SANTIAGO DE CUBA, Cuba.- Unos carteles anuncian en dos nichos de la Necrópolis de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, que desde Agosto de este año, los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, héroes de las guerras de independencia, han sido exhumados para acercarlos a los de José Martí al área central del cementerio.
Aunque el ajetreo constructivo se ve desde hace meses, llama la atención de los santiagueros en un área inutilizada de la necrópolis. Para muchos pasaba desapercibida la idea de que en ese lugar reposarían, quizás por última vez, los restos mortales de dos grandes insignes cubanos.
Un trabajador del Centro Provincial de Patrimonio Cultural en la ciudad, declaró a CubaNet, que desde hace meses en la dirección de patrimonio se murmuraba del traslado de los nichos. “Por comentarios de pasillo ya sabíamos del cambio, pero desde hace meses esa área del cementerio se encontraba cerrada y en la empresa nos dijeron que no nos dejáramos llevar por los chismes”.
La ceremonia de inhumación para horas tempranas este viernes, contará con la presencia del reaparecido Raúl Castro y unos 350 invitados de la región oriental y Camagüey, para que a partir de las 9 de la mañana y hasta las 6:00 p.m. el pueblo santiaguero, le pueda rendir homenaje en sus nuevos espacios de reposo.
Esther es maestra de una escuela primaria, pero desde que las cenizas del desaparecido Fidel Castro reposan en el cementerio, ha tenido que ir por su centro laboral, en varias ocasiones. “Aunque sea feriado, la amenaza se impone, descontarnos el día si no vamos, aunque reconozco que nuestros próceres independentistas no tienen culpa, cuando paso por la piedra yo le recuerdo a Fidel que yo soy Esther”.
Con más de ocho mil tumbas y otras construcciones luctuosas, la Oficina del Historiador de la Ciudad de conjunto con el Centro de Patrimonio, son los encargados de la construcción y mantenimiento del más grande Museo a Cielo Abierto de la ciudad; pero aunque estos monumentos vienen a ocupar espacios en desuso, las autoridades partidistas han querido agrupar en el nivel central del mausoleo a estas grandes figuras cubanas.
Vecinos cercanos al camposanto han comentado que el despliegue policial y además de la reparación e instalación de nuevas cámaras de vigilancia es asombroso. “Desde mi casa veo todo lo que pasa en el cementerio, se ve que viene Raúl”, dijo Yusimí, joven que reside en el reparto Agüero, cerca del muro perimetral.
Otros como Iván, cochero que tira pasaje hacia la Barca de Oro, protestan porque desde hace días el paso habitual se ha cambiado hasta que concluya la ceremonia. “Estoy ganando menos y doy más vuelta para llegar a la piquera, la policía esta que hace ola”, refunfuña.
La Administradora de Santa Ifigenia reveló a este diario que el museo se ha convertido en sitio obligado de santiagueros y foráneos. “Nuestras recaudaciones han subido y desde cualquier parte de Cuba y del mundo, nos llegan visitantes, antes por Martí y ahora por Fidel”, recuerda. Espera además, que con estas nuevas criptas en una misma área las visitas sean superiores.
También adelantó que lo novedoso es que las guardias de honor se harán simultáneamente cada media hora para todos los panteones. “Son cadetes de la Escuela Inter Armas de Santiago de Cuba, pero en fechas como estas, también estarán militares de otras provincias”.
El secretismo estuvo presente desde la exhumación, expresó un trabajador del centro. “Los restos fueron analizados por especialistas en Medicina Legal que valoraron el estado de conservación, y desde ayer se encuentran en una oficina climatizada en la entrada principal, en la que nadie puede pasar desde hace meses, solo personas autorizadas por la administración”.
A pesar que dos nuevos monumentos han sido reabiertos en el Cementerio de Santa Ifigenia, los espacios vacíos de donde deberían ser sus últimas moradas solo muestran un aviso, y a la interrogante de que si estos lugares se volverían a ocupar, la administradora de la necrópolis no descartó la posibilidad y confesó: “La decisión la toma el partido”.