibilidad ya no existe.
En las neveras de las TRD de aquí no existe ese producto. “Ya hace una semana que nosotros no tenemos pollo”, dijo un empleado de una TRD a este corresponsal.
Almaceneros y dependientes de las TRD, preguntados acerca de cuándo habrá pollo, coinciden: “Eso es impredecible, quizás hoy, tal vez mañana, no sabemos”.
El pollo que venden en las TRD, un producto importado, llega a Puerto Padre procedente de los almacenes centrales de Las Tunas u Holguín. En el caso de la harina para el pan racionado, unas pocas toneladas tuvieron que ser traídas desde Santiago de Cuba.
La situación alimentaria que enfrenta la población aquí es difícil. Los productos en conserva son inaccesibles para la mayoría de los bolsillos. Una lata de sardinas cuesta 1.90 CUC, esto es 47.50 pesos devaluados, algo así como tres días del salario promedio nacional.
Y si el kilogramo de pollo a 2.30 CUC, el más barato, ya era un producto caro, reservado para un día especial o imprescindible para los enfermos y los ancianos, ni qué decir de la carne de res que venden las TRD a 9.50 el kilogramo, esto es a 237.50 pesos devaluados por un kilo de carne de vaca, la mitad del salario nacional promedio del mes por cuatro bistec de 250 gramos.