Noviembre 9,
2006
Nefasto, los rollos y la dialéctica
Víctor Manuel Domínguez, Sindical Press
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Si el rollo es una serie
ordenada de contratiempos, peloteos, burlas, burocratismo, falta de profesionalidad
y respeto, no hay dudas de que miles de cubanos practican la dialéctica.
Por eso me resulta extraño que decenas de ciudadanos de todos
los rincones de la Isla se quejen sobre el aumento de las fluctuaciones
en el voltaje eléctrico en medio de una revolución energética.
Y todavía más que protesten, manden cartas, se indignen
y acusen a quienes luchan por el desarrollo sostenido de los rollos, la
estabilización de los problemas y el aumento en frecuencia de la
crítica situación de los servicios.
¿Cómo es posible que en medio de una batalla de ideas
alguien sea tan materialista que juzgue de lentos e incapaces a funcionarios
de la Organización Básica Eléctrica (OBE), porque
aún a finales de 2006 no han repuesto el enrollado que se les quemó
a dos ventiladores suyos en febrero de 2002?
¿Quién se atreve bajo los fragores de una revolución
energética a criticar el queme, achicharre, explosión de
algunos equipos en 81 viviendas que se alimentan de un solo transformador?
Sólo los eternos inconformes, los hipócritas, y quienes
olvidan o pasan por alto que Hatuey era cacique y no tenía ventilador.
Hay que ver en este amasijo de cables humeantes y a punto de estallar,
la obra colectiva de un proyecto que anula por defecto el sueño
individual. Es preciso entender la necesidad de darle uso a los nuevos
carritos y los equipos sofisticados de los trabajadores de la OBE. Permitir
que sus directivos se adapten al nuevo buró, al plan de incumplimiento,
las olas de promesas, y al corrientazo de reclamaciones que, debido a
las fluctuaciones en el voltaje, le pongan la oficina en alta tensión
por la simple quema del motor de un refrigerador u otros medios decorativos
que estaban en el hogar.
Si conoce de historia sabrá que Nefertiti jamás tuvo una
hornilla eléctrica, Colón un bombillo ahorrador, ni el zar
Nicolás un DVD. ¡Jamás les preocupó si la OBE
no tenía financiamiento para enrollar equipos! Y mucho menos si
los funcionarios de atención a la población nunca están
presentes a la hora de desenrollar un rollo.
Si una de las rarezas de la dialéctica es el encadenamiento de
sucesos que ponen la capacidad del ser humano a punto de estallar, ¿por
qué no entender que hoy se quemen los equipos de una cuadra, mañana
los de una manzana, y quién sabe si un día todos los de
una ciudad, como materialización del concepto aplicado por los
"obreros" en algunas zonas del país?
Sólo resta decirles que no se alarmen, que los rollos, por mucho
que se enrollen, serán desenrollados, como aseguro yo, Nefasto
"El enrollador".
CubaNet no reclama exclusividad de
sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo,
siempre que se le reconozca como fuente.
|