GUANTÁNAMO, Cuba.- El próximo 21 de abril está señalada la vista del acto del juicio oral contra el opositor pacífico Héctor López Pérez, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en Guantánamo.
Héctor, vecino de la calle 9 Oeste No. 1065, entre Mármol y Varona, fue detenido en los alrededores del hospital provincial el pasado 20 de enero por varios oficiales de la Seguridad del Estado, quienes lo llevaron a la Unidad Provincial de Operaciones Investigativas del Ministerio del Interior (MININT). Allí permaneció alrededor de un mes hasta que fue trasladado a la prisión provincial, donde se encuentra a la espera de juicio, acusado por la presunta comisión de un delito de tráfico de drogas.
El pasado 1 de abril una hermana del opositor, nombrada Graciela López Pérez y la esposa de éste, señora Magnolia Tito Román, refirieron a CubaNet que el dos de marzo fueron citadas junto con otros testigos presenciales del registro para declarar sobre presuntas violaciones de la ley, como que los agentes del MININT no presentaron orden de registro para allanar la vivienda, que lo hicieron en ausencia del morador principal y fueron quienes pusieron la droga en su casa.
Héctor López Pérez denuncia desde la cárcel
El opositor pacífico acusa como responsable directo de lo que le ocurre a un oficial de la seguridad del estado al que identifica como el Mayor Padilla, según consta en documento que hizo llegar a este corresponsal de CubaNet.
Al propio tiempo se refirió a las difíciles condiciones en que viven los reclusos de la Prisión Provincial de Guantánamo, una edificación que tiene más de veinticinco años de uso sin que haya recibido ninguna reparación capital.
Según la fuente, numerosas tuberías para evacuar las aguas albañales están rotas, lo cual provoca filtraciones de esos fluidos y acumulación de ellos en el sótano de la edificación, favoreciendo la proliferación de vectores, entre ellos los mosquitos que tanto daño pueden causar a la población penal.
Asegura que se aprecia gran deterioro de la red eléctrica, empatada en muchos tramos con cables de teléfono y desprovista de seguridad; y que existe una deficiente iluminación nocturna en pasillos y cubículos.
Otros problemas que denuncia son la mala cocción de los alimentos, algo que provoca brotes diarreicos, así como la numerosa presencia de roedores, cucarachas y chinches conviviendo con los reclusos.
En cuanto a la atención médica que reciben los presos, la calificó de deficiente teniendo en cuenta que no existe atención especializada y los traslados al hospital provincial se demoran injustificadamente. Igualmente mencionó la carencia de medicamentos como otro problema que atenta contra la salud de la población penal.