Melissa Acosta, de 20 años, y la abuela fueron arrestadas después que pasaron la aduana y estaban a punto de salir del aeropuerto, agregaron los parientes. Acosta se encuentra en una cárcel en la Habana conocida como “100 y Aldabó”.
La madre de Acosta, Jenny Valdés, de West Kendall, declinó hacer comentarios para el Nuevo Herald, explicando que se le aconsejó no hacer declaraciones públicas debido a lo sensible del caso.
Pero Valdés le habia dicho el lunes a CBS4 que arrestaron a su hija el sábado después que aterrizó en La Habana junto con la novia de su hermano, el bebé de cinco meses años de la pareja y la madre de la novia.
Es el tercer viaje de Acosta durante el pasado mes, debido a que la familia de la novia tiene un negocio que cobra a clientes del sur de la Florida por entregar maletas llenas de efectos a familiares y amigos en Cuba, dijo Valdés al canal de televisión.
“No he dormido, esoy atemorizada, quiero a mi hija en casa. Ella es una buena chica, nunca ha estado en ningún problema y tengo miedo por ella”, dijo la madre a Gaby Fleishman, reportera de CBS4.
Las tres pasajeras y el bebé pasaron por la aduana al llegar al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, pero las autoridades, en una segunda revisión cuando ellos estaban a punto de salir del edificio, reclamaron haber encontrado marihuana sintética, dijo Valdés.
La policía detuvo primero a Acosta y después puso bajo custodia a la abuela cuando ésta declaró que el equipaje que ellos tenían era de ella, de acuerdo con un amigo de la familia que alertó a CBS4 del caso.
“Estoy conmocionada. Siento que le pusieron una trampa”, dijo Valdés. Su hija “tiene una discapacidad del aprendizaje y la capacidad mental de una persona de 12 a 15 años, así que imaginen estar allí sin hablar una palabra de español y ser registrada desnuda”.
Valdés dijo que no ha podido hablar con su hija, que es ciudadana estadounidense, u obtener una visa para verla en La Habana, pero que hace todo lo que puede para traer a Acosta a casa. Los medios noticiosos cubanos no han informado sobre el caso.
“La amo, la extraño, la quiero en casa”, dijo Valdés al canal de televisión. “Ella está atemorizada, pero vamos a resolverlo, vamos a encontrar a alguien que la ayude”.
La familia trata de contratar a un abogado defensor en Cuba, ha contactado a varios funcionarios del gobierno de EEUU en busca de ayuda y le pide al público escribir a funcionarios del gobierno para apoyar sus solicitudes para la libertad de Acosta.
La misión diplomática en La Habana dijo que conocía las informaciones sobre los arrestos de dos ciudadanos estadounidenses y que estaba lista para suministrar sus servicios consulares. Pero no pudo hacer más comentarios debido a restricciones de privacidad.
Su página en internet dice que la misión no puede “negociar o asegurar la liberación de un ciudadano estadounidense de la cárcel (pues los ciudadanos estadounidenses en Cuba están sujetos a las leyes cubanas), pero la Unidad Estadounidense de Servicios al Ciudadano puede ayudar a proteger sus intereses legítimos y asegurar que no se le descrimina”.
- Publicado en El Nuevo Herald