LA HABANA, Cuba.- La filial cubana de la mayor organización humanitaria y caritativa del mundo desarrollará a lo largo de esta semana su colecta anual. A través de las parroquias de la Iglesia católica, Cáritas ha iniciado su campaña para obtener fondos que contribuyan a mantener su labor humanitaria en el territorio nacional.
Felipe, voluntario de esa organización, comenta: “La organización Cáritas Cuba mantiene un programa bastante amplio de asistencia a personas de bajos recursos. Nos enfocamos, por ejemplo, en los ancianos. Que en nuestro país deben sobrevivir con unas pensiones bajísimas y si no tienen familiares que los apoyen pueden llegar a vivir en condiciones verdaderamente deplorables”.
En La Habana, capital del país, Cáritas cuenta con 117 voluntarios que brindan atención a más de 700 ancianos de bajos ingresos a través de 38 servicios. Entre los servicios que brinda la organización, nacida en la ciudad alemana de Friburgo el año 1897, se encuentran la entrega de bolsas alimenticias y el cuidado a tiempo completo para aquellos que sufren problemas de minusvalía.
Ana Juana, anciana beneficiaria, dice: “Mi jubilación es simbólica, 190 CUP; gracias a Dios los muchachos de Cáritas me ayudan a través de mi parroquia todas las semanas. Me dan una ‘jabita’ (bolsa) con aceite, arroz, medicinas y otras cosas que yo no podría comprar por mí misma. Le pido a Dios que los bendiga mucho”.
Aunque Cáritas Cuba es financiada principalmente desde el exterior, se espera que el dinero de la colecta sea un principio en el camino de la financiación desde el propio país.
Felipe comenta: “Se trata de que también los cubanos aprendamos a compartir, independientemente de que seamos católicos o no. Se trata de aprender que siempre existe alguien que está en peores condiciones y que la solidaridad no es sólo una palabra escrita en el papel”.
A través de las parroquias nacionales los interesados en contribuir podrán hacer llegar sus donaciones hasta el próximo domingo. En el caso de La Habana, el dinero obtenido en la colecta contribuirá a mantener en marcha la asistencia humanitaria que se brinda mediante 69 proyectos y servicios a más de 3 000 personas en condiciones de exclusión social. Cáritas atiende en la capital nacional a 332 personas con discapacidad y 1087 niños y adolescentes en barrios marginales.
“Se trata de abrir tu corazón al otro, que es lema de nuestra colecta. Es reconocernos en los que pasan penurias”, dice Felipe.
Teresa, residente del municipio Playa, confiesa: “Nunca fui católica pero sí puedo decirte que esta gente trabaja duro. Desafortunadamente no dan abasto porque el nivel de miseria que tenemos en Cuba es escalofriante”.
Luis Orlando, vecino del Cerro, comenta: “Yo siempre que puedo les doy algo a la gente de Cáritas porque he visto que es gente seria. Sé que el dinero va a parar en un comedor para gente que está comiendo ‘soga’ (pasando por dificultades). No como la MTT (Milicias de Tropas Territoriales) y toda la mierda de sindicato que estoy casi seguro que mi jefe se lo come”.
Las personas interesadas en la labor humanitaria de Cáritas pueden contactar con la sede de la organización en La Habana, situada en la Calle Calzada No. 553, entre C y D, Vedado, o a través de su correo electrónico caritashabana@iglesiacatolica.cu