BAYAMO, Cuba. – “Comprar aquí no es fácil. Si encuentras lo que necesitas en los puntos de venta es a precios de boutique. Todo carísimo y la mayor parte del tiempo faltan muchos materiales, sin embargo en la misma puerta los revendedores tienen de todo, pero a mayores precios. ¿Así como es que vamos a construir o al menos reparar nuestras casas? Pero las de los dirigentes no son casas sino fortalezas hechas a su gusto y a su placer”, comenta Julia Piña, vecina bayamés, en medio de la frustración.
En horas de la mañana del pasado martes, una multitud de personas se aglomeraron frente al punto de venta de materiales constructivos del reparto bayamés Rosa la Bayamesa, deteniendo el tránsito y provocando un caos general al protestar por la desorganización de la venta y el desabastecimiento del local.
La escasez de materiales de la construcción en los puntos de venta nacionales alarma a muchos de los compradores, mientras que al mismo tiempo los clientes cuestionan lo que los funcionarios del gobierno dicen por la radio y la TV, cuando hacen eco de la frase del jefe de estado, Raúl Castro: “el único compromiso de esta Revolución, es con el pueblo.”
Luego de un recorrido por los distintos puntos de venta de materiales para la construcción, conservación, rehabilitación y servicios a la vivienda en la provincia Granma, se pudo verificar que solamente se están vendiendo en estos momentos juegos de baños, tejas metálicas, algunos áridos y tanques plásticos para atender los casos de subsidios. La Empresa MultiMat escasamente logra abastecer materiales para la venta liberada.
Desde horas tempranas los bayameses que necesitan materiales de construcción hacen colas frente a estos puntos de ventas. En los últimos meses, estos esfuerzos se han visto frustrados debido al desabasteciendo de las entidades y el encarecido precio de los sacos de cemento, muy por encima del salario básico de los trabajadores cubanos.
Miguel Rodríguez, vecino de la ciudad de los coches quien se encontraba desde temprano en uno de estos puntos de venta, le comentó a Cubanet, “Yo estoy por arreglar mi cuarto y llevo varios días viniendo a comprar cemento y no he podido alcanzar pues esto aquí es como un clan. Primero los jefes grandes vienen y cargan lo que necesitan, luego los que trabajan aquí que le resuelven a los amigos y no amigos, después los revendedores y cuando le toca al pueblo todo se acabó y no puedo comprar. La única opción es a sobreprecio por fuera y si el Estado vende carísimo, con los revendedores es peor.”