HOLGUÍN, Cuba.- La reducción de más del 50% de la cuota de electricidad en los centros estatales del territorio ha empeorado la vida de los holguineros.
La decisión forma parte del paquete de medidas gubernamental para afrontar la actual caída económica del país.
Entre los perjudicados están los trabajadores y los clientes de las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), unidades comerciales que mantienen sus aires acondicionados apagados, a pesar de estar concebidas para un ambiente climatizado.
“Dentro de la tienda el calor es insoportable, estamos herméticamente cerrados y no corre el aire”, se lamenta Liliane, dependienta de la TRD “La Hogareña”.
Para atenuar las altas temperaturas, hay quienes utilizan pedazos de cartón como abanico.
“La tienda no brinda un buen servicio, no hay condiciones para estar aquí; sin embargo, los precios no bajan”, dice a CubaNet Marian, una cliente.
En la segunda planta de otro centro comercial, el “Modas Praga”, un nuevo surtido atrae a gran cantidad de interesados que resisten el calor. Los dependientes mantienen fijo un ventilador encendido que no beneficia a los compradores.
“Nosotros somos la razón de ser de ellos, sin embargo no ponen a girar el ventilador”, le comenta una señora a su esposo.
En la “Luz de Yara”, una tienda de tres pisos y la más grande de la provincia, se abrieron todas las ventanas para que circulara el aire.
Mientras, en la boutique “La Exclusiva”, el intenso calor podría deteriorar los zapatos guardados en el almacén, según comenta una dependienta a CubaNet.
La decisión de no encender los aires acondicionados en lugares herméticamente cerrados podría traer una epidemia de enfermedades respiratorias.
“En tiempos normales, las autoridades sanitarias hubiera cerrado las tiendas para evitar enfermedades, como hicieron en mayo con la tienda de Vista Alegre”, comenta un empleado “El Mónaco”, un establecimiento comercial que también mantiene sus puertas abiertas para atenuar el calor.
A esto se suma una nueva resolución ministerial que prohíbe la venta de más de cinco artículos de un mismo código en los departamentos de aseo y perfumería.
La medida se tomó a partir del desabastecimiento del detergente y la poca entrada de otros productos necesarios para la higiene como el jabón y el champú.
“Se teme que las tiendas queden desabastecidas por el acaparamiento de los productos”, asegura un jefe de almacén bajo anonimato.
Por otro lado, en el canal local Telecristal, el recorte de energía ha obligado a reestructurar su programación.
De dos estudios que posee, solo se utiliza el más pequeño, que transmite distintos programas en vivo, uno detrás del otro, en diferentes sets.
“Estamos hacinados, en muy malas condiciones, trabajando uno arriba del otro”, comentó un realizador que prefirió no revelar su nombre para evitar represalias.
Algunos espacios que salían al aire diariamente ahora se transmiten una vez a la semana. Esto ha provocado descontento en los trabajadores que han visto afectado su salario a casi la mitad “porque el sistema de pago es por programa realizado”, dijo la fuente.
Otra de las perjudicadas es la biblioteca provincial “Alex Urquiola”, institución que limitó su horario de servicio, cerró su sala de navegación y mantiene todas las luces apagadas, lo que dificulta la lectura a los usuarios.
“Vine a consultar un libro, pero no pude leer, está todo muy oscuro por falta de iluminación”, comenta Ángel, un joven estudiante.
Mientras, en la sala de navegación de internet del Joven Club, la segunda de la ciudad y la más cercana, se redujo el horario de servicio en cinco horas, se mantiene el aire acondicionado apagado y las ventanas abiertas.
“No pude navegar mucho tiempo por el calor. El servicio de acceso a internet es caro (dos dólares una hora), sin embargo no hay condiciones en el local”, se queja Guillermo, un cliente habitual.
El bazar de artesanía “Artecom”, situado en el boulevard de la ciudad, está sin corriente desde el jueves 14 de julio. Los más de 50 trabajadores del local pagan al estado un arrendamiento por el puesto que ocupan, sin embargo ya consumieron la cuota de energía asignada para este mes.
Consultado por CubaNet, Ramón, un empleado del lugar, aseguró: “Nosotros ahorramos la electricidad, pero este mes la cuota de energía asignada fue muy poca”.
La falta de corriente eléctrica en el concurrido local, no solo lo mantiene con poca de iluminación y en el calor, “también nos impide emplear nuestros instrumentos de trabajo como el pirógrafo, que utilizamos para escribir en las figuras artesanales el mensaje que el cliente nos pida”.
Por las condiciones adversas, en el local solo se trabaja hasta las 2:00 de la tarde, lo que ha provocado afectaciones en la venta.