LA HABANA, Cuba.- Residentes del edificio Serrá, en la esquina de San Miguel y Amistad, cerca del Cabaret Palermo en Centro Habana, se han quedado incomunicados tras el colapso de las escaleras de acceso, desde el primer hacia el tercer nivel.
“Desde bien temprano se comenzó a caer”, cuenta Yunior, un joven que vive en el viejo inmueble de diez pisos y que, tras ver como se caían las escaleras, bajó por la tubería del gas, a un costado de la edificación.
“Pensé que se caería por completo y tuve miedo porque sentí como si se desplomara mi casa”, dice, mientras señala como quedaban personas atrapadas.
Joaquín, que vive en San Miguel y Águila, en la otra esquina del edificio, dijo haber sentido un gran estruendo al caerse las escaleras. “Pensé que se había derrumbado completo. Ya muchos habíamos alertado del peligro que presenta para la comunidad”, apuntó.
También señaló que algunos vecinos se habían quejado con el delegado del Poder Popular, el gobierno local, por el mal estado constructivo y las escaleras que desde hace algunos días venían cayéndose pedazos.
Felicia Navarro, vecina del inmueble en peligro de derrumbe, reseñó que hace años vienen afrontando problemas con el edificio. “Hemos ido a donde quiera y nadie nos hace caso, espero que ahora, tras el derrumbe de las escaleras, nuestra situación mejore y nos saquen para otro lugar”.
Con la llegada de uniformados de la Policía Nacional que guardan las calles de acceso para que nadie pase por el lugar del suceso, y comandos de bomberos, rescate y salvamento, muchos vecinos han sentido alivio y creen que pronto saldrán del peligro.
Aunque al caer la noche aún se preparaban para sacar a las primeras personas dentro de la construcción, los bomberos presentes en el sitio buscaban la mejor ubicación para la colocación de un elevador externo y comenzar las labores de rescate, tras la negativa de los atrapados en bajar por el articulado dispuesto por el comando especializado.
Una señora que se encontraba como espectadora señaló a CubaNet que algunos familiares se encontraban encerrados en el quinto piso. “Mi tía me llamó cuando se cayeron las escaleras para que supiera, pero hace horas de esto y todavía no han podido sacar a nadie”.
“Si fuera en un edificio de dirigentes el trato sería otro”, protestó.
Muchos transeúntes ha estado tomando fotos de lo sucedido y algunos jóvenes ya suben a sus redes sociales lo que acontece en las inmediaciones del parque wifi de Fe del Valle, donde se ubicaba la antigua tienda El Encanto.
“Esto no me lo voy a perder”, dijo un joven que grababa desde una de las esquinas con su teléfono celular. “Ahora lo compartiré en mi Face”, alegó.
Una trabajadora de Planificación Física presente en el lugar comentaba que muchas estructuras en el área se encuentran en difíciles condiciones de habitabilidad. “Si sacamos a todas estas personas de los edificios en mal estado no tendremos lugar para albergarlos”.
También expuso que las capacidades en el municipio son limitadas. “Los albergues en Centro Habana están en derrumbe y hoy las personas no se quieren ir para otros a las afueras de la ciudad”, concluyó.
Ya muchos vecinos aluden hacer resistencia porque no saldrán del lugar donde han nacido. “Nací y me crié en Centro Habana y de aquí no me voy”, apuntó una joven que agradece haber estado fuera del edificio. “No sé vivir en otra parte, no aceptaré nada a cambio, mi condición es la construcción de mi casa en este mismo lugar”.
Según datos ofrecidos por Eduardo, Jefe del Consejo Colón (representante comunitario), el Serrá cuenta con 121 núcleos familiares y más de 630 habitantes. “Por el momento se hará la escalera provisional de madera, hasta que se indique el lugar para albergar a esta cantidad de personas, pero solo podemos decir que el lugar con capacidad suficiente es en el municipio Cotorro”.
Ya bien entrada la noche, el cuerpo de Rescate y Salvamento se mantenía en el lugar en compañía de especialistas en montaje de andamios y elevadores, mientras por el interior del edificio varios constructores comenzaban a montar la escalera de madera, para facilitar el acceso a los residentes incomunicados.