DOCUMENTO
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Hace diez años, un pequeño grupo constituimos el Movimiento
Cristiano Libración inspirados en el Evangelio, para servir a nuestro
pueblo. Demos gracias a Dios y a todos los que nos han ayudado, por poder
continuar sirviendo a nuestra Patria.
Ahora mismo se decide la orientación que pueda tomar la sociedad
cubana, se decide el futuro de nuestros hijos y el pueblo cubano no puede ser
ignorado, tien que hacerse presente e intervenir en su destino.
No es la intención de este mensaje ser un documento sensacionalista o
demogógico, ni reforzar el lamento estéril que de nada sirve a los
cubanos. Debemos preguntarnos: dónde estamos?; a donde nos llevan?; y
principalmente: donde queremos ir? La respuesta a esta última pregunta
nos conduce a la determinación de iniciar un camino nuevo para superar la
crisis total y comenzar a construir la nueva sociedad de cara al 2000.
Tenemos que hacer un gran esfuerzo para elevarnos en este momento, ya que
hay una gran tendencia al deterioro social, al aumento de la corrupción y
a la desigualdad económica, sostenida por la opresión y los
mecanismos del miedo. Lo peor es la aparente falta de perspectivas y la
desesperanza, pero hay alguien que puede cambiar la orientación negativa
de este proceso, este es el Pueblo Cubano, los cubanos debemos ser los
protagonistas de nuestra historia.
Del propio análisis de nuestra realidad y del amor a Cuba, debe
emanar la fuerza para transformarla:
- Los servicios gratuitos de salud y educación son un valor de
nuestra sociedad, fruto del trabajo y del esfuerzo de los cubanos, por lo tanto
son sus derechos; estos, deben conservarse y mejorarse, sin embargo, todos
estamos sufriendo su deterioro, y sólo podrán mantenerse gratuitos
y con eficacia si se producen los justos cambios políticos y económicos
que desaten las potencialidades creadoras de nuestra sociedad. El amor y el
sacrificio de nuestros médicos, enfermeras, maestros y trabajadores de la
salud y la educación en general, son el factor fundamental que sostienen
estos servicios, pero, estos trabajadores también tienen derechos y han
sido relegados a una situación de desventajas, como a la mayoría
de los trabajadores cubanos.
- La solución en este campo no está en el efrentamiento,
paciente - médico, alumno - familia - maestro, sino en la actuación
solidaria de todos en el reclamo de derechos y mejoras, ya sea a través
de las estructuras vigentes, ya sea en nuevas asociaciones para defender sus
intereses y los de la sociedad; también con iniciativas positivas y
exigiendo los cambios necesarios, tanto en sus entornos inmediatos como para el
resto del país.
- Hay una mayoría creyente entre los ciudadanos, ésta tiene el
derecho a que las escuelas eduquen a sus hijos en los valores cristianos. Todos,
familiares, padres, alumnos y maestros debemos trabajar en el logro de este
objetivo. La educación gratuita es un derecho y no da potestad al Estado
para inculcar la incondicionalidad a los que gobiernan. El Estado tiene la
obligación de educar a los niños y jóvenes como personas
libres, que amen a sus prójimo y se desarrolle integralmente.
- La descristianización impuesta durante décadas de la cultura
la sociedad Cuban, ha traído en gran medida una vaciamienot espiritual,
que alteró negativamente la vida de los cubanos, su autoestima, el
respeto entre las personas y la estabilidad de la familia. Algunos llaman a esto
crisis de valores. Hoy, que muchos cubanos buscan el reencuentro con Dios y con
la Iglesias, también deben trabajar como ciudadanos; no sólo por
la libertad de cultos, sino por su derecho a construir templos, a usar medios de
comunicación, porque son del pueblo, y a expresar los valores de su fe en
iniciativas y nuevas asociaciones, en el ámbito político, social y
cultural.
- Muchos hombre y mujeres en Cuba están encarcelados por motivos políticos,
por defender a los derechos de todos los cubanos. Reclamamos su liberación
sin destierro, también llamamos a nuestros compatriotas que por su
ignorancia o por otras razones se desentienden de esta situación. Difícil
será alcanzar los derechos a una sociedad, si ésta no se dispone a
ser solidaria con los que sufren por conquistar sus derechos.
- No se ha producido una apertura económica para los cubanos, se
permiten pequeños negocios personales, pero en la práctica se les
dificulta su trabajo; el estado paga en pesos cubanos a los trabajadores y
cobran en dólares muchos artículos de primera necesidad, en una
desproporción abismal con respecto al poder adquisitivo de los
trabajadores. El exilio con su aporte económico impide la miseria extrema
de millones de cubanos; el ciudadano se ha convertido en cliente de un gobierno,
que aplica normas de un mercado cruel, mientras sigue imponiendo un orden
cerrado al que llaman socialismo.
- El resultado es que la casta del poder vive como verdadera aristocracia,
cual revolucionarios de sangre azul, ocupando las mejores posiciones en las
dosis de capitalismo incorporados. Aumentan las diferencias entre una minoría
rica y una mayoría pobre, creciendo la marginalidad que es más
penosa cuando se observan en ancianos y niños indefensos. Muchos cubanos
que, con honestidad aportaron lo mejor de sus vidas al ideal revolucionario, hoy
se sienten frustrados al constatar, que lo que ha prevalecido es el poder y el
privilegio para un grupo de hombres, frente a una mayoría sin esperanzas
aparentes.
- Exigimos el fin del destierro, debe ser abolida la categoría de
salida definitiva con que se castigan a los cubanos que han salido o salen del
país para establecerse en otros. Todos los cubanos tienen derecho a vivir
en su patria, a entra y salir libremente de ella sin restricciones de tiempo e
imposición extorsionadoras, esos cubanos que han salido de Cuba son parte
inseparable de nuestro pueblo donde quiera que sen encuentren y sus derechos
como ciudadanos cubanos deben ser respetados.
- Exhortamos a aquellos cubanos del exilio que tratan de determinar la política
de Estados Unidos hacia Cuba, o que apoyan la que ha tenido hasta ahora, a que
no se desgasten más en este empeño. La solución de nuestros
problemas corresponde sólo a nosotros los cubanos.
- Quizás por la incomunicación o por estar en otros
escenarios, ha sido difícil que personas, individualmente o las
diferentes agrupaciones del exilio, apoyen otras iniciativas o proyectos que no
sean las que emanen de ellos mismos, es hora que todos reconozcamos que los
caminos pacíficos que quieren transitar el pueblo cubano, nacen dentro de
Cuba. Estamos seguros de que nuestros hermanos de la Diáspora tienen
todas las capacidades y la buena voluntad para participar en los esfuerzos de su
pueblo, por lograr los cambios pacíficos, con el mismo espíritu de
reconciliación, con que trabajamos dentro de Cuba.
- Existe una falsa disyuntiva en el mundo entre dos posturas respecto a
Cuba, la primera es el embargo económico y las leyes restrictivas que
resultan en un sufrimiento para el pueblo, y la justificación para el
inmovilismo político del gobierno cubano; la segunda postura, la que se
empeña en una relación económica, cultural y política
que se involucra directamente, en un orden de privilegio para los extranjeros y
la elite interna, mientras se le niegan sus derechos a los cubanos y la
participación digna en esta relación.
- Ambas posturas son éticamente inaceptables y contrarias a los
intereses, los sentimientos y los derechos de los cubanos, en ambos casos se
cierran o se abren puertas a un gobierno y a un sistema, con el argumento de
beneficiar al pueblo cubano y sin contar con los propios cubanos. La postura
justa y éticamente aceptable, será aquella que abra las puertas y
ofrezca relaciones, donde no queden excluidos los cubanos 'de dentro y de fuera'
y pueden participar con todo derecho y dignidad. Ese es el verdadero respeto a
nuestra autodeterminación.
- No dejamos que Cuba sea desfigurada. Cuba no será escenario para
dirimir rivalidades políticas e ideológicas, ni para hacer el
resumen del conflicto ESTE - OESTE o de ningún otro. Tampoco dejaremos
que Cuba se convierta en la isla del placer o paraíso de la prostitución,
ni mercado en disputa o área de influencia de nadie. Queremos arbirnos a
la humanidad hermana, pero no como humanos disminuidos: 'Los cubanos tenemos
derecho a los derechos' y sabremos, entre cubanos, realizar nuestro proyecto
elaborado con la participación de todos según nuestras
experiencias y valores espirituales.
Caminando Hacia el 2000
Una verdad debemos reconocer, en Cuba no ocurrirían los cambios
necesarios, hasta que los cubanos no los demandemos y realicemos. La experiencia
demuestra que lo que se pierde por soportar en silencio y simulando, es mucho más
que lo que se arriesga por reclamar dignamente nuestros derechos. Debemos actuar
liberándonos del miedo, del escepticismo. Hasta cuando la única
esperanza para muchos, será el resultado de un sorteo, montar a su
familia en una balsa o adaptarse falsificando sus vidas!
Hemos propuesta en el Proyecto Varela una consulta al pueblo, para que la
ley garantice la participación de los cubanos en la vida política,
económica y cultural del país, pero esa participación debe
buscarla ahora cada cubano, sin esperar por nada, sin miedo. Participar con la
crítica sin herir al prójimo, en la libre asociación, con
iniciativas, en una postura solidaria, ya que la mentalidad individualista de 'sálvese
quien pueda', nos está hundiendo a todos. La apertura debe comenzar por
cada ciudadano con su propia liberación personal, no más lamento
diario y amargura, sino libre expresión de opinión sin esperar que
lo concedan. Con este nuevo espíritu de liberación y reconciliación,
con estas iniciativas realizadas por individuos o grupos que defiendan sus
intereses, que reclaman cambios en las leyes y respetos de sus derechos legales,
que hagan propuestas y desarrollen proyectos propios para el mejoramiento de su
entorno y de toda la sociedad; con este reclamo por el cambio positivo se va
integrando un MOVIMIENTO SOCIAL de todos los cubanos, que transformará la
sociedad y abrirá un camino nuevo para avanzar hacia el 2000.
Trabajar por ese movimiento social de todos los cubanos, será nuestra
tarea para servir a Cuba.
Existen buenas bases para que construyamos un buen futuro para Cuba, nada
debe asustarnos, sólo tenemos que determinarnos con una nueva actitud de
cara al 2000, superando la mentalidad alientante de que 'nada se puede hacer,
sino esperar', por el contrario, todo se puede hacer, sólo tenemos que
hacerlo, 'los cambios no llegarán nunca, sino los comenzamos ahora'.
Movimiento Cristiano Liberación
X Aniversario de su constitución, Septiembre de 1988 a 1998 |