El Teatro Martí, fundado en 1884, con el nombre de Teatro Irioja, cerrado desde 1977 por graves problemas de estructura, abrió sus puertas luego de un largo proveso de restauración.
Bailarines disfrazados de diablitos danzaron entre el público el lunes 24 de febrero de 2014, en la función de reapertura. El deterioro de su infraestructura obligó al cierre de la sala desde 1977 y fue a principios de la pasada década que se iniciaron las obras para la conservación de la mayoría de sus elementos originales aplicando solo las modificaciones indispensables, según explicaron responsables de su restauración.
Raúl Castro asistió a la función de reapertura “Volver a Martí”, a la que también acudieron el vicepresidente Miguel Díaz-Canel y el titular del Parlamento, Esteban Lazo, incluyó fragmentos de piezas del teatro lírico cubano como “María la O”, “Cecilia Valdés” y “Amalia Batista”, detalló la prensa oficial.
Inaugurado en 1884 por el emigrante vasco Ricardo Irioja, el teatro, un edificio de estilo neoclásico, cerró sus puertas en 1977 debido al avanzado deterioro de su infraestructura, y no fue hasta hace una década que comenzaron los trabajos de reconstrucción, que incluyeron la modernización de su estructura interior sin afectar la decoración y el diseño originales.
Ubicado en La Habana Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1982, y conocido como el “Coliseo de las cien puertas”, el teatro Irioja tomó en 1900 su nombre definitivo en homenaje al héroe nacional José Martí (1853-1995).
Considerado una institución emblemática de la cultura cubana, es recordado sobre todo por sus representaciones de teatro vernáculo y bufo, zarzuelas, óperas y operetas, y obras de contenido patriótico.
El recinto acogió el estreno en Cuba, entre otras óperas, de la “La Boheme”, de Giacomo Puccini, y de la pieza “La Mulata María”, el primer libreto de Federico Villoch (1868-1954), calificado luego como “El Lope de Vega cubano”.
Los salones del teatro sirvieron de sede en 1901 a la Asamblea Constituyente encargada de redactar la primera Carta Magna de la república cubana, y también acogieron una función benéfica, con el objetivo de recaudar fondos para comprar la casa natal de Martí y regalársela a su madre, Leonor Pérez.
- Agencias / El Nuevo Herald