BAYAMO, Cuba. -“Esto es para volverse loco, cuando llegan las vacaciones yo aparte del salario de mi esposa y el mío, tengo que criar puercos para venderlos y así aumentar un poco las ganancias. Con eso me costeo un fin de semana en la playa con mis hijos y otra parte de ese dinero lo gasto en ropa y materiales del próximo curso. Y ni pensar en llevarlos a ver la familia en La Habana, pues solo el pasaje de ida y vuelta supera los mil pesos, sin contar los gastos del camino y la estadía. Esto es lo único que puedo hacer por la familia y todos los años es lo mismo.”
Llegan las vacaciones y los padres bayameses quieren disfrutarlas con sus hijos. Luego de una larga etapa escolar, la gran duda es cómo lograrlo si las opciones recreativas en la ciudad son muy escasas y muy por encima del salario básico. ¿Qué le regalamos?, ¿Dónde los llevamos? y ¿Cómo pagamos los gastos? Son las preguntas más comunes en las mentes de los padres cada verano.
Lenia, trabajadora de comercio de 26 años y madre de dos niños nos dice: “Mi esposo y yo nos pasamos diez meses trabajando como animales para reunir algo de dinero y poder al menos ir al campismo con los muchachos y malamente alcanza para una semana durante las vacaciones. Luego del campismo no salimos más hasta los carnavales, pues después vienen los gastos de uniformes y materiales escolares. Estos son en divisas y debes destinar por lo menos 20 a 30 dólares, entre mochilas, zapatos y medias y aun así me quedo corta.”
Las escasas opciones recreativas dejan mucho que desear, los parques de diversión tienen la mayoría de sus equipos rotos, las ofertas gastronómicas son pocas y siempre las mismas. Además casi nunca alcanzan y las colas son enormes. Se carece de lugares nocturnos donde divertirse y en los que existen reina la violencia.
Para los adolescentes la oferta recreativa es también poca e insegura. Iliana Blanco, trabajadora de salud pública, nos comenta que tiene una hija de 14 años que gusta de salir con sus amigas, pero en la ciudad de Bayamo hay una sola discoteca. “Es en el Hotel Sierra Maestra y allí, es común la violencia para resolver los problemas, casi todos los fines de semana hay heridos o apuñalados, cada día la violencia es mayor y yo prefiero ser dura con mi hija a perderla en esos lugares. Los jóvenes al no tener donde ir, se van para el maleconcito con botellas de ron y algunos consumen drogas allí, con solo pasar por allí puedes verlo.”
Por su parte Annia Ramos dice: “Yo vivo en las afueras de la ciudad, allí casi nunca hacen actividades recreativas por parte del Gobierno, gracias debemos darles a los del proyecto comunitario Patria Somos Todos, ellos son disidentes, pero la comunidad los ha acogido con cariño, porque son los que están promoviendo actividades de recreación sana con los niños y jóvenes, dan charlas educativas, clases de dibujo, e inclusive hacen donativos de ropas y medicamentos” y continuó diciendo, “mis hijos y los demás niños de aquí disfrutan cuando ellos vienen. Yo no sé porque los reprimen por eso.”