MIAMI, Estados Unidos.- Por segundo día consecutivo los manifestantes salieron a las calles en Teherán para protestar por los altos niveles de inflación y la crisis económica que atraviesa el país. Ya este lunes miles de iraníes habían chocado con la policía frente al Parlamento, y las fuerzas de seguridad reaccionaron disparando gas lacrimógeno contra los huelguistas.
Este es el primer enfrentamiento de este tipo después de protestas similares que sacudieron al país a principios de año. Es por ello que el presidente de la República de Irán, Hassan Rouhani, habló en vivo en la televisión estatal para asegurar que el país podrá hacerle frente a los cambios traídos por la decisión de Donald Trump, de retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales, a fin de restablecer las sanciones contra el país.
Rouhani aseguró que “tenemos suficiente azúcar, trigo y aceite para cocinar . Tenemos suficiente moneda extranjera para inyectar en el mercado”.
La manifestación improvisada de este lunes causó el cierre de dos importantes centros comerciales de teléfonos celulares y otros productos electrónicos en Teherán. Las protestas indican el malestar generalizado de un país cuya economía se encuentran en un delicado estado, con una inflación en valores cercanos al 10% y un desempleo del 13% que se acentúa entre los jóvenes.
Hasta el momento no se conoce quiénes dirigieron las protestas, las cuales comenzaron frente al Gran Bazar después de que el rial iraní se devaluó a 90.000 por dólar en el mercado negro del país, a pesar de los intentos del gobierno por controlar el tipo de cambio.
Si bien la mayoría de los reportes señalaban que el motivo de las protestas era económico, también hubo cantos contra el régimen del ayatolá Ali Khamenei.
La última ola de protestas que sacudió al país ocurrió a finales de 2017 y comienzos de este año, cuando decenas de miles salieron a las calles motivados, en especial, por el alto costo de vida y las promesas incumplidas por los gobernantes.