LAS TUNAS, Cuba – Con representantes de los ministerios del Interior, Salud, Educación, Agricultura, Fiscalía e integrantes del gobierno local y las comunidades donde radican escuelas, la semana pasada finalizó en Puerto Padre el Ejercicio Nacional Antidrogas que a partir del martes 15 y durante tres días tuvo su sede en ese municipio.
Estela Leyva Álvarez, de la dirección municipal de Educación, dijo a medios oficiales que el objetivo de este ejercicio fue “comprobar la aplicación del sistema establecido para la prevención y control de drogas y sustancias de efectos similares en los centros de la educación secundaria, preuniversitaria, técnica-profesional y pedagógica sin obviar las escuelas primarias”.
“Las 103 escuelas con diferentes tipos de enseñanza que existen en este municipio fueron objeto del ejercicio”, dijo una fuente docente a este corresponsal.
El funcionario del ministerio de Educación Julio Hernández dijo a la prensa gubernamental que el ejercicio prepara “a los docentes, a los alumnos, a los padres para cualquier situación que se pueda presentar en el tema de las adicciones”.
Según dijeron los funcionarios de Educación a la prensa oficial, en las escuelas existe control sobre los estudiantes con familiares reclusos o ex reclusos por delitos de drogas.
Aunque la venta y consumo de marihuana se remonta en el tiempo en la vecina ciudad de Victoria de Las Tunas, antes de 1959 el consumo de drogas en Puerto Padre “era desconocido y no constan registros de personas sancionadas por esos delitos”, aseguró un viejo jurista a este corresponsal.
Pero ya en la década del 60 y marcadamente en los años 70, el expendio y consumo de marihuana cobró auge en Puerto Padre, dándose el caso de que “un integrante de la Asamblea Municipal del Poder Popular (Gobierno), fue detenido y sancionado por tráfico de drogas en 1979”, dijo un ex oficial antidrogas a este reportero.
Oficiales del ministerio del Interior ya comerciaban con drogas por su cuenta en Las Tunas, mucho antes de los sucesos de la Causa Uno, que llevó a la muerte al general Arnaldo Ochoa y a otros tres acusados a la pena capital.
Y, antes de incoada esa causa en 1989, en el primer lustro de la década del 80, aunque sin cocaína a bordo, una avioneta aterrizó en el aeropuerto de Las Tunas tripulada por dos ciudadanos colombianos, capturados sólo tras una minuciosa búsqueda.
Aunque según fuentes oficiales en lo que va de 2015 no se ha reportado ningún caso, es común el “bombardeo” de drogas por narcotraficantes internacionales frente a las costas de Cuba para su posterior reembarque en medios navales. Pero en ocasiones en lugar de ir a las lanchas de los narcos, la droga viene a parar al litoral cubano. Y no siempre a manos de las autoridades, “sino de gente dedicada a ‘pescar’ marihuana y cocaína para hacer dinero”, dijo un guarda frontera a este reportero.
En los últimos 30 años, decenas de ciudadanos residentes en Puerto Padre han sido investigados o han cumplido sanción por uso, tenencia y tráfico de drogas, por lo que no pocos chicos en las escuelas deben estar en la lista de los que tienen un pariente con antecedentes a los efectos del recién concluido Ejercicio Nacional Antidroga que tuvo lugar aquí.