En su decidido avance hacia Bagdad, los islamistas radicales del Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL) atacaron ayer la principal refinería de petróleo del país y se enfrentaron con fuerzas del Ejército. A medida que pasan los días la ofensiva aumenta y su poder de fuego también, al punto que el propio gobierno solicitó ayer formalmente a Estados Unidos que realice ataques aéreos para contener el avance de los yihadistas.
En una batalla cruzada de información, como viene ocurriendo en los últimos días, las dos partes se adjudicaron el control de la refinería de la ciudad de Baiji, a 250 kilómetros al norte de la capital. Las tropas leales a Bagdad informaron que mataron a 40 insurgentes y el EIIL sostiene que produjo “numerosas bajas” en las filas oficiales y que domina la mayor parte de la instalación, que procesa 300.000 barriles de crudo por día y es el motor de la economía de Irak.
En un mensaje televisado a la nación que mezcló optimismo con alarma, el primer ministro iraquí, el shiíta Nuri Al Maliki, dijo ayer que el Ejército lanzó una contraofensiva que dará una “lección” a los insurgentes de origen sunita, luego de que numerosos soldados iraquíes abandonaran sus puestos al inicio del avance de los islamistas. Sus palabras suenan poco convincentes cuando el propio ministro de Exteriores, Hoshyar Zebari, ya le pidió de manera formal a la Casa Blanca que ataque a los milicianos porque representan un peligro para las inversiones petroleras occidentales que estuvieron abandonando Irak en las últimas horas.
El EIIL lucha por establecer un califato sunita en Irak y Siria que se rija por preceptos religiosos medievales, como la prohibición de la educación para las mujeres o el castigo del corte de manos para los ladrones, entre otros. Su avance hacia Bagdad -ayer se libraron combates a 60 kilómetros de la capital- amenaza con reeditar la ola de violencia sectaria que en 2006 y 2007 dejó a Irak al borde de la guerra civil, en el caos desatado tras la invasión de EE.UU. en 2003.
Por el momento, el presidente estadounidense no definió su intervención. Ya tuvo contactos con Irán y convocó ayer a los líderes republicanos y demócratas de las dos Cámaras del Congreso, para abordar el tema, pero no entregó una resolución. Hasta el momento, Washington envió 275 soldados para proteger el personal y su embajada en Bagdad y puso cuatro buques en el Golfo Pérsico.
Los yihadistas ya tomaron la provincia de Nínive y su capital Mosul, la segunda ciudad en importancia del país; Tikrit y vastas áreas de las provincias de Saladino, Kirkuk y Dhuluiyah. También se adueñaron de un amplio sector de la región de Tal Afar, de importancia estratégica porque les permite controlar el acceso hacia Siria, donde dominan numerosas regiones.