HOLGUÍN, Cuba.- Entre los autos que circulan por las céntricas calles de la ciudad de Holguín se ve a un hombre montando a caballo. La imagen ha llamado la atención de los choferes y transeúntes. Mientras unos se extrañan, otros sonríen ante una situación atípica que, por frecuente, poco a poco se va convirtiendo en común.
Pero, al contrario de lo que muchos piensan, este no es un simple paseo a la usanza de siglos pasados. El que cabalga en plena urbe es un trabajador por cuenta propia que labora como cochero y a quien la policía le ha quitado su carro por presuntas violaciones de la Ley 109 del código del tránsito.
Sin embargo, muchas veces la autoridad aplica arbitrariamente las disposiciones legales, dice a CubaNet Enrique Velázquez, el cochero afectado.
“Yo hice una parada provisional para que se bajara un pasajero, y un policía me dijo que violé un artículo por mal estacionamiento”, relata.
Por la supuesta infracción le impusieron 260 pesos de multa, y como medida accesoria dejaron retenido durante una semana su coche, por el que pagará 16 pesos diarios mientras dure la reclusión.
Hasta ese momento, Velázquez tendrá que buscar otro trabajo que garantice el sustento de su familia y el cuidado y la alimentación del caballo.
Su vehículo de tracción animal quedó detenido junto a otros cinco en un almacén situado en la calle Martí número 158, entre Antonio Guiteras y Rastro.
En el lugar, varios cocheros consultados por CubaNet aseguran que el acoso policial contra su labor ha aumentado desde finales del año pasado, e incluso se han decomisado caballos y coches.
Orlando, un cochero que ejerce la profesión hace siete años y que en diez días ha sido multado en dos ocasiones, piensa que la arremetida de los inspectores y la policía contra él y sus colegas responden a una acción premeditada del gobierno ante el aumento de los trabajadores por cuenta propia.
“Son medidas intimidatorias para que disminuya el número de personas que se acogen a esta modalidad de trabajo”, afirma Orlando.
Asegura que al gobierno no le conviene el incremento de los trabajadores privados porque así pierden el control político.
“Los cuentapropistas somos independientes y no nos pueden obligar a desfilar en la plaza, ni que vayamos a votar en las elecciones, como hacen con los que trabajan con el Estado”, reflexiona.
Por otra parte, los transportistas privados que utilizan la tracción animal como sustento no reciben beneficio del gobierno.
“Estamos obligados a comprarle al particular, que vende muy caro. La miel y la harina para alimentar al caballo están a precios exorbitantes. También pagamos para que nos cuiden el coche y el animal por la noche. Sumado a esto hay que pagar la patente y el 10 %, de la ganancia. Son muchos los gastos”, se lamenta Juan Ramón Serrano, un cochero que ha venido a buscar su vehículo retenido hace siete días.
Serrano comenta que la medida de castigo se la aplicaron por circular sin permiso en horario nocturno.
Sin embargo, considera que ha sido víctima de la burocracia porque en sus siete años como cochero, y a pesar de haberlo solicitado, nunca ha podido obtener un permiso para circular por la noche, “porque es un listado que tiene la empresa de transporte y nunca avisan, y ese listado no se renueva; tiene mil años de hecho.”, ironiza.
Las acciones policiales contra los cocheros se producen en medio de una declaración oficial que indica que, del 2010 al 2015, en la provincia han causado baja 56 355 cuentapropistas, la mayoría de ellos por bajos ingresos, dijo al canal local Telecristal María Elena Consuegra Gómez, directora Provincial de Trabajo.