LA HABANA, Cuba.- Como parte de la reestructuración del sector agrícola se eliminan o fusionan las 139 empresas con pérdidas, de las cuales el 73% pertenece al Ministerio de la Agricultura. El proceso comenzó por las 23 que acumularon pérdidas económicas durante tres años o más y no tienen posibilidades de recuperarse, mientras 18 empresas de la provincia Granma aplican medidas organizativas que les pudieran permitir recuperarse el año próximo, según declaración de Alexis Rodríguez, director de Contabilidad y Precios del MINAG, contenidas en el artículo “Apuesta por el perfeccionamiento”, publicado por el periódico Trabajadores el 31 de agosto. Además, 35 empresas deberán someterse al proceso en septiembre y antes de diciembre lo harán 55 más. La extinción o fusión de una empresa puede durar hasta 6 meses, y se prolongará hasta marzo de 2016. El personal disponible (desempleado) será de unos 1 100 trabajadores del sistema empresaria y 4 000 de la parte estatal, según igual fuente.
La actual reestructuración es una tentativa más de activar la ineficiente e improductiva agricultura cubana, pero retiene el problema fundamental que radica en el férreo control estatal. La producción agrícola se ha mantenido atacada por la burocracia a todos los niveles, la dependencia de las directivas y los planes de los organismos superiores, los precios, el mecanismo obligatorio de venta a Unión Nacional de Acopio (UNS) y el impago a los productores; la carencia de equipos e implementos, el robo y la corrupción; la pretensión de reorganizar las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) irrentables e improductivas, acostumbradas a los subsidios desde su establecimiento en 1993 con las tierras y recursos de las granjas estatales; la decadencia y disminución de las CPA, formadas originalmente con las tierras de agricultores privados, y con relativa mayor independencia que las UBPC, pero que también han padecido la planificación centralizada y la rígida supervisión estatal. Ni siquiera la entrega en usufructo de más de 1 millón de hectáreas de tierras ociosas ha elevado sustancialmente la producción, precisamente por las limitaciones impuestas a los nuevos campesinos. La tenencia de la tierra se distribuía entre 5 781 personas jurídicas en junio de 2013, según la Oficina Nacional de Estadísticas, de ellas 413 empresas y granjas, 1 723 UBPC, 914 CPA, 1 249 CCS, 1 482 Otros. En cuanto tenencia de la tierra por personas naturales, del total 454 919, usufructuarios 312 752, propietarios 113 122, arrendatarios 3 028, campesinos dispersos 26 017. Los campesinos privados que pudieron mantener sus tierras han sido siempre los más productivos en la agricultura cubana.
Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la agricultura, anunció cambios en el funcionamiento, estructura y composición de los sistemas estatal presupuestados, empresariales y cooperativos, en la Asamblea Nacional del Poder Popular en julio de 2014. Entre las transformaciones previstas en tres etapas, hasta finales de 2015, mencionó la fusión de estructuras, lo que originaría una reducción del 41% del personal administrativo del sector agrícola en el órgano central y delegaciones provinciales y municipales. Esta medida comprendería la eliminación de 6 441 cargos con un ahorro anual de 15 067 007 pesos. Rodríguez Rollero también anunció la flexibilización de las funciones de las cooperativas para eliminar las trabas que frenan el desarrollo agrícola. Poco después se desactivó la Unión Nacional de Acopio (UNS).
Según Alexis Rodríguez, por problemas objetivos el proceso se ha demorado y han seguido funcionando empresas, cuya desaparición estaba decidida desde hacía alrededor de 5 años. Las nuevas condiciones radican en contar con la documentación legal, la transformación del sistema empresarial del MINAG y el reordenamiento del presupuesto, que incluye centros de investigación, la constitución de delegaciones municipales y el perfeccionamiento de las provinciales. El proceso tiene entre sus objetivos fundamentales el fortalecimiento a partir del “reacomodo” de la base productiva de cada territorio, con el fin de concentrar recursos, medios y capital humano en aras de aumentar los acopios en todas las ramas. El artículo señala que el perfeccionamiento se aplicará, además, a las empresas que no tienen problemas económicos, algunas son de grupo empresarial de logística y del tabaco, entre otras. Con las entidades que no formen parte de la Organización Superior de dirección (OSDE) se crearán empresas provinciales compuestas con las unidades empresariales de base (UEB) de las que se extinguen, que contarán con los trabajadores directos a la producción, y por los resultados que obtengan podrán salir adelante, incluso los trabajadores van a ser mejor remunerados. Además, las empresas recibirán equipos importados e inversiones.
Rodríguez explicó que a diferencia de los anteriores, este proceso se acompañará con un tratamiento financiero para saldar las deudas vencidas de las empresas, que pudiera ser similar al que se está dando a las UBPC y las CPA con una renegociación a 25 años, con una fuente financiera definida. Anteriormente las empresas que quedaban asumidas, recibían “todas las desgracias de las que se extinguieron”, añadió. La Resolución 127 de 2015 del Ministerio de Finanzas y Precios regula los procedimientos financieros para el proceso de perfeccionamiento funcional, estructural y composicional de las entidades económicas estatales subordinadas al MINAG, también se aplicará a todas las entidades extinguidas o fusionadas, aunque algunas no lo requerirán por tener superávit y aportarían al presupuesto del Estado.
La Actualización del Modelo Económico, aplicada desde 2011 mediante los Lineamientos para la Agricultura, ya debería repercutir en el incremento de la producción y la reducción de los precios. Sin embargo, el férreo control estatal, que únicamente se enroca dentro de sus propias estructuras, arrastrando limitaciones y deformaciones acendradas durante decenio, lleva a dudar sobre la obtención los resultados notables en el sector priorizado por las autoridades del país al considerarlo estratégico.