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Mayo 10, 2006 La cosa está mala para los bicitaxis Marilyn Díaz Fernández, Lux Info Press CAMAGUEY, Cuba - Mayo (www.cubanet.org) - Conocí a "Habana" un caluroso mediodía de abril. Sudoroso y con la voz entrecortada por la sofocación, mientras pedaleaba en su bicitaxi (bicicleta de tres ruedas en las que se transportan personas en Cuba) lo escuché decirle a un colega suyo: "La cosa está mala, asere. No te quieren dar patente para trabajar y viven detrás de uno". El joven de veinticinco años se refería a los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), que en la ciudad de Camagüey persiguen y acosan constantemente a los conductores de estos peculiares vehículos, exigiéndoles la licencia para trabajar por cuenta propia. Según dijo "Habana", él lleva mucho tiempo inscrito en una larga lista en la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT) camagüeyana, esperando que le sea otorgada la licencia de "cuentapropista". "Pero no puedo pararme, compadre, porque si no, mi mamá y yo nos morimos de hambre. ¿De qué voy a vivir? Mira, hoy por la mañana ya gasté 200 pesos en boberías para comer, porque no compré nada de importancia, y menos mal que somos nada más mi mamá y yo", agregó el bicitaxista, como para darse aliento. Porque, a pesar de que el oficio de pedalear se ha convertido en la única fuente de ingresos económicos para muchos ciudadanos, que sólo pretenden sostener a su familia honradamente, tienen que ejercerlo ilegalmente y haciendo piruetas para no ser atrapados y multados en cualquiera esquina, ya que esto sería para ellos un grave problema que los obligaría a continuar trabajando para pagar las multas. Lo cierto es que en la "ciudad de los tinajones" decenas de jóvenes como "Habana" recorren las calles en sus bicitaxis, tratando de no ser detenidos por algún agente de la policía, quien les impondría una multa que puede llegar a los 1,500 pesos. Sin embargo, la ONAT les niega el permiso, alegando que por ahora ya no otorgará ninguno más, sin dar otra explicación. "Lo peor es que nosotros no queremos hacer daño, sino buscarnos unos pesitos, y hasta ayudamos con el problema del transporte, que está tan malo. Pero eso también le molesta al gobierno, y no nos permite legalizarnos, ni trabajar de forma ilegal. Estamos de acuerdo en pagar un impuesto, pero queremos que nos dejen trabajar", argumentó el bicitaxista que me transportaba. LUX INFO-PRESS CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente. | |
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