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¿Dónde está mi Rey Mago?

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SANTIAGO DE CUBA, Cuba. -Me cuenta el viejo Manolo de 78 años que en víspera del 6 de enero, Día de los Reyes Magos, se acostaban temprano él y sus hermanos por mandato de sus padres, para que los reyes le trajeran juguetes.

En su inocencia creían fervientemente en esto y efectivamente al despertar encontraban las niñas una muñeca y los niños una carriola o bicicleta de acuerdo a su edad.

Me describe el viejo Manolo que ese día era muy alegre y que sus padres lo llevaban al Paseo La Alameda, acá en Santiago de Cuba a jugar con los nuevos obsequios, y a comer golosinas, mientras eran custodiados para su seguridad por agentes del orden o policías como se conoce.

Esta narración del viejo Manolo para mí que tengo 38 años y nací y he vivido dentro del gobierno o dictadura como realmente es de los Castro, resulta leyenda, pues tal celebración nunca viví en mi infancia, ni tampoco he podido dar a mis tres hijos tal alegría, como resultado de la abolición de esta hermosa tradición a pocos años de la instauración de dicha dictadura en el 1959.

Este 6 de enero de 2015 en los hogares cubanos y no solo de Santiago de Cuba sino del país, no se habla de reyes y mucho menos de magos. Las carencias materiales, la falta de ingresos para sustentar a la familia, qué llevarse a la boca, cómo vestir y calzar a los hijos, cómo arreglar la casa que se está cayendo o mojando consumen a los padres y madres día tras día.

Imágenes como las de arriba son las alternativas que buscan los propios niños para suplir la falta de juguetes y hacerse de su propio entretenimiento, luego de la jornada de clases o el fin de semana de descanso. Con pomos, llantas de bicicletas, con tapas de botellas o pedazos de madera empatados y con ruedas.

Pero al régimen cubano no le basta con haber borrado de la mente de los padres esta celebración, sino que los niños nacidos, dentro de su mal llamado proceso revolucionario nunca la hayan celebrado, sino que sus policías impiden que la Sociedad Civil Independiente en Cuba, gracias al apoyo de amigos y familiares que viven en el exterior intenten revitalizar esta hermosa tradición. Ejemplo reciente, el operativo realizado con decenas de efectivos militares, el día de ayer 5 de enero contra la Sede de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), ubicada en el Reparto Altamira de Santiago de Cuba para evitar cualquier tipo de preparativos para darle un poco de alegría a los niños.

Ante las simpatías que ha despertado entre la población y la participación de los padres con sus hijos en las actividades realizadas por este movimiento opositor en otros años, en los que el régimen se ha robado los juguetes y otros recursos como ocurrió el 3 de enero de 2014, no importándole violar ante todo el derecho al juego y al esparcimiento de los niños.

Esta es tan solo una de las tradiciones acabadas por el Castrismo, pues Navidad, las fiestas por el nuevo año, los Carnavales son otras que tampoco puede celebrar tal y como eran, el cubano de a pie hace ya varias décadas.