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Junio, 2001

Reporte de violaciones de las Normas Internacionales de la Organización Internacional del Trabajo por parte del gobierno de Cuba (Cont.)

Capítulo IV

La incidencia de la política económica del gobierno en los Salarios y en la política de Empleo

Salarios

El inicio de la década de los años 80 en la esfera de trabajo y salario se caracterizó por lo que el gobierno definió como una reorganización general del sistema salarial. Se concibió para aplicar en el quinquenio 81-85 una reforma general de salarios cuyo objetivo no logrado era mejorar decisivamente la gestión económica y lograr incrementos de la productividad y la eficiencia en la economía, persiguiendo una aplicación del fracasado principio de distribución socialista con arreglo al trabajo, es decir, a su cantidad y calidad.

La organización salarial quedó conformada con la existencia de una escala única que contempla 23 grupos con una relación entre salario máximo (450pesos) y el mínimo (100 pesos) de 4,5 veces. Esas dos especificidades del sistema diseñado con la asesoría de los soviéticos propicia una ínfima diferencia salarial entre un grupo y el siguiente, unido a la existencia de un calificador cuyo perfil lo convierte en una camisa de fuerza debido al elevado nivel de centralización, donde el estado define todas las condiciones de remuneración salarial.

Desde el punto de vista técnico, el excesivo nivel de igualitarismo no da margen a la identificación del grado individual de aporte, y constituye un desestímulo a los trabajadores. De toda formas ellos conocen que su situación económica sigue siendo muy difícil al no alcanzar el salario para cubrir las necesidades básicas.

El salario que se paga la mayoría de las veces no tiene una respuesta material en bienes y servicios creados. Para sostener de forma artificial el nivel de pleno empleo se ha mantenido durante años un proceso de plantillas sobredimensionadas. Esta incongruencia ha frenado de forma absoluta la disponibilidad de recursos financieros y ha potenciado la desvaloración del poder adquisitivo del salario, favoreciendo el crecimiento de fuertes corrientes inflacionarias y de niveles elevados de pobreza.

El pago de salario limitado en esencia por la complejidad del trabajo, ha propiciado que las labores manuales, las cuales en su mayoría requieren de un gran esfuerzo físico o cuyas condiciones de trabajo son adversas, como es el caso de la agricultura, no estén debidamente estimulados, lo que ha ocasionado el éxodo del personal y la imposibilidad de lograr un completamiento de la fuerza de trabajo en sectores vitales para la depauperada economía cubana como son la agricultura cañera y no cañera.

En estos momentos los diseñadores de la política económica se encuentran en un punto de crisis, el salario no les alcanza a los trabajadores, las medidas de saneamiento financiero son un fracaso, la inflación continúa galopando. Si desean lograr incrementos de eficiencia tienen que acelerar el proceso de racionalización de fuerzas de trabajo, el elevado endeudamiento externo constituye una fuerte presión sobre el gobierno al estarse acercando muy peligrosamente al techo máximo de exposición con los acreedores. Las necesidades se siguen acumulando y el descontento continúa creciendo.

Al comenzar el llamado periodo especial y ante la crisis económica, la formula mágica diseñada por el gobierno para contribuir a disminuir los niveles de ausentismo, lograr un mejoramiento de la disciplina laboral y tecnológica, incrementar los planes de producción y reducir los costos, fueron las modalidades de sistemas especiales de estimulación y las llamadas jabitas, todo esto en aquellos sectores denominados emergentes de la economía, entiéndase esencialmente los que están vinculados a la inversión extranjera o que constituyen sustitución de importaciones.

A inicios de 1994 se comienzan a emplear a fondo con la estimulación en divisas, convirtiéndolo en el elemento esencial destinado a rescatar la motivación económica de los trabajadores por el resultado de su trabajo, mediante la adjudicación de un signo monetario que sí tiene capacidad de compra, ya que el salario ha perdido su efecto estimulador y su poder adquisitivo.

Estos sistemas se comenzaron a aplicar en aquellas actividades que podían generar importantes ingresos en divisas, estaban vinculadas a la inversión extranjera o ahorraban erogaciones en divisas.

Estos sistemas crean dentro de la sociedad segmentos poblacionales que con relación a otros son privilegiados, aunque en la práctica son trabajadores que laboran bajo una fuerte intensidad y tienen que ser incondicionales al sistema para poder laborar en esas instituciones.

Todos estos estímulos están condicionados al estricto cumplimiento de la disciplina laboral, no se permiten ausencias o llegadas tardes, con independencia de la causa. Antes de implantarse la estimulación en divisas se le exige a la administración desinflar las plantillas y ajustarlas a los niveles productivos y el cumplimiento o sobrecumplimiento de los planes productivos o de servicios. La estimulación en ningún caso podrá ser superior al 5 por ciento del salario en moneda nacional.

La política de estimulación está regida por el acuerdo 3024 de mayo de1996 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, (encontrándose en estos momentos en fase de cambio), el cual precisa en detalles los principios a seguir para incluir determinadas empresas en sistemas de estimulación en divisas.

El acuerdo expresa: "Mantener vigente el concepto de que los sistemas de estimulación en pesos convertibles (equivalentes a divisas) no constituyen parte del salario, sino que se otorgan a partir de los resultados económicos adicionales a lo planificado que se obtenga por los colectivos laborales. Las normas disciplinarias vigentes para tener derecho al estímulo se mantendrán sin flexibilidad."

"El financiamiento en divisas para la estimulación en pesos convertibles se sustentará en la eficiencia lograda en cada entidad. Debe velarse celosamente porque los trabajadores no vean el estímulo en divisas como parte de sus ingresos fijos, sino asociado a un efecto económico que requiere un determinado esfuerzo a alcanzarlo."

Otros trabajadores privilegiados, aunque el salario que se les paga está por debajo del salario promedio del país, son los que laboran en el turismo. Al tener acceso a la propina en dólares se convierten junto con los que laboran bajo esquemas especiales de estimulación, en trabajadores privilegiados con relación a los que laboran en el sector estatal. El propio ministro del turismo ha expresado públicamente que el sector turístico es para personas revolucionarias.

Un dato curioso que se debe apuntar es que parte de esta propina es comprometida a través de los sindicatos correspondientes y se "dona de forma voluntaria", según la CTC para sufragar gastos del programa materno infantil y de la lucha contra el cáncer. Esto evidentemente es una forma más de control del gobierno, el partido y el sindicato a los trabajadores de este sector. Se han llegado a calcular hasta por cientos de lo que puede obtener un trabajador por concepto de propina para que, si no aporta la cifra planificada, decirle que no es idóneo para su puesto porque no percibe la suficiente cantidad de propina, debido a que el servicio que le presta a los extranjeros no es bueno.

La tasa de conversión fijada por las casas de cambios del Banco Nacional de Cuba promediaron 22 pesos por cada dólar en los últimos tres años, lo que indica que más de tres millones de trabajadores cubanos devengan poco más de 10 dólares a esa tasa. Lo que significa que ganan un salario menor que un trabajador agrícola de cualquier país centroamericano, por citar sólo un ejemplo.

La situación del salario en estos momentos pudiera sufrir un cambio con la introducción paulatina en el sector empresarial estatal y mixto del Sistema de Perfeccionamiento Empresarial de las Fuerzas Armadas, el cual se encuentra en proceso de instrumentación en más de 360 entidades seleccionadas.

Este sistema, al tener como componentes más de 16 subsistemas relacionados con la gestión empresarial y que aparecen reglamentados en un decreto titulado "Las bases generales del perfeccionamiento empresarial en la empresa estatal cubana", habría que analizarlo in situ para ver su desarrollo, aunque estamos seguros que no es la solución del problema, sino una fórmula para alargar el proceso delirante de la catástrofe económica de Cuba.

Próximamente haremos públicos los resultados de una investigación que realizara la Federación Sindical de Plantas Eléctricas para analizar el "Impacto que ha tenido en los trabajadores cubanos el Perfeccionamiento Empresarial".

El Salario de los trabajadores en la Inversión Extranjera

En el caso de la inversión extranjera, el salario que se le cobra a las entidades con capital mixto está determinado por la situación que tiene Cuba de ser catalogada un país de alto riesgo para los inversionistas, por lo que los salarios como norma general no excederán los que se pagan en el área del Caribe y Centroamérica, y siempre se le dará al inversionista una ventaja competitiva para hacer más estimulante la oferta.

El salario máximo que se paga a los trabajadores que laboran en entidades extranjeras es de 700 pesos cubanos y el inversionista deberá pagar como promedio un 2,3 por ciento del salario escala previsto en la plantilla para el personal que empleará.

El 2,3 por ciento del salario se conformó según la Dirección de Salario del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social de la siguiente manera:

100 % Salario Escala + 30 % pagos adicionales, coeficiente ramal, lejanía y nocturnidad + 30 % por la intensidad en el trabajo + 60 % de beneficios sociales que recibe a fuerza de trabajo servicio que presta la entidad empleadora cubana + 10 % por el = 230 %

Para que se entienda en esencia cómo se determina el salario que en dólares deberá pagar el socio extranjero basta aplicarle el 2,3 por ciento a cualquier salario escala de la plantilla aprobada para la empresa que laborara con capital extranjero.

Evidentemente, la política establecida por el gobierno para con la inversión extranjera contradice en esencia el convenio 95 sobre protección del salario de la Organización Internacional del Trabajo en sus artículos 5 y 6, que expresan textualmente:

Artículo 5: "El salario se deberá pagar directamente al trabajador interesado".

Artículo 6: "Se deberá prohibir que los empleadores limiten en forma alguna la libertad del trabajador de disponer de su salario".

El hecho de que el gobierno cubano cobre el salario en una moneda diferente de mayor valor adquisitivo y en una cuantía superior a la que se le paga a los trabajadores, denota el nivel de discriminación que existe en este tipo de instituciones.

Según el periódico Granma de fecha marzo 26 del 2001 en una reciente reunión del consejo de dirección ampliado del Ministerio de Inversión Extranjera que examinó los resultados de trabajo del año, Marta Lomas, su titular, informó que hasta el cierre de diciembre sumaban 392 las asociaciones económicas internacionales en activo (333 en Cuba y 59 en el exterior) y se habían firmado 53 Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, ocho de ellos —con Belarús, Austria, Yugoslavia, Zambia, Perú, Paraguay, Dinamarca y Croacia— en la etapa analizada y los primeros meses del 2001.

Hizo énfasis en las consideraciones de la asistencia técnica, e informó que en el 2000 laboraron en el exterior 8 968 colaboradores en distintas modalidades (1 811 más que en el 99), correspondiendo el 54% de este incremento al Programa Integral de Salud. Este cerró el año con 2 623 médicos, enfermeras y técnicos en prestación de servicios en 17 países (en Haití se concentrael mayor número de internacionalistas con 724, de ellos 599 en el PIS). Todos estos llamados colaboradores internacionalistas sólo reciben el 10% del salario que le pagan por su servicio a la Republica de Cuba. Además, para evitar deserciones masivas del personal se les retira el pasaporte en cuanto llegan al país donde van a colaborar.

Fuentes independientes estiman que los trabajadores en empresas vinculadas a la Inversión Extranjera pudieran estar en el rango de los 195 mil.

Un documento elaborado dentro de Cuba, de fecha 16 de julio de 1998 y el cual mantiene plena vigencia, firmado por más de 30 organizaciones independientes, titulado "A los inversionistas extranjeros", advierte claramente la posición que sería asumida por el pueblo y los trabajadores cubanos para con los inversionistas extranjeros cuando se reestablezca en Cuba un gobierno democrático.

El hecho de considerar que sólo a los trabajadores cubanos en estos momentos se les está pagando el 5 por ciento del salario que su gobierno le cobra a los inversionistas extranjeros y el nivel de comprometimiento de éstos con un gobierno antidemocrático, de facto están siendo catalogados de traidores a los trabajadores cubanos y causantes de los niveles de explotación a que son sometidos.

El documento por otro lado propone la aceptación inmediata por parte de los inversionistas extranjeros de los Principios Arcos, por considerar que son los que realmente representan los interés de los trabajadores cubanos.

Recientemente en una reunión sobre el tema de la economía cubana, Carlos Lage expresó: "La economía ha reportado un crecimiento del 4,7 por ciento desde 1995", y vaticinó que en este año también habría crecimientos del Producto Interno Bruto. Por último, se refirió a lo que calificó como "discreta mejoría en el nivel de vida de la población y en el salario que devengan los trabajadores de la Isla".

Existen varios trabajos investigativos de economistas, periodistas y sindicalistas independientes que ponen de manifiesto que, aún cuando las cifras estadísticas que se hacen públicas aseguran el crecimiento económico, "a la mesa de los cubanos de a pie, que es el medidor por el cual la población aprecia su situación, las mismas son un espejismo y fruto de la típica manipulación estadística existente en el sistema cubano".

Calcular crecimientos económicos tomando como base precios envejecidos que datan de una década atrás, la poca credibilidad de las cifras estadísticas debido a errores en la medición reconocidos públicamente por el ministro de Economía, el deseo enfermizo de crecer a toda costa y costo y no admitir que los planes de desarrollo se elaboran sobre bases ideológicas más que sobre realidades económicas, pudieran ser una explicación de lo que sucede con los actuales crecimientos en la economía cubana.

La situación del Empleo en Cuba

La década del 80 se caracterizó por el arribo a la edad laboral de los jóvenes nacidos en los años 60, algo más de un millón, según estimados oficiales. La solución salomónica al problema para buscarle empleo fue lo que el gobierno llamó la ampliación de las capacidades productivas y de servicios, siendo la primera por la vía de un incremento de la inversión bruta, la cual en el quinquenio 86 – 90 alcanzó los 15 mil millones de pesos.

En la primera parte de este decenio alcanzaron crecimientos importantes del Producto Interno Bruto, por la inyección constante de financiamiento soviético; se obtienen niveles aceptables de productividad y el fuerte e ineficiente proceso inversionista permite una ampliación de la capacidades.

Se continúa con el proceso de priorizar los objetivos políticos de tratar de mantener un pleno empleo improductivo en detrimento de la eficiencia en la utilización de la fuerza de trabajo. Esta errada política permitió la proliferación de empleos superfluos, agudizando el fenómeno de las plantillas infladas, que también es conocido como el subempleo socialista. Toda esta situación se reflejó en el transcurso de los años en una caída y el deterioro de la productividad y en el bajo rendimientos de los fondos básicos.

La caída de los fondos básicos fue tal que a finales de los año 87 y 89 una parte de las inversiones se destinaba a compensar la caída de estos rendimientos. De esta manera, el equipamiento en fondos básicos se utilizaba muy por debajo de sus posibilidades reales. Este sacrificio de inversiones no fue recompensado en términos de ascenso del nivel de vida de la población, sino lo que hizo fue enterrar recursos.

El gigantismo sin límite en las obras de inversiones en la economía cubana ha tenido su costo en el empleo. Citemos sólo un ejemplo: en Cuba se construyó la textilera más grande de América Latina. Se suponía que produjera a principios del año 88, 80 millones de metros de textil, cifra inalcanzable; empleaba a más de 15 mil trabajadores, utilizaba más ómnibus en el transporte de sus trabajadores que el municipio Santiago de Cuba. A los funcionarios se les olvidó comentar que también era la más ineficiente del mundo.

En la actualidad más del 70 % de sus trabajadores quedaron sin empleo y la industria textil santiaguera quedó reducida a un fábrica de chancletas, reparación de calzado y otras locuras de una reconversión de lo que fuera la joya de la industria ligera cubana.

A partir de 1991 el subempleo, que era una manifestación desde finales de la década anterior se incrementó, pasando a una situación de desempleo encubierto. Esta situación de crisis en el empleo se mantiene en la actualidad.

El desempleo entre los años 1994 al 1998, promedió una tasa oficial del 7,5%. Esta estadística sólo contempla aquellas personas que van a las Direcciones Municipales de Trabajo para inscribirse y solicitan una fuente de empleo. Evidentemente, la cifra del desempleo, al igual que las de la economía cubana, no son en nada confiables, el desempleo en Cuba podría situarse en el año 2001 entre 18 y 20 % de la población económicamente activa.

El desempleo en estos momentos está caracterizado por una cantidad considerable de personas jóvenes, con un elevado nivel cultural y que viven generalmente en las capitales de provincias.

En todo este periodo y hasta que no se cambie de forma radical la política económica, se mantendrá el círculo vicioso de no crecer la productividad de forma sustancial, el salario medio crecerá en ocasiones más que ella, el circulante en manos de la población no podrá disminuirlo, reduciendo por ende el efecto estimulante del mísero salario que devengan los trabajadores, lo cual incidirá de forma negativa en la productividad del trabajo.

El pleno empleo creado artificialmente y sostenido a toda costa y costo ha producido en la economía cubana:

  • Sobre dimensionamiento en las plantillas de cargos
  • Altos índices de fluctuación laboral y de ausentismo
  • Indisciplina laboral y tecnológica
  • Improductividad
  • Corrupción
  • Salarios de miseria.

El sector agropecuario en la agricultura cañera y no cañera, que son unas de las fuentes de empleo para los trabajadores desplazados de sus puestos debido al proceso de Perfeccionamiento Empresarial, es un paradigma de la ineficiencia en la utilización de los recursos productivos. Las cifras de trabajadores agropecuarios, incluyendo a las llamadas Unidades Básicas de Producción Cooperativa, se estiman en el orden de 1,129,000.

Según estadísticas de la FAO, a la cual por supuesto el gobierno nunca hace referencia, la agricultura cubana muestra rendimientos que alinean con los más bajos a nivel mundial, en ocasiones inferiores a los Haití.

Es penoso observar cómo en el transcurso de 42 años de constantes experimentos económicos la agricultura cubana ha involucionado de esta penosa manera.

Una arista del problema que está creando cada vez más incertidumbre en los trabajadores es el proceso de reorganización en el empleo, producto de la introducción de las empresas estatales en el llamado "Proceso de Perfeccionamiento Empresarial".

Las resoluciones emitidas por el Ministerio del Trabajo y el de Finanzas y Precios relativas al tratamiento laboral y salarial a los trabajadores que resulten excedentes de los procesos de nacionalización de fuerza de trabajo, no responden a problemáticas reales.

En la práctica, y así consta en las denuncias que a diario recibimos de Cuba, cada vez que se realiza un proceso de denominación extraña como redimensionamiento, racionalización, perfeccionamiento, reorganización, etc., éstos sólo conllevan a dejar sin empleos a personas opositoras al régimen, mujeres con hijos que por razones obvias tienen ausencias al trabajo, personas enfermas y de avanzada edad. Y existen sectores, como el turismo, donde hasta por ser negro y no poseer presencia y porte profesional pueden quedar sin empleo.

A un trabajador que resulta racionalizado de su puesto de trabajo se le ofrece una garantía salarial de un 60 % por un tiempo determinado. En Cuba no existe subsidio para el desempleo y cuando a un trabajador se le vence la citada garantía que paga la entidad que lo racionalizó y el del subsidio de ayuda que le dan en la Dirección de Trabajo, queda desamparado totalmente.

Por nuestra parte, adicional a la preocupación por la suerte de los trabajadores cubanos, nos realizamos las siguientes preguntas:

¿Qué harán los estrategas económicos en el futuro con la situación critica del empleo?

¿Pagarán subsidios a los cientos de miles de desempleados?

¿Emitirán alguna resolución, decreto o algo para sancionar a los desempleados que no se quieran emplear en la agricultura o en las micro brigadas?

¿Cómo podrán resolver los rectores de la política económica el dilema existente entre una economía en crisis, la cual necesita lograr incrementos sustanciales de eficiencia y por otro lado dicen tener bajos niveles de desocupación?

¿Es posible lograr eficiencia en la utilización de recursos financieros en una economía centralizada y llena de caprichos?

Nuestra modesta opinión es que en el caso del salario, en la política de empleo y en la economía cubana la única solución posible es un cambio radical hacia una democracia representativa y a la economía de mercado, que son los únicos mecanismos que pueden revertir el actual proceso.

A los sindicatos independientes de la isla lo que le interesa es una relación de trabajo constructiva con el capital en una futura Cuba democrática, lo cual de seguro contribuiría a la necesaria recuperación económica del país y a la generación de fuentes de empleos dignas y salarios decorosos para los trabajadores cubanos.

INDICE (arriba)

CONCLUSIONES

Este informe pone de manifiesto que el gobierno de la República de Cuba viola de forma consciente los convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo y no ha dado respuesta convincente de ninguna de las violaciones por las cuales se le han solicitado explicaciones. Es evidente el desprecio que siente este gobierno por el respeto a los derechos humanos y laborales, por lo que se debería presionar y denunciar aún más su política agresiva y contraria a las normas internacionales de convivencia civilizada.

El avance del sindicalismo independiente y democrático en Cuba es hoy un proceso indetenible, pero hay que cultivarlo para poder desarrollar estructuras sindicales sólidas. Hay que lograr extender el movimiento a todos los sectores económicos, a todos los segmentos poblacionales y a todas las provincias.

La diversidad de organizaciones sindicales, las cuales podrían estar en el orden de las 62, pudiera limitar el alcance del trabajo a corto plazo, por lo que habría que trabajar en función de garantizar la unidad en el seno de las diversas organizaciones. Estemos claros en que al gobierno le interesa la división dentro de este movimiento, ya que es más fácil penetrarlos y tratar de desacreditarlos al tildarlos de grupúsculos contrarrevolucionarios al servicio de la mafia de Miami.

La labor divulgativa debe fortalecerse, que se conozca internacionalmente lo que ellos como movimiento hacen por los trabajadores cubanos y cómo se enfrentan a las políticas gubernamentales.

La falta de afiliación a una de las organizaciones sindicales internacionales, ya sea a la Organización Interamericana del Trabajo (ORIT), que fue a la que históricamente estuvo afiliada la CTC antes del año 1959, o a la Central Latinoamericana de Trabajadores, es otra de las limitantes que tiene el actual movimiento sindical independiente dentro de Cuba.

La CLAT ha venido dando pasos muy seguros en este sentido al afiliar y apoyar las labores del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos,.situación que sin dudas ha favorecido la labor de esta institución.

A la ORIT realmente parece no interesarle o no tener una política coherente referente a la problemática de los trabajadores cubanos.

Hay que insistir en la necesidad de que la Organización Internacional del Trabajo evalúe de forma anual las violaciones que en materia socio laboral existen en Cuba, de las Normas Internacionales del Trabajo, por lo que sería necesario que esta organización se pronunciara por una investigación a fondo de lo que está sucediendo con los trabajadores cubanos.

INDICE (arriba)

 

RECOMENDACIONES

1) Es evidente que el déficit de recursos financieros es una limitante para el desarrollo del sindicalismo independiente dentro de Cuba. Es por ello que se hace imprescindible buscar fuentes de financiamiento que contribuyan al fomento y desarrollo del movimiento sindical.

2) Lograr a través de la Organización Internacional del Trabajo(OIT) y sus estructuras regionales la asignación de plazas para capacitar a los dirigentes sindicales de las principales organizaciones opositoras en materia de Normas Internacionales del Trabajo.

3) Que los sindicatos independientes dentro de Cuba divulguen entre los colectivos obreros los convenios fundamentales de la OIT, de los cuales Cuba es signataria.

4) Ampliar la programación radial dirigida a los trabajadores cubanos de los sectores básicos de la economía, realizando análisis económicos laborales de la gestión empresarial estatal y sus resultados.

5) La necesidad de que los Sindicatos Independientes insistan ante el Ministerio de Justicia, una respuesta a la solicitud de legalización.

6) Que sean divulgados en eventos regionales documentos sobre la realidad socio laboral cubana elaborados por los sindicatos independientes y se invite a los autores a exponerlos.

7) Los Sindicatos Independientes deberían encaminar su trabajo a realizar de forma concreta reivindicaciones económicas y laborales, como pudieran ser:

* Libertad Sindical

* Incrementos salariales

* Mejora de las condiciones higiénicos-sanitarias en los centros laborales.

* No más procesos de racionalización que dejan sin empleo a miles de trabajadores, entre ellos a mujeres, negros, opositores al régimen y personas con avanzada edad.

* No más dualidad monetaria, que margina y discrimina en esencia a los trabajadores que no poseen dólares.

* Que exista una Negociación Colectiva de acuerdo a los parámetros internacionales.

8) A las organizaciones internacionales de defensa de derechos humanos que le soliciten al gobierno de los Estados Unidos que verifique "in situ" lo que está sucediendo con los miles de trabajadores que han sido devueltos a la isla en virtud de los acuerdos migratorios y que le exija al gobierno de la isla que cese el hostigamiento contra ellos.

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