LA HABANA, Cuba. – La represión contra periodistas independientes y activistas por parte de las fuerzas del régimen, no se detiene. En lo que va de 2015, miembros de la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP) lo han sufrido en carne propia.
En la mañana del pasado 6 de febrero, Marisleidys Sánchez Vargas, psicóloga de este proyecto, fue arrestada saliendo de su casa e introducida en un carro de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) cuando se dirigía a un mercado cercano.
“Eran las 8 y 30 am aproximadamente cuando me salió al paso un agente de la Seguridad del Estado (autodenominado) Maikel. Le pregunté que qué pasaba, y me respondió, entre palabras obscenas, que me arrestaba”, comentó Marisleidys.
Sánchez Vargas, fue introducida en la patrulla con matricula 143: “Parece que venían con las órdenes de llevarme y dejarme en una carretera que está por la escuela Lenin, en el municipio Arroyo Naranjo, a varios kilómetros de mi casa”, declaró ella.
Según Marisleidys, dos días antes de este arresto, ese mismo individuo se paró a su lado, cuando ella estaba en una cafetería, en el municipio Diez de Octubre, y le preguntó a ella que qué hacía en APLP si ella no es periodista. “Además me dijo que iban a romper el grupo (la APLP)”, comentó.
Marisleidys Sánchez comenzó a trabajar en la Asociación Pro Libertad de Prensa en diciembre de 2014. Desarrolla un proyecto nuevo con la función de ofrecer atención y apoyo psicológico a periodistas y sus familiares, y demás colegas.
Por otro lado, se conoció por estos días que el reportero gráfico Yoel Bencomo Martínez, residente en la provincia Santa Clara, fue sentenciado a 12 meses de prisión, acusado de desobediencia.
También, alrededor de las cuatro de la tarde del día 28 de enero pasado fue detenido el corresponsal Juan Carlos Linares Balmaseda. Reportaba un acto en honor al natalicio de José Martí Pérez. En una patrulla lo condujeron a la estación policial de Aguilera, en el barrio Lawton. Poco después, sería liberado.
Otro de los detenidos fue el bloguero Agustín López, a quien condujeron a la estación policial del municipio Cotorro, y liberarían al anochecer.
El acto de homenaje a José Martí se intentó realizar en la barriada La Palma, situada en el capitalino municipio Arroyo Naranjo. Allí llegaron a reunirse casi treinta activistas, quienes se disponían a colocar una corona de flores en un busto del patriota, a una distancia menor de un kilómetro. De modo gradual y selectivo, todos serían liberados horas más tarde.