LA HABANA.- La protesta de varias familias de un edificio en La Habana Vieja que permanecían “plantadas” desde inicios de esta semana en la vía pública con parte de sus pertenencias, exigiendo una solución a su crítico problema de vivienda, ha concluido luego de que las autoridades prometiesen apartamentos y albergue para los afectados.
Según les aseguraron a las familias, nueve de ellas serán reubicadas en apartamentos mientras que las otras cinco serán enviadas a albergues, pero sus casos ya tendrán un expediente en el Departamento de Vivienda.
La razón para que discriminasen a estas cinco últimas familias es que permanecían de forma “ilegal” en el inmueble, en habitaciones que habían construido en la azotea.
La protesta comenzó desde la mañana del lunes en la calle San Ignacio entre Luz y Santa Clara, en pleno Casco Histórico de la capital, donde existe un importante flujo de turismo. De esta manera, todos los visitantes que pasaban por allí tomaban imágenes del suceso.
“Estamos aquí desde ayer por la mañana, pasamos la noche en la calle porque tenemos miedo estar dentro de nuestras viviendas, de los techos está cayendo una arenilla y puede ser que en cualquier momento el edificio se derrumbe, así que no vamos a esperar que eso suceda, queremos una respuesta de la revolución”, indicó este martes una de las plantadas, bajo condición de anonimato.
Según relató a CubaNet, ante el eminente peligro, enseguida dieron parte a las autoridades pertinentes, quienes hicieron caso omiso a su problemática.
“La respuesta de la directora municipal de la Vivienda fue que ellos no podían garantizarnos nada. Así mismo dijo que por lo tanto no se hacía responsable de las vidas de nosotros. Incluso la primera secretaria del Partido (Comunista) estuvo hoy en el Gobierno y la escondieron, no nos dejaron hablar con ella”, puntualizó la misma fuente.
Julio, otro de los afectados, explicó a este medio que fueron visitados por diferentes funcionarios, pero sin embargo, ninguno ofreció una respuesta concreta sobre cómo resolverle la situación.
“Vinieron hasta del MICONS (Ministerio de la Construcción), pero no se atrevieron ni a entrar porque vieron perfectamente bien que esto está a punto de caerse”, enfatizó.
Las familias prepararon incluive una caldosa que cocinaron en una fogata que iniciaron en la vía pública.
“Así fue como logramos alimentarnos hoy, porque desde el lunes, que estamos aquí, ellos no se han preocupado por nada de eso, ni porque hay varios niños”, había dicho este martes otra fuente que no quiso se revelara su identidad.
En tanto, según la activista de derechos humanos Sahira Castro, residente de la zona, que apoyaba a los protestantes a petición de estos, la policía intentó desalojarlos y les exigió que recogieran sus pertenencias, pero estos se negaron a obedecerlos.
“Tuvo que interactuar hasta el delegado, que fue el que le explicó a la policía que ellos no podían entrar en sus casas, ya que el edificio estaba a punto de colapsar”, detalló Castro.
La gran presencia policial, según detalló otro entrevistado bajo condición de anonimato, estaba condicionada también por una supuesta información que llegó a oídos de la policía de que allí se pensaba sacar un cartel en contra del Gobierno.
“Nosotros le aclaramos a ellos que eso era mentira, pero si les advertimos que la situación o se mejoraba o se empeoraba, que eso estaba en sus manos, todo dependiendo de lo que hicieran”, reflejó.