Esta Sección



NoticiasDenunciasDocumentosArtículosOrganizacionesEnlaces
CubaNet

Enero 10, 2006

Los cubanos amanecen sin calendario

Reinaldo Cosano Alén, Lux Info Press

LA HABANA, Cuba - Enero (www.cubanet.org) - Con la expresión "cuando lleguen las calendas griegas", los antiguos romanos se referían al tiempo imposible, porque sus contemporáneos vecinos no tuvieron calendario.

La sentencia romana que ha llegado hasta nuestros días, pareciera a propósito para Cuba, donde se ha vuelto complicado conocer qué día se vive, por falta de calendarios.

Félix González Ochoa, residente en el poblado Jústiz, Habana del Este, compró el año pasado un almanaque en una librería de la Habana Vieja al precio de 2.25 dólares (unos 57 pesos) con hermosos paisajes cubanos, impreso en México.

González Ochoa, de escasos recursos, no pudo darse ese lujo este año, pero tiene la esperanza de que cuando se inicie la Feria del Libro de La Habana, en el mes de febrero, pueda comprar su calendario más barato y en moneda nacional.

José Manuel, un jubilado residente en Centro Habana, es más precavido. Antes de finalizar cada año se lanza a la caza del nuevo calendario para su familia. Como siempre, compró varios en la iglesia del Sagrado Corazón, al módico precio de cinco pesos. Bellos, a todo color, con aleccionadoras enseñanzas de la doctrina cristiana. También impresos en México, a pesar que desde los tiempos coloniales Cuba se distinguió por poseer una buena industria litográfica y excelentes artistas y operarios.

Los revendedores comercializan los almanaques al doble de su precio, pero pronto se agotan debido a la exigua cantidad y la mucha demanda.

Por la ausencia de calendarios y la monótona sucesión de los días, perdida la noción del tiempo, es frecuente escuchar en cualquier lugar: "¿Qué día es hoy?". Quien posea reloj-calendario dará respuesta a la pregunta mirando la esfera.

En los hogares con niños es fácil precisar el advenimiento del sábado, ya que el infante se encargará de proclamar que tendrá más tiempo para jugar y la escuela no abrirá sus puertas.

Los romanos dedicaron el sábado al dios Saturno, y es reconocido también por la especial significación que adolescentes y jóvenes le confieren. El sábado lavan los tenis temprano para que, expuestos al sol, se sequen rápido, y calzarlos a la noche para concurrir a la discoteca.

A falta de calendario para fijar los sábados laborables y no laborables, la pregunta más frecuente entre los trabajadores es: "¿El sábado próximo es corto o largo?"

Desde hace años, por resolución del Ministerio de Trabajo, en Cuba se laboran dos sábados al mes. Los otros se descansan. De ahí la expresión sábado largo y sábado corto, que se dedica a los arreglos de la vivienda, a tapar goteras, remendar, pero también para compartir con los amigos un buen dominó, mientras las amas de casa se ocupan de los quehaceres domésticos.

Con almanaque o sin él, el domingo se levanta la familia más tarde, atenuados los ruidos callejeros, los gritos y las riñas que alteran la vida ciudadana. Como expresa la canción, Doménica es el mejor día de la semana, si no lo perturba alguna periódica jornada de trabajo voluntario o un día de la defensa. Entonces hay que levantarse temprano, lo mismo que cualquier día de la semana, incluido el sábado laborable.

No faltan quienes reacomodan almanaques de años pasados, actualizándolos a punta de bolígrafo y plumón reinscribiendo días y fechas sobre fechas y días de tiempos idos.

Antes de 1959 colgaban de las paredes de los hogares más humildes vistosos y funcionales calendarios. En ocasiones eran varios los almanaques presentes en una casa, resultado de la competencia entre comerciantes que los regalaban para anunciar productos y servicios.

La iglesia también fue pródiga a la hora de regalar almanaques, cuya venta era inconcebible. Tan pródigo era el regalo, que muchos ciudadanos podían colocar en sus casas o sitios de labor la imagen del santo o santa que veneraban.

La competencia obligaba a los empresarios e instituciones a realizar calendarios de gran calidad, ya fueran paisajes o reproducciones de pinturas famosas.

Cierta melancolía se apodera de muchos sobrevivientes de la época republicana cuando recuerdan la variedad de almanaques que se imprimían en Cuba, como aquéllos que permitían desprender día a día sus hojas, donde estaban impresas las fechas, el santoral, las fases de la luna e informaciones de carácter cultural.

Pero no todo ha de ser lamento. Es justo reconocer que, a la postre, cualquiera podrá obtener un calendario. Como siempre, el patriarcal estado pone a disposición del pueblo cantidad suficiente de almanaques, pequeños, cómodos, de bolsillo, al fantástico precio de un peso. Sólo hay que armarse de un poco de paciencia y esperar los meses de julio y agosto, cuando se ponen a la venta en los estanquillos del Ministerio de Comunica

LUX INFO-PRESS
Agencia Cubana Independiente de Información y Prensa
E-mail: Fsindical@aol.com

CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.

 

SECCIONES

Noticias | Artículos | Documentos | Denuncias | Organizaciones | Esta Sección

SECCIONES EN CUBANET

...... NOTICIAS ...... Prensa Independiente | Prensa Internacional | Prensa Gubernamental ......
...... BUSQUEDAS ...... Archivos | Búsquedas | Enlaces ......
...... INDEPENDIENTES ...... Cooperativas Agrícolas | Movimiento Sindical | Bibliotecas ......
...... DEL LECTOR ...... Cartas | Debate | Opinión ......
...... CULTURA ...... Artes Plásticas | Fotos de Cuba | Anillas de Tabaco ......
...... CUBANET ...... Semanario | Quiénes Somos | Informe 1998 | Correo Eléctronico ......
...... OTROS IDIOMAS ...... Inglés | Alemán ......