LA HABANA, Cuba.-
La estrategia de la Seguridad del Estado para desmantelar el Foro Caminos para una Cuba Democrática, convocado por la Konrad Foundation Adenauer C.A. en México, fue de casas sitiadas, arrestos, secuestros y restricciones de viaje a opositores.
“Por la mañana solo dejaron viajar a Roberto Díaz y a Cuesta Morúa”, relata a CubaNet Eroisis González, coordinadora de la Plataforma Femenina Nuevo País, y secretaria de la MUAD. “Estando en el aeropuerto nos enteramos de que la casa de Boris Gónzalez Arenas había sido sitiada y que lo estaban deteniendo y a Joanna Columbié, de Somos Más, tampoco la dejaron salir”, dice la activista.
Según Joanna Columbié, ella llegó al aeropuerto y se encontró con la misma situación: “Restringida la salida del país”, y asegura: “Contra mí no hay ningún proceso abierto que me impida viajar”, que fue interrogada durante una semana, el mes pasado, antes de ser deportada a su provincia por no tener la residencia permanente en La Habana.
A Zuleidis Pérez, presidenta del partido Cuba Independiente y Democrática, tampoco se le permitió salir de su provincia
Eroisis González agrega sus impresiones sobre lo que ella cree que es una nueva estrategia para silenciar a la oposición: “Intenté viajar el 18 y me sucedió lo mismo. Les preguntamos a los funcionarios de Aduana y nos dijeron que debíamos llegarnos a atención a la ciudadanía”.
Según la secretaria de la MUAD, a eso se le suma que 15 miembros de la MUAD que estaba previsto que recogieran sus visas en la Embajada de México, les fue negado el permiso.
Fernando Palacios, presidente del Partido de Solidaridad Liberal Democrática (PSLD), quien debía salir en el vuelo de Interjet, de las 4 y 45 de la tarde, comenta: “El alto mando de inmigración seguro que está confabulado con la Seguridad del Estado, pero los funcionarios que nos atendieron, unos muchachitos de veintitantos años, no sabían los motivos”, y continúa, “cuando uno los presiona con un poco de argumentos, su cara es de perplejidad”.
En la tarde pudieron viajar José Diaz Silva, del Movimiento de opositores por una Nueva República y César Iván Mendoza Regal, director de CEDEL. “Nunca pensé que fueran a montar todo el aparataje que formaron”, comenta Palacios, “pero si la estrategia es desestabilizar dejando ir a unos y a otros no, no sé a quién de la oposición lograrán convencer con eso”.
Aunque algunos solo recibieron la negativa de salida del país, otros percibieron peores consecuencias.
“Me tuvieron dando vueltas por todo Boyeros dos horas, a cada rato miraban el reloj y supongo que fuera para asegurarse de que perdiera el vuelo”, comenta Kirenia Yalit Nuñez, coordinadora de la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana, quien se encontraba entre los invitados y fue secuestrada sobre las dos de la tarde. “Para mí este movimiento represivo estaba muy bien planificado, no fue al azar, sabían quiénes íbamos, me siguieron desde que salí de la casa, me detuvieron en 100 y Boyeros, me subieron a un carro azul con tres hombres, y me aseguraron que me llevarían al aeropuerto. Por supuesto, que eso nunca pasó”.
“Lo único que hablaron en todo el viaje fue: ‘En ese vuelo usted no viajará’. No respondieron a ninguna de mis preguntas”, narra Kirenia Yalit, que aunque no ha sido la única experiencia que ha tenido de represión, esta no deja de ser “macabra”, según sus palabras.
Para María Elena Mir, presidenta de la CONIC, puede que la pesadilla apenas empiece porque aunque sus compañeros de viaje afirman que no hubo fuerza policial para expulsarlos del aeropuerto cuando le negaron la salida del país. El estrés provocó, según la misma activista, en su madre que “es muy anciana” un ingreso en el policlínico cercano a la casa.
A Alexey Gámez Alonso, coordinador de la zona Occidental de Somos +, lo estaba esperando un oficial de la Seguridad del Estado a las 4 y media de la mañana en la entrada de su casa; lo condujeron a la estación de policía de Jagüey Grande. “Me dijo que Inmigración necesitaba mi pasaporte para empezar un proceso, pero nunca me dijeron cuál proceso era. No pude viajar ni a La Habana. El oficial que se hace llamar Yuniesky me dijo que inmigración se pondría en contacto conmigo o que él mismo me devolvería el pasaporte”
Los peores casos son los de Lía Villares quien consta como la segunda desaparición forzosa del día por reclamar sus derechos y Boris González Arenas, que permanece incomunicado.