LA HABANA, Cuba:- El pasado lunes 2 de marzo comenzó la venta de papa a la población habanera. Como en años anteriores, el tubérculo sigue racionado. Directivos del Ministerio de la Agricultura y de Comercio Interior, han señalado que las producciones serán mayores, pero que no todos comerán papa.
Tomás Rafael Rodríguez, director del Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal de la provincia de Artemisa, en entrevista para la Agencia Nacional de Información (AIN) señaló: “Este año se prevé una producción superior a las 120 mil toneladas del tubérculo con destino al consumo social y al turismo. Nuestra provincia con más de 1 337.9 hectáreas distribuidas por los municipios de Güira de Melena, San Antonio de los Baños, Alquízar y la cabecera provincial, aportará cerca de 21 800 toneladas”.
Según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), en la contienda papera 2013/2014, se obtuvo cerca de 65 mil toneladas. Lo cual significó la escandalosa cifra de 143 millones de libras producidas, equivalentes a 12.80 libras per cápita por residentes en el país (consumo anual). La mayor cosecha de ese renglón se registró en el país, en el año 2000, con 370 mil toneladas cosechadas, de las cuales un buen porciento se pudrió en los frigoríficos cubanos.
Al parecer este año se alcanzarán niveles similares al producido en el 2013, fecha en la que llegaron a plantarse unas 6 375 hectáreas de papa, cosechándose más de 130 mil toneladas, que fueron escasamente comercializadas en los meses de febrero-junio a un per cápita de 25 libras por personas, pues se priorizó el turismo internacional. De lo que se infiere que en este 2015, cientos de miles de cubanos, tampoco podrán consumir la deliciosa papa.
Según Thalía González, periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, problemas de transporte afectan la distribución del tubérculo, por lo que este será preferiblemente consumido por las provincias productoras y la capital cubana. El resto del país (Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Las Tunas, Sancti Spíritu, Villa Clara, La Isla de la Juventud), poco o casi nada recibirán.
En La Habana, avanza su repartición con discretos volúmenes. Se espera para la semana del 9 al 15 de este mes, cubrir todos los municipios capitalinos. Hasta la fecha solo lo han recibido 10 de Octubre, Cerro, Plaza de la Revolución, La Habana Vieja, Centro Habana y Boyeros.
La papa que se comercializa, no tiene beneficio alguno, es un producto de balance nacional, o sea el estado determina su destino aunque sea producido por los agricultores privados. De ahí que la calidad del tubérculo esté menguada por la falta de clasificación y tamaño, materias extrañas (tierra, tallos secos, etc.), así como la infinidad de daños mecánicos que posee, tal vez por la mala calidad con que trabajan los cosechadores en el campo y la deteriorada maquinaria con que aun cuentan los productores.
La venta de la reina de la cocina cubana este año se realiza a 20 libras por personas, 5 menos que el año anterior. Su precio no se ha modificado desde que se implantó, sigue a un 1.00 dólar la libra. Para cualquiera es una ganga (regalía), pero no es tan así.
CubaNet visitó varios mercados de la capital cubana, para conocer las vivencias del consumidor:
Rita, vecina del reparto Altahabana en Boyeros, desde hace unos días vigilaba la entrada del camión papero al mercado agropecuario de su barrio, hasta que llegó el pasado sábado 7. La noticia de la venta replicó de tal forma, que en unos minutos más de 100 personas hacían la cola.
También dijo: “Soy golosa, la papa es mi preferida, ahora al menos la comeré porque el pasado año ni en fotografía la vi. Me gusta la crema de papa con queso, pero no hay queso hace más un mes. Está perdido de los mercados; y las vacas cubanas cada día son menos, ¿estarán emigrando?”.
La cincuentona señora finalmente señaló: “Hice más o menos el número sesenta en la cola. Pero cuando me tocó comprar, quedé sorprendida. El vendedor me colocó papa de todos los tamaños y algunas dañadas. Me puse molesta, a punto que no me quería llevarme las 20 libras que podía comprar. El despachador me dijo: ─la orientación del jefe, es que hay que llevársela de todos los tamaños y no hay beneficio─. Es una burla, lo que hicieron conmigo y con los demás. Lo barato sale caro y mira la calidad. Me vendieron 4 kilogramos de papa o sea unas 8 libras de mala calidad”.
En el mercado del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) en Tulipán y Boyeros, a las 11:30 de la mañana ya no había papa. Se esperaba la entrada de otro transporte sobre las dos de la tarde. ─comentó Emildo el carretillero─.
Mientras que el mercado agropecuario de la CCS “Antero Regalado” de Artemisa, situado en Tulipán y Bellavista, la venta del tubérculo era un poco más estable, no exenta de la realidad a los mercados visitados:
María, vendedora de bolsas plásticas, que no quiso ser fotografiada manifestó: “La hora buena de venir es después de las 4 de la tarde, no hay tanta gente. Los revendedores se la llevan por sacos, después venden las bolsas de papa a 50.00 pesos. Yo, el otro día me hice una tortilla de papa, que hambre tenia, lloré, porque el dinero no me alcanza, ni para comprarme un picadillito de pollo. Lo que estamos pasando hijo”.
En la cola un jubilado expresó: “No tengo ni aceite para freír, esto esta malo. Tú crees que con 13 dólares mensuales que cobro de jubilación puedo comer todo el mes, ni papa, puedo comprar, me conformo con unas libritas, las hiervo y voy tirando con mi viejita”.
Un hombre discutió con uno de los dependientes. Paro la cola de la tercera tarima, tuvo que venir el jefe del mercado, porque el empleado, le quería vender una papa pequeña. La protesta le vino bien, compró una papa limpia y de buena calidad.
“Tuve que ponerse fuerte, no siempre fui apoyado, la gente está acostumbrada a ser maltratada y a coger lo que les dan, sin exigir sus derechos, ya es hora de poner las cosas en su lugar” ─reseñó─.