LA HABANA, CUBA.- Hace apenas 4 meses el complejo monumental Antonio Maceo, en la capital habanera, fue reparado. Tenía la protección de custodios de la oficina del Historiador de La Habana, pero una medida del gobierno propició el vandalismo.
Enrique, un vecino, nos invitó a que visitáramos el monumento.
“He querido que vengan aquí para que aprecien el maltrato, el robo, el abandono y el deterioro que lleva este parque tan emblemático. Esto fue reparado hace unos cuantos años y lo mantuvieron cerrado, estaba impecable. Lo abrieron en el 2015, le cambiaron las cercas, le retiraron los portones no sé porque, en fin, ustedes ahora pueden ver la destrucción que hay”, comenta.
Agrega que las cercas de aluminio las parten por piezas y se las llevan, las venden a los fundidores de artículos de aluminios o la venden a materias primas. “Las losas se las roban para revestir paredes, en fin, esto es un desastre”.
Recorrimos el parque y nos encontramos al vecino Alberto Fonseca “Marín”, listo para una siesta de mediodía en un banco. Le preguntamos por el deterioro del parque.
“Mira, aquí había custodios que protegían toda la instalación, pero no le daban el uso educativo que requiere, permanecía cerrado. Entonces vino un sabelotodo, quitaron a los vigilantes, abrieron las puertas del monumento, bajaron las cercas y a robar se ha dicho. Es lo que han hecho esta gente del gobierno, acabar con todo y permitir que se roben hasta su madre”.
“El 7 de diciembre se conmemorará 119 años de su (Antonio Maceo) muerte en 1896. El parque estará destruido, si no lo protegen”.
El histórico complejo monumental está enclavado en un área de casi dos hectáreas, limitado por las calles Malecón, San Lázaro, Belascoaín y Marina, frente al Hospital Hermanos Ameijiras, en el municipio Centro Habana.
El parque cuenta además con un área infantil para niños menores de 7 años, una fuente de agua, bancos para el descanso y una extensa área para que los niños jueguen sin peligro alguno.
Dolores y Nemesio, un matrimonio que descansaba en uno de los bancos bajo la sombra de un uvero, quisieron opinar sobre cómo se sentían en el parque Antonio Maceo.
“Que te podemos decir, quisimos sentarnos allí (señalan a unos bancos con mucha sombra) y la peste a heces y orine no nos dejaba comer este bocadito. Vimos a un policía en bicicleta que se metió en el hueco aquél del parque infantil con una muchacha, qué desvergonzado”.
Nos dirigimos a la Dirección de Servicios Comunales de Centro Habana, responsable de los espacios públicos, pero fue imposible hablar con Maite de la Caridad Varela, su directora. La secretaria nos explicó que la custodia del parque Antonio Maceo sigue en manos de Eusebio Leal, el Historiador de La Habana, que no ha realizado la entrega oficial a su entidad.
Finalmente acudimos a la oficina de Eusebio Leal, historiador de La Habana, pero no pudimos verlo. María Isabel Martínez, jefa del Grupo de Inversiones Malecón Extramuros, de la Oficina del Historiador de La Habana (OHCH), tampoco quiso que la entrevistáramos. “Hay un conflicto. En terreno de nadie está el complejo monumental Antonio Maceo”, dijo vía telefónica Lissette, la secretaria.