LA HABANA, Cuba. -La libreta de abastecimiento de productos alimenticios, cumplirá este marzo cincuenta y dos años. Ha visto todo tipo de cambios e inventivas desde su creación. También ha adelgazado, reducida hoy a media docena de productos. El pasado lunes presentó otro “invento” de la imaginación socialista: Pollo por picadillo para niños.
El pollo para niños fue suspendido hace tres años de la libreta de abastecimiento, en su lugar se comenzó a vender una libra de picadillo de res por niño, mensualmente. Muchos clientes se quejaron de la calidad de la carne, y dudan que sea verdaderamente de res, o una combinación de otra cosa.
El “pollo por picadillo” llegó primero a la carnicería del capitalino barrio Romerillo y el caserío corrió a comprarlo. Este barrio marginal está integrado mayormente por inmigrantes de las provincias orientales, y de otras regiones de la geografía insular. A pesar de las precarias condiciones de habitabilidad y recursos, se presume posee uno de los primeros lugares en fecundidad de la capital. La carnicería se llenó de júbilo, una señora de la cola dijo que, “a casi todas las familias de Romerillo les habían hecho el domingo”.
La distribución del “pollo por picadillo” para niños contempló los meses de febrero y marzo juntos, otra extrañeza, tal vez una estrategia del Estado. Además de calmar la hambruna en la población se ahorra mucho combustible, pues en un viaje se distribuyen dos envíos.
La noticia corrió como el viento por otros barrios del municipio Playa, que, de tanto esperar los productos normados de la libreta de abastecimiento, conocen la hoja de ruta de los camiones de la Empresa Municipal Distribuidora de Alimentos. Saben que luego de Romerillo se distribuye La Aldea, El Palo, La Corbata, La Cantera, Siboney y finalmente Jaimanitas, donde arribó a las 12 del mediodía, cuando la cola bajo el sol estaba en su punto más intenso.