Junio,
2001
Reporte de violaciones de las
Normas Internacionales de la Organización Internacional del
Trabajo por parte del gobierno de Cuba (Cont.)
Capítulo IV
La incidencia
de la política económica del gobierno en los Salarios y
en la política de Empleo
Salarios
El inicio de la década
de los años 80 en la esfera de trabajo y salario se caracterizó
por lo que el gobierno definió como una reorganización
general del sistema salarial. Se concibió para aplicar en el
quinquenio 81-85 una reforma general de salarios cuyo objetivo no
logrado era mejorar decisivamente la gestión económica y
lograr incrementos de la productividad y la eficiencia en la economía,
persiguiendo una aplicación del fracasado principio de
distribución socialista con arreglo al trabajo, es decir, a su
cantidad y calidad.
La organización
salarial quedó conformada con la existencia de una escala única
que contempla 23 grupos con una relación entre salario máximo
(450pesos) y el mínimo (100 pesos) de 4,5 veces. Esas dos
especificidades del sistema diseñado con la asesoría de
los soviéticos propicia una ínfima diferencia salarial
entre un grupo y el siguiente, unido a la existencia de un calificador
cuyo perfil lo convierte en una camisa de fuerza debido al elevado
nivel de centralización, donde el estado define todas las
condiciones de remuneración salarial.
Desde el punto de
vista técnico, el excesivo nivel de igualitarismo no da margen
a la identificación del grado individual de aporte, y constituye
un desestímulo a los trabajadores. De toda formas ellos conocen
que su situación económica sigue siendo muy difícil
al no alcanzar el salario para cubrir las necesidades básicas.
El salario que se
paga la mayoría de las veces no tiene una respuesta material en
bienes y servicios creados. Para sostener de forma artificial el nivel
de pleno empleo se ha mantenido durante años un proceso de plantillas
sobredimensionadas. Esta incongruencia ha frenado de forma absoluta la
disponibilidad de recursos financieros y ha potenciado la desvaloración
del poder adquisitivo del salario, favoreciendo el crecimiento de
fuertes corrientes inflacionarias y de niveles elevados de pobreza.
El pago de salario
limitado en esencia por la complejidad del trabajo, ha propiciado que
las labores manuales, las cuales en su mayoría requieren de un
gran esfuerzo físico o cuyas condiciones de trabajo son adversas,
como es el caso de la agricultura, no estén debidamente estimulados,
lo que ha ocasionado el éxodo del personal y la imposibilidad
de lograr un completamiento de la fuerza de trabajo en sectores
vitales para la depauperada economía cubana como son la
agricultura cañera y no cañera.
En estos momentos
los diseñadores de la política económica se encuentran
en un punto de crisis, el salario no les alcanza a los trabajadores,
las medidas de saneamiento financiero son un fracaso, la inflación
continúa galopando. Si desean lograr incrementos de eficiencia
tienen que acelerar el proceso de racionalización de fuerzas de
trabajo, el elevado endeudamiento externo constituye una fuerte presión
sobre el gobierno al estarse acercando muy peligrosamente al techo máximo
de exposición con los acreedores. Las necesidades se siguen
acumulando y el descontento continúa creciendo.
Al comenzar el llamado
periodo especial y ante la crisis económica, la formula mágica
diseñada por el gobierno para contribuir a disminuir los
niveles de ausentismo, lograr un mejoramiento de la disciplina laboral
y tecnológica, incrementar los planes de producción y
reducir los costos, fueron las modalidades de sistemas especiales de
estimulación y las llamadas jabitas, todo esto en aquellos
sectores denominados emergentes de la economía, entiéndase
esencialmente los que están vinculados a la inversión
extranjera o que constituyen sustitución de importaciones.
A inicios de 1994
se comienzan a emplear a fondo con la estimulación en divisas,
convirtiéndolo en el elemento esencial destinado a rescatar la
motivación económica de los trabajadores por el resultado
de su trabajo, mediante la adjudicación de un signo monetario que
sí tiene capacidad de compra, ya que el salario ha perdido su
efecto estimulador y su poder adquisitivo.
Estos sistemas se
comenzaron a aplicar en aquellas actividades que podían generar
importantes ingresos en divisas, estaban vinculadas a la inversión
extranjera o ahorraban erogaciones en divisas.
Estos sistemas crean
dentro de la sociedad segmentos poblacionales que con relación
a otros son privilegiados, aunque en la práctica son trabajadores
que laboran bajo una fuerte intensidad y tienen que ser incondicionales
al sistema para poder laborar en esas instituciones.
Todos estos estímulos
están condicionados al estricto cumplimiento de la disciplina
laboral, no se permiten ausencias o llegadas tardes, con independencia
de la causa. Antes de implantarse la estimulación en divisas se
le exige a la administración desinflar las plantillas y
ajustarlas a los niveles productivos y el cumplimiento o
sobrecumplimiento de los planes productivos o de servicios. La
estimulación en ningún caso podrá ser superior al
5 por ciento del salario en moneda nacional.
La política
de estimulación está regida por el acuerdo 3024 de mayo
de1996 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, (encontrándose
en estos momentos en fase de cambio), el cual precisa en detalles los
principios a seguir para incluir determinadas empresas en sistemas de
estimulación en divisas.
El acuerdo expresa:
"Mantener vigente el concepto de que los sistemas de estimulación
en pesos convertibles (equivalentes a divisas) no constituyen parte
del salario, sino que se otorgan a partir de los resultados económicos
adicionales a lo planificado que se obtenga por los colectivos
laborales. Las normas disciplinarias vigentes para tener derecho al estímulo
se mantendrán sin flexibilidad."
"El financiamiento
en divisas para la estimulación en pesos convertibles se
sustentará en la eficiencia lograda en cada entidad. Debe
velarse celosamente porque los trabajadores no vean el estímulo
en divisas como parte de sus ingresos fijos, sino asociado a un efecto
económico que requiere un determinado esfuerzo a alcanzarlo."
Otros trabajadores privilegiados, aunque el salario que
se les paga está por debajo del salario promedio del país,
son los que laboran en el turismo. Al tener acceso a la propina en dólares
se convierten junto con los que laboran bajo esquemas especiales de
estimulación, en trabajadores privilegiados con relación
a los que laboran en el sector estatal. El propio ministro del turismo
ha expresado públicamente que el sector turístico es para
personas revolucionarias. Un dato curioso que se
debe apuntar es que parte de esta propina es comprometida a través
de los sindicatos correspondientes y se "dona de forma voluntaria",
según la CTC para sufragar gastos del programa materno infantil
y de la lucha contra el cáncer. Esto evidentemente es una forma
más de control del gobierno, el partido y el sindicato a los
trabajadores de este sector. Se han llegado a calcular hasta por
cientos de lo que puede obtener un trabajador por concepto de propina
para que, si no aporta la cifra planificada, decirle que no es idóneo
para su puesto porque no percibe la suficiente cantidad de propina,
debido a que el servicio que le presta a los extranjeros no es bueno.
La tasa de conversión fijada por las casas de
cambios del Banco Nacional de Cuba promediaron 22 pesos por cada dólar
en los últimos tres años, lo que indica que más
de tres millones de trabajadores cubanos devengan poco más de
10 dólares a esa tasa. Lo que significa que ganan un salario
menor que un trabajador agrícola de cualquier país
centroamericano, por citar sólo un ejemplo.
La situación del salario en estos momentos pudiera sufrir un
cambio con la introducción paulatina en el sector empresarial
estatal y mixto del Sistema de Perfeccionamiento Empresarial de las
Fuerzas Armadas, el cual se encuentra en proceso de instrumentación
en más de 360 entidades seleccionadas.
Este sistema, al tener como componentes más de 16 subsistemas
relacionados con la gestión empresarial y que aparecen
reglamentados en un decreto titulado "Las bases generales del
perfeccionamiento empresarial en la empresa estatal cubana", habría
que analizarlo in situ para ver su desarrollo, aunque estamos seguros
que no es la solución del problema, sino una fórmula
para alargar el proceso delirante de la catástrofe económica
de Cuba.
Próximamente
haremos públicos los resultados de una investigación que
realizara la Federación Sindical de Plantas Eléctricas para
analizar el "Impacto que ha tenido en los trabajadores cubanos
el Perfeccionamiento Empresarial".
El Salario de
los trabajadores en la Inversión Extranjera
En el caso de la inversión extranjera, el salario que se le cobra
a las entidades con capital mixto está determinado por la situación
que tiene Cuba de ser catalogada un país de alto riesgo para
los inversionistas, por lo que los salarios como norma general no
excederán los que se pagan en el área del Caribe y
Centroamérica, y siempre se le dará al inversionista una
ventaja competitiva para hacer más estimulante la oferta.
El salario máximo que se paga a los trabajadores
que laboran en entidades extranjeras es de 700 pesos cubanos y el
inversionista deberá pagar como promedio un 2,3 por ciento del
salario escala previsto en la plantilla para el personal que empleará.
El 2,3 por ciento del salario se conformó según
la Dirección de Salario del Ministerio del Trabajo y Seguridad
Social de la siguiente manera:
100 % Salario Escala
+ 30 % pagos adicionales, coeficiente ramal, lejanía y nocturnidad
+ 30 % por la intensidad en el trabajo + 60 % de beneficios sociales
que recibe a fuerza de trabajo servicio que presta la entidad
empleadora cubana + 10 % por el = 230 %
Para que se entienda en esencia cómo se determina el salario que
en dólares deberá pagar el socio extranjero basta aplicarle
el 2,3 por ciento a cualquier salario escala de la plantilla aprobada
para la empresa que laborara con capital extranjero.
Evidentemente, la política establecida por el gobierno para con
la inversión extranjera contradice en esencia el convenio 95
sobre protección del salario de la Organización Internacional
del Trabajo en sus artículos 5 y 6, que expresan textualmente:
Artículo 5: "El salario se deberá
pagar directamente al trabajador interesado".
Artículo 6: "Se deberá prohibir que los empleadores
limiten en forma alguna la libertad del trabajador de disponer de su
salario". El hecho de que el gobierno
cubano cobre el salario en una moneda diferente de mayor valor
adquisitivo y en una cuantía superior a la que se le paga a los
trabajadores, denota el nivel de discriminación que existe en
este tipo de instituciones.
Según el periódico
Granma de fecha marzo 26 del 2001 en una reciente reunión del
consejo de dirección ampliado del Ministerio de Inversión
Extranjera que examinó los resultados de trabajo del año,
Marta Lomas, su titular, informó que hasta el cierre de
diciembre sumaban 392 las asociaciones económicas
internacionales en activo (333 en Cuba y 59 en el exterior) y se habían
firmado 53 Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca
de Inversiones, ocho de ellos con Belarús, Austria,
Yugoslavia, Zambia, Perú, Paraguay, Dinamarca y Croacia en
la etapa analizada y los primeros meses del 2001.
Hizo énfasis
en las consideraciones de la asistencia técnica, e informó
que en el 2000 laboraron en el exterior 8 968 colaboradores en distintas
modalidades (1 811 más que en el 99), correspondiendo el 54% de
este incremento al Programa Integral de Salud. Este cerró el año
con 2 623 médicos, enfermeras y técnicos en prestación
de servicios en 17 países (en Haití se concentrael mayor
número de internacionalistas con 724, de ellos 599 en el PIS).
Todos estos llamados colaboradores internacionalistas sólo
reciben el 10% del salario que le pagan por su servicio a la Republica
de Cuba. Además, para evitar deserciones masivas del personal
se les retira el pasaporte en cuanto llegan al país donde van a
colaborar.
Fuentes independientes
estiman que los trabajadores en empresas vinculadas a la Inversión
Extranjera pudieran estar en el rango de los 195 mil.
Un documento elaborado
dentro de Cuba, de fecha 16 de julio de 1998 y el cual mantiene plena
vigencia, firmado por más de 30 organizaciones independientes,
titulado "A los inversionistas extranjeros", advierte
claramente la posición que sería asumida por el pueblo y
los trabajadores cubanos para con los inversionistas extranjeros
cuando se reestablezca en Cuba un gobierno democrático.
El hecho de considerar que sólo a los trabajadores
cubanos en estos momentos se les está pagando el 5 por ciento
del salario que su gobierno le cobra a los inversionistas extranjeros
y el nivel de comprometimiento de éstos con un gobierno
antidemocrático, de facto están siendo catalogados de
traidores a los trabajadores cubanos y causantes de los niveles de
explotación a que son sometidos. El documento
por otro lado propone la aceptación inmediata por parte de los
inversionistas extranjeros de los Principios Arcos, por considerar que
son los que realmente representan los interés de los trabajadores
cubanos. Recientemente en una reunión sobre
el tema de la economía cubana, Carlos Lage expresó: "La
economía ha reportado un crecimiento del 4,7 por ciento desde
1995", y vaticinó que en este año también
habría crecimientos del Producto Interno Bruto. Por último,
se refirió a lo que calificó como "discreta mejoría
en el nivel de vida de la población y en el salario que
devengan los trabajadores de la Isla". Existen
varios trabajos investigativos de economistas, periodistas y sindicalistas
independientes que ponen de manifiesto que, aún cuando las cifras
estadísticas que se hacen públicas aseguran el crecimiento
económico, "a la mesa de los cubanos de a pie, que es el
medidor por el cual la población aprecia su situación,
las mismas son un espejismo y fruto de la típica manipulación
estadística existente en el sistema cubano".
Calcular crecimientos económicos tomando como base precios
envejecidos que datan de una década atrás, la poca
credibilidad de las cifras estadísticas debido a errores en la
medición reconocidos públicamente por el ministro de
Economía, el deseo enfermizo de crecer a toda costa y costo y
no admitir que los planes de desarrollo se elaboran sobre bases ideológicas
más que sobre realidades económicas, pudieran ser una
explicación de lo que sucede con los actuales crecimientos en
la economía cubana.
La situación
del Empleo en Cuba
La década
del 80 se caracterizó por el arribo a la edad laboral de los jóvenes
nacidos en los años 60, algo más de un millón,
según estimados oficiales. La solución salomónica
al problema para buscarle empleo fue lo que el gobierno llamó
la ampliación de las capacidades productivas y de servicios,
siendo la primera por la vía de un incremento de la inversión
bruta, la cual en el quinquenio 86 90 alcanzó los 15 mil
millones de pesos.
En la primera parte
de este decenio alcanzaron crecimientos importantes del Producto Interno
Bruto, por la inyección constante de financiamiento soviético;
se obtienen niveles aceptables de productividad y el fuerte e
ineficiente proceso inversionista permite una ampliación de la
capacidades.
Se continúa
con el proceso de priorizar los objetivos políticos de tratar de
mantener un pleno empleo improductivo en detrimento de la eficiencia en
la utilización de la fuerza de trabajo. Esta errada política
permitió la proliferación de empleos superfluos,
agudizando el fenómeno de las plantillas infladas, que también
es conocido como el subempleo socialista. Toda esta situación
se reflejó en el transcurso de los años en una caída
y el deterioro de la productividad y en el bajo rendimientos de los
fondos básicos.
La caída de
los fondos básicos fue tal que a finales de los año 87 y
89 una parte de las inversiones se destinaba a compensar la caída
de estos rendimientos. De esta manera, el equipamiento en fondos básicos
se utilizaba muy por debajo de sus posibilidades reales. Este
sacrificio de inversiones no fue recompensado en términos de
ascenso del nivel de vida de la población, sino lo que hizo fue
enterrar recursos.
El gigantismo sin
límite en las obras de inversiones en la economía cubana
ha tenido su costo en el empleo. Citemos sólo un ejemplo: en Cuba
se construyó la textilera más grande de América
Latina. Se suponía que produjera a principios del año
88, 80 millones de metros de textil, cifra inalcanzable; empleaba a más
de 15 mil trabajadores, utilizaba más ómnibus en el
transporte de sus trabajadores que el municipio Santiago de Cuba. A los
funcionarios se les olvidó comentar que también era la más
ineficiente del mundo.
En la actualidad
más del 70 % de sus trabajadores quedaron sin empleo y la industria
textil santiaguera quedó reducida a un fábrica de
chancletas, reparación de calzado y otras locuras de una
reconversión de lo que fuera la joya de la industria ligera
cubana.
A partir de 1991
el subempleo, que era una manifestación desde finales de la década
anterior se incrementó, pasando a una situación de
desempleo encubierto. Esta situación de crisis en el empleo se
mantiene en la actualidad.
El desempleo entre
los años 1994 al 1998, promedió una tasa oficial del 7,5%.
Esta estadística sólo contempla aquellas personas que van
a las Direcciones Municipales de Trabajo para inscribirse y solicitan
una fuente de empleo. Evidentemente, la cifra del desempleo, al igual
que las de la economía cubana, no son en nada confiables, el
desempleo en Cuba podría situarse en el año 2001 entre
18 y 20 % de la población económicamente activa.
El desempleo en estos
momentos está caracterizado por una cantidad considerable de
personas jóvenes, con un elevado nivel cultural y que viven
generalmente en las capitales de provincias.
En todo este periodo
y hasta que no se cambie de forma radical la política económica,
se mantendrá el círculo vicioso de no crecer la
productividad de forma sustancial, el salario medio crecerá en
ocasiones más que ella, el circulante en manos de la población
no podrá disminuirlo, reduciendo por ende el efecto estimulante
del mísero salario que devengan los trabajadores, lo cual
incidirá de forma negativa en la productividad del trabajo.
El pleno empleo creado
artificialmente y sostenido a toda costa y costo ha producido en la
economía cubana:
- Sobre dimensionamiento
en las plantillas de cargos
- Altos índices
de fluctuación laboral y de ausentismo
- Indisciplina laboral
y tecnológica
- Improductividad
- Corrupción
- Salarios de miseria.
El sector agropecuario
en la agricultura cañera y no cañera, que son unas de las
fuentes de empleo para los trabajadores desplazados de sus puestos
debido al proceso de Perfeccionamiento Empresarial, es un paradigma de
la ineficiencia en la utilización de los recursos productivos. Las
cifras de trabajadores agropecuarios, incluyendo a las llamadas
Unidades Básicas de Producción Cooperativa, se estiman en
el orden de 1,129,000.
Según estadísticas
de la FAO, a la cual por supuesto el gobierno nunca hace referencia,
la agricultura cubana muestra rendimientos que alinean con los más
bajos a nivel mundial, en ocasiones inferiores a los Haití.
Es penoso observar
cómo en el transcurso de 42 años de constantes experimentos
económicos la agricultura cubana ha involucionado de esta penosa
manera.
Una arista del problema
que está creando cada vez más incertidumbre en los
trabajadores es el proceso de reorganización en el empleo,
producto de la introducción de las empresas estatales en el
llamado "Proceso de Perfeccionamiento Empresarial".
Las resoluciones
emitidas por el Ministerio del Trabajo y el de Finanzas y Precios relativas
al tratamiento laboral y salarial a los trabajadores que resulten
excedentes de los procesos de nacionalización de fuerza de
trabajo, no responden a problemáticas reales.
En la práctica,
y así consta en las denuncias que a diario recibimos de Cuba,
cada vez que se realiza un proceso de denominación extraña
como redimensionamiento, racionalización, perfeccionamiento,
reorganización, etc., éstos sólo conllevan a dejar
sin empleos a personas opositoras al régimen, mujeres con hijos
que por razones obvias tienen ausencias al trabajo, personas enfermas
y de avanzada edad. Y existen sectores, como el turismo, donde hasta
por ser negro y no poseer presencia y porte profesional pueden quedar
sin empleo.
A un trabajador que
resulta racionalizado de su puesto de trabajo se le ofrece una garantía
salarial de un 60 % por un tiempo determinado. En Cuba no existe
subsidio para el desempleo y cuando a un trabajador se le vence la
citada garantía que paga la entidad que lo racionalizó y
el del subsidio de ayuda que le dan en la Dirección de Trabajo,
queda desamparado totalmente.
Por nuestra parte,
adicional a la preocupación por la suerte de los trabajadores
cubanos, nos realizamos las siguientes preguntas:
¿Qué
harán los estrategas económicos en el futuro con la situación
critica del empleo?
¿Pagarán
subsidios a los cientos de miles de desempleados?
¿Emitirán
alguna resolución, decreto o algo para sancionar a los
desempleados que no se quieran emplear en la agricultura o en las micro
brigadas?
¿Cómo
podrán resolver los rectores de la política económica
el dilema existente entre una economía en crisis, la cual
necesita lograr incrementos sustanciales de eficiencia y por otro lado
dicen tener bajos niveles de desocupación?
¿Es posible
lograr eficiencia en la utilización de recursos financieros en
una economía centralizada y llena de caprichos?
Nuestra modesta
opinión es que en el caso del salario, en la política de
empleo y en la economía cubana la única solución
posible es un cambio radical hacia una democracia representativa y a la
economía de mercado, que son los únicos mecanismos que
pueden revertir el actual proceso.
A los sindicatos
independientes de la isla lo que le interesa es una relación de
trabajo constructiva con el capital en una futura Cuba democrática,
lo cual de seguro contribuiría a la necesaria recuperación
económica del país y a la generación de fuentes
de empleos dignas y salarios decorosos para los trabajadores cubanos.
INDICE
(arriba)
CONCLUSIONES
Este informe pone
de manifiesto que el gobierno de la República de Cuba viola de
forma consciente los convenios fundamentales de la Organización
Internacional del Trabajo y no ha dado respuesta convincente de ninguna
de las violaciones por las cuales se le han solicitado explicaciones.
Es evidente el desprecio que siente este gobierno por el respeto a los
derechos humanos y laborales, por lo que se debería presionar y
denunciar aún más su política agresiva y contraria
a las normas internacionales de convivencia civilizada.
El avance del
sindicalismo independiente y democrático en Cuba es hoy un
proceso indetenible, pero hay que cultivarlo para poder desarrollar
estructuras sindicales sólidas. Hay que lograr extender el
movimiento a todos los sectores económicos, a todos los
segmentos poblacionales y a todas las provincias.
La diversidad de
organizaciones sindicales, las cuales podrían estar en el orden
de las 62, pudiera limitar el alcance del trabajo a corto plazo, por lo
que habría que trabajar en función de garantizar la unidad
en el seno de las diversas organizaciones. Estemos claros en que al
gobierno le interesa la división dentro de este movimiento, ya
que es más fácil penetrarlos y tratar de desacreditarlos
al tildarlos de grupúsculos contrarrevolucionarios al servicio
de la mafia de Miami.
La labor divulgativa
debe fortalecerse, que se conozca internacionalmente lo que ellos como
movimiento hacen por los trabajadores cubanos y cómo se enfrentan
a las políticas gubernamentales.
La falta de afiliación
a una de las organizaciones sindicales internacionales, ya sea a la
Organización Interamericana del Trabajo (ORIT), que fue a la que
históricamente estuvo afiliada la CTC antes del año
1959, o a la Central Latinoamericana de Trabajadores, es otra de las
limitantes que tiene el actual movimiento sindical independiente dentro
de Cuba.
La CLAT ha venido
dando pasos muy seguros en este sentido al afiliar y apoyar las labores
del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos,.situación que sin
dudas ha favorecido la labor de esta institución.
A la ORIT realmente
parece no interesarle o no tener una política coherente referente
a la problemática de los trabajadores cubanos.
Hay que insistir
en la necesidad de que la Organización Internacional del Trabajo
evalúe de forma anual las violaciones que en materia socio laboral
existen en Cuba, de las Normas Internacionales del Trabajo, por lo que
sería necesario que esta organización se pronunciara por
una investigación a fondo de lo que está sucediendo con
los trabajadores cubanos.
INDICE
(arriba)
RECOMENDACIONES
1) Es evidente que
el déficit de recursos financieros es una limitante para el
desarrollo del sindicalismo independiente dentro de Cuba. Es por ello
que se hace imprescindible buscar fuentes de financiamiento que
contribuyan al fomento y desarrollo del movimiento sindical.
2) Lograr a través
de la Organización Internacional del Trabajo(OIT) y sus
estructuras regionales la asignación de plazas para capacitar a
los dirigentes sindicales de las principales organizaciones opositoras
en materia de Normas Internacionales del Trabajo.
3) Que los sindicatos
independientes dentro de Cuba divulguen entre los colectivos obreros los
convenios fundamentales de la OIT, de los cuales Cuba es signataria.
4) Ampliar la
programación radial dirigida a los trabajadores cubanos de los
sectores básicos de la economía, realizando análisis
económicos laborales de la gestión empresarial estatal y
sus resultados.
5) La necesidad de
que los Sindicatos Independientes insistan ante el Ministerio de Justicia,
una respuesta a la solicitud de legalización.
6) Que sean divulgados
en eventos regionales documentos sobre la realidad socio laboral cubana
elaborados por los sindicatos independientes y se invite a los autores
a exponerlos.
7) Los Sindicatos
Independientes deberían encaminar su trabajo a realizar de forma
concreta reivindicaciones económicas y laborales, como pudieran
ser:
* Libertad Sindical
* Incrementos
salariales
* Mejora de las
condiciones higiénicos-sanitarias en los centros laborales.
* No más
procesos de racionalización que dejan sin empleo a miles de
trabajadores, entre ellos a mujeres, negros, opositores al régimen
y personas con avanzada edad.
* No más
dualidad monetaria, que margina y discrimina en esencia a los
trabajadores que no poseen dólares.
* Que exista una
Negociación Colectiva de acuerdo a los parámetros
internacionales.
8) A las organizaciones
internacionales de defensa de derechos humanos que le soliciten al
gobierno de los Estados Unidos que verifique "in situ" lo que
está sucediendo con los miles de trabajadores que han sido
devueltos a la isla en virtud de los acuerdos migratorios y que le
exija al gobierno de la isla que cese el hostigamiento contra ellos.
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