MIAMI, Estados Unidos.- En su primer discurso ante el Congreso de EE.UU., el presidente Donald Trump habló el pasado martes sobre la posibilidad de aprobar una reforma migratoria en el país.
El hecho ocurre una semana después de dar el visto bueno para las deportaciones masivas de indocumentados, que en EE.UU. suman más de 11 millones, la mayoría de ellos hispanos.
Basado en el discurso del presidente esta semana ante el Legislativo, Diario Las Américas señala que la reforma de Trump buscaría un sistema de inmigración “basado en el mérito”.
“Creo que una reforma inmigratoria real y positiva es posible siempre y cuando nos centremos en los siguientes objetivos: mejorar los puestos de trabajo y salarios de los estadounidenses, reforzar la seguridad de nuestra nación y restaurar el respeto a nuestras leyes”, dijo el inquilino de la Casa Blanca.
En una comida con presentadores televisivos celebrada antes de su discurso, Trump aclaró que no es contrario a la entrada de inmigrantes a EE.UU., siempre que no sean criminales peligrosos y violentos, tengan trabajo y paguen impuestos.
Uno de los pilares de la campaña presidencial de Donald Trump fue la expulsión de los indocumentados. Sin embargo, en las medidas tomadas recientemente a tal efecto la administración exceptuó a los llamados ‘dreamers’ —hijos de inmigrantes ilegales que llegaron a EE.UU. siendo niños—.
La reforma migratoria provoca divisiones en el seno del partido republicano, mientras que los demócratas son partidarios de regularizar la situación de los indocumentados.
Para Michael Shifter, presidente del think tank Diálogo Interamericano, “Trump ha sido una caja de sorpresas y contradicciones en inmigración, lo que se reflejó en su discurso ante el Congreso”, según indicó a DPA.
“Es difícil juntar todas las piezas (muro, deportaciones y ahora la posible reforma) para que den sentido a la posición de Trump”, añadió. “Pero el tema de la inmigración está hoy mejor que ayer. Quién sabe cómo será mañana”.