LA HABANA, Cuba.- El periódico Juventud Rebelde, en su edición del 12 de enero (“Educación cubana experimentará cambios integrales a partir de septiembre”), recoge declaraciones de Alberto Valle de Lima, director del Centro de Ciencias Pedagógicas.
El funcionario dio a conocer que a partir del próximo mes de septiembre, coincidiendo con el nuevo curso escolar, habrá cambios en los programas de estudio de los círculos infantiles, y las enseñanzas primaria, secundaria y preuniversitaria, todo en el contexto de lo que denominó “tercer perfeccionamiento del sistema nacional de enseñanza”.
Según Valle de Lima, los cambios se centrarán en la enseñanza de la Cívica, el idioma inglés y la inserción de las nuevas tecnologías de la información. Sin embargo, el funcionario no aclaró si, en lo referido a la Cívica, se le otorgarán preponderancia a valores tradicionales como la honestidad y la decencia en detrimento de posturas emergentes como “ser revolucionario”. Para muchos, la supremacía de esta última en la formación de varias generaciones de jóvenes cubanos es la causante de la pérdida de valores que hoy exhibe nuestra sociedad.
Los anteriores perfeccionamientos de la enseñanza estuvieron en sintonía con los giros ideológicos, económicos y sociales experimentados en la isla. El primero de ellos ocurrió en 1975, cuando la sociedad cubana se rusificaba a pasos agigantados. En muchas escuelas se abandonó la enseñanza del idioma inglés para dar paso al aprendizaje de la lengua rusa. Se inculcó en niños y jóvenes que la religión era el opio de los pueblos, y la Historia fue reescrita para desechar la “hechología burguesa” y reemplazarla por el Materialismo Histórico de Marx, donde todo se volvía lucha de clases, fuerzas productivas y relaciones sociales de producción.
Hacia 1987 las autoridades sintieron la necesidad de acometer un nuevo perfeccionamiento de la enseñanza. Había que distanciarse cuanto antes de un modelo soviético que no se sabía cómo terminaría, con aquella Perestroika que le abría las puertas a las palancas del mercado. Además, era menester retomar la figura del Che Guevara, olvidada durante el frenesí de los manuales moscovitas de economía política. El idioma ruso se iría marchitando paulatinamente. Mas, el daño ya estaba hecho. Muchos educandos nunca asimilaron el ruso, y olvidaron el inglés que habían estudiado antes de 1975.
A la pregunta de por qué es necesario un nuevo perfeccionamiento?, el señor Alberto Valle de Lima, tras apuntar que es preciso considerar los cambios económicos ocurridos en la sociedad y en la estructura social de nuestro país, se refirió a lo que no pocos estiman como el verdadero motivo de este cambio: “incluir armoniosa y creativamente en el currículo y la vida escolar en general el ideario del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, el significado de su vida y de su ejemplo.”
Un programa escolar que ya estaba saturado de imágenes fidelistas, y una historia de Cuba que se contaba de tal manera que todo lo sucedido antes de 1959 fue la preparación de condiciones para que Fidel Castro accediera al poder, se reforzará con la “vida y el ejemplo” del líder histórico de la revolución.
Por supuesto, el culto a la personalidad no solo se manifiesta mediante la erección de estatuas y monumentos.