LA HABANA, Cuba.- Durante el 2016 el Grupo Empresarial Correos de Cuba recibió 1 557 quejas, informó José Manuel Valido Rodríguez, director de comunicación institucional de esa empresa en los más recientes foros realizados durante dos jornadas en los sitios oficialistas del país.
Entre ellas se reiteran los problemas de suscripción a la prensa impresa y de la entrega de los bultos postales, lo cual demuestra el poco interés de las autoridades cubanas por mantener a la población manteniendo secuestrada inclusa la propia información estatal que ofrece el propio Gobierno cubano.
Para el pasado año se registraron unas 130 quejas por pérdidas, espoliaciones y cambios de contenido de los paquetes y bultos postales, informó en los medios oficialistas la ingeniera Zoraya Bravo Fuentes, vicepresidenta primera de Correos de Cuba.
Los principales problemas tienen que ver con aquellos bultos provenientes de Estados Unidos y de Europa, dándose casos como el de Mirtha Portillo, que espera un paquete proveniente de Alemania desde hace dos meses. También Esther Blanco, residente en Holguín, aguarda por un paquete postal que le enviaron desde La Habana hace más de un mes.
Después del 17 de diciembre de 2014 se incrementó el volumen de bultos que se reciben en la Oficina de Cambio Internacional de La Habana, que distribuye la paquetería proveniente desde los Estados Unidos.
Por problemas de transportación, de la capacitación del personal que trabaja en dicha oficina y otros de seguridad del envío, dicha oficina constituye hoy una gran traba para el recibo de los bultos postales.
El transporte del que dispone la Oficina de Correos tiene más de 15 años de explotación. Carros que, como dice Carlos Jesús Asencio Valerino, presidente del Grupo Empresarial, son de múltiples marcas, y los repuestos de partes y piezas para los mismos no se encuentran con facilidad en el territorio nacional. Un hecho que es común en todos los automóviles del país, más si son estatales.
Una alternativa serían las bicicletas. Al principio del Periodo Especial en Cuba se asumieron como el medio de transporte alternativo que resolvería los muchos problemas de transportación, al menos provisionalmente. Se entregaron en los años noventa miles de bicicletas de factura china y otras de fabricación cubana cuyas piezas de repuesto también se convirtieron en un problema.
Pepe, vendedor de piezas en un mercado clandestino, comentó a este reportero que hace más de un mes y medio que no hay piezas nuevas. “No se encuentran los tacos de freno, las chicharras ni las cadenas; las gomas están malísimas y de cámaras solo aparecen las que inventan a 100 pesos la gente por ahí… si las encuentras”.
Los carteros cubanos han reclamado a las autoridades superiores del Grupo Empresarial Correos de Cuba un pedido de más de 3 000 ciclos para aligerar la carga de trabajo que tienen. Desde hace más de tres años recibieron la promesa de que se les iban a entregar nuevos medios de transportación, pero hasta la fecha solo se han facilitado unas 600 bicicletas.
Roberto Moro denuncia que envió una carta desde el municipio de Plaza de la Revolución hasta el vecino territorio de Playa, ambos dentro de la capital cubana. Sin embargo ya han pasado más de 60 días y todavía no ha llegado a su destinatario.
El servicio de Correos también entrega las facturas telefónicas a domicilio. Pero Katia, de Playa, lleva más de ocho meses sin recibir la factura, y Nuria Riso Caraballo tiene el mismo problema desde hace un año. Las autoridades de Correos se justifican diciendo que es por problemas de solicitud, pero las ciudadanas consideran que ese es un servicio que ya ellas pagan mensualmente sumado al mismo pago de la tarifa telefónica.
Correos de Cuba también hace la entrega de las suscripciones a los periódicos nacionales Granma, Juventud Rebelde y Trabajadores, de las cuales más del 80 % son suscripciones estatales.
La empresa estatal hoy, más que un aliciente, representa una preocupación. La permanente insatisfacción demuestra que el grupo deber trabajar mucho para mejorar.