Un documental británico recientemente estrenado, llamado Mad Dog: Inside the Secret World of Muammar Gaddafi (Perro rabioso: dentro del mundo secreto de Muammar Khadafi), se centra en la figura de Frank Terpil, un fugitivo de los Estados Unidos y agente renegado de la CIA de 74 años, que rememora la época en la que ayudaba al fallecido dictador libio, Muammar Khadafi, a asesinar a sus enemigos.
Michael Chrisman, coproductor del documental producido por Fresh One Productions para el canal Showtime, contó que Terpil admitió haber ayudado al derrocado ex presidente de Libia a manejar una campaña para encontrar y asesinar a sus enemigos en el extranjero, de acuerdo con lo consignado por El Nuevo Herald.
“Yo lo llamaría ‘Asesinatos incorporados’, sí, asesinato por contrato. Khadafi creía que todo el que fuera disidente debía ser eliminado”, narró Terpil, quien agregó que el dictador quería que le trajeran la cabeza de uno de sus enemigos en una hielera.
Trepil también manifestó haber contratado a dos exiliados cubanos en Miami, a quienes encomendó la tarea de asesinar a Ilich Ramírez Sánchez, alias “Carlos, el Chacal”, según cuenta Chrisman.
Sin embargo, los cubanos se rehusaron al percatarse de que, en verdad, se trataba de un enemigo de Khadafi.
“Terpil no expresó ningún remordimiento o duda al contar la historia de manera muy factual, con un toque de humor morboso, acerca del tiempo que pasó ayudando a dirigir y conseguir suministros para la campaña internacional de terror de Khadafi”, aseguró Chrisman a través de un comunicado de prensa para el documental.
“Khadafi creía que todo el que fuera disidente debía ser eliminado”
Terpil es uno de los más de 70 fugitivos estadounidenses que se refugiaron en Cuba, donde son considerados como víctimas de una persecución política.
Acusado de conspiración para cometer asesinato y de entregar más de 20 toneladas de explosivos plásticos a Khadafi, en 1980 huyó de los Estados Unidos hacia la isla.
La Dirección General de Inteligencia le atribuyó el nombre en clave de Curiel –conejillo de Indias-. En 1987, se le asignó la misión de reclutar a un agente de la CIA en Checoslovaquia, explica el analista retirado de la agencia Brian Latell en su libro Castro’s Secrets: Cuban Intelligence, the CIA and the Kennedy Assassination (Los secretos de Castro: la inteligencia cubana, la CIA y el asesinato de Kennedy).
Terpil contó en la entrevista que fue obligado a renunciar a la agencia luego de que allí se enteraran de que cuando él estaba asignado en India, había realizado un negocio de dinero a través de Afganistán para su beneficio personal.
Además, Terpil también reconoció que trabajó para dictadores como Idi Amin de Uganda, Saddam Hussein de Irak, y Anastasio Somoza de Nicaragua, así como para los gobiernos de Arabia Saudita, Irán y Egipto.
Chrisman narra que el agente refugiado fue entrevistado en su casa de La Habana en diciembre pasado y dio la impresión de llevar una vida “con poco que hacer, (y) pasa mucho tiempo con un trago en la mano en los bares de La Habana”.