ARTEMISA, Cuba.- Los vecinos del batey del desmantelado central azucarero Augusto César Sandino, municipio Mariel, provincia Artemisa, llevan una semana sin agua debido a la rotura del transformador eléctrico que alimenta la bomba además de que se han quejado infructuosamente durante años por la impureza del líquido que habitualmente les suministran.
En visita al batey el 17 del corriente, conocimos de la última interrupción del servicio y varios vecinos dieron testimonio de la pésima calidad del agua bombeada desde un río hasta un enorme depósito destapado para su ulterior distribución.
Coinciden todos los consultados que desde hace al menos 13 años, cuando desmontaron el central que no se limpia el depósito (tanque) que tiene una capa de limo en la superficie y su fondo lleno de suciedad.
Aguas arriba del río de donde se toma el agua, se ubica una granja acuícola cuyos residuos corren por el mismo además de que en su trayecto hasta dicha toma se bañan personas, animales y vierten desechos de cochiqueras y viviendas particulares.
Asegura una de las fuentes, Mario Fuentes, que reside en un costado del tanque: “Aunque no lo creas, hay mucha gente que toma esa agua sin hervirla. De milagro no hay muertos aquí, a veces la pestilencia que sale del tanque se siente en mi casa.”
En pozos de fincas particulares o de patios de casas, se ven numerosas personas con recipientes de todo tipo cargando el imprescindible líquido para sus necesidades vitales mínimas ante la interrupción del servicio en medio de la crisis debida a la prolongada sequía que afecta a la isla.
A mediados de la década de los noventa, la organización Cáritas de Pinar del Río recibió la donación de un acueducto completo y pidieron a este reportero que consultara con el presidente del Consejo Popular de Cabañas, que incluye dicho batey, si podían destinarlo a este último.
Después de consultar la propuesta con la dirección municipal Mariel, dicho delegado explicó que no lo aceptarían pues el municipio tenía un proyecto que pronto se realizaría y solucionaría definitivamente el problema del agua de Sandino.
Ironías de la vida; el supuesto proyecto nunca se efectuó y el delegado estará muy frustrado, pues reside en el batey de marras junto a su familia.
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