Denuncia de
corrupción
Conferencia de prensa de la doctora
Niurka Brito
9 de agosto, 2005.
Mi nombre es Niurka Brito Rivas, soy Licenciada
en Derecho, especialista en delitos contra
la Economía.
Ejercía como Directora Comercial
en la Empresa Provincial de Producciones
Lácteas en Ciudad de La Habana, fungiendo,
además, como reserva del director
de esa entidad. Soy divorciada con dos hijos
menores de edad bajo mi custodia, con los
cuales convivo sin ningún otro miembro
legal en mi domicilio.
Declaro a la prensa que el día 3
de marzo del año en curso denuncié
ante el Primer Secretario del PCC, Pedro
Sáez, y el Vicepresidente del Gobierno
de Ciudad de La Habana, conocido por Yoyi,
de forma voluntaria y espontánea,
hechos graves de corrupción que afectaban
seriamente al pueblo cubano, especialmente
a los niños y enfermos, que son los
que mediante la canasta básica obtienen
productos lácteos priorizados en
nuestro país.
Por lo susceptible del tema, ya que de
no haber sido repuestos, 30 mil niños
y 4 mil enfermos no hubiesen podido recibir
la cuota designada para ellos en el mes
de febrero, así como 2 millones de
litros de yogur de soya dejaron de llegar
a este sector porque la materia prima nunca
llegó a su destino final, cosa que
nunca salió a la luz por suberterfugios
económicos, por lo que se decide
por la máxima dirección del
gobierno y el PCC de Ciudad de La Habana
que sea la Fiscalía Provincial la
que enfrente este caso.
Al día siguiente de comenzar la
verificación por la Fiscalía,
el director de la empresa, ciudadano Pablo
Estévez me llama a su oficina y me
informa que sabía que yo había
denunciado el hecho y que eso me costaría
caro, que ni churros vendería por
el resto de mi vida, y de forma prepotente
me anunció que lo sabía por
el oficial del DTI que atiende la Industria
Láctea, el cual lo obtuvo a su vez
de la Fiscalía.
Tres días después esta conversación
se hizo realidad y fui botada de mi centro
de trabajo, informándole a los custodios
que me impidieran la entrada al mismo.
Pedimos ayuda a la Fiscalía y a
la Unión Láctea, consta en
el documento, y ésta nunca llegó.
En el transcurso de este proceso la Fiscalía
plantea no poder probar la fecha en que
sucedieron los hechos, liberando así
la responsabilidad del director, alegándonos
que lo único que podíamos
hacer en ese momento era apelar.
Se le entregaron a la Fiscalía más
de 50 firmas de testigos que afirman el
hecho, y la confesión escrita de
dos militantes del PCC que afirman que en
el acta de reunión del PCC se encuentra
reflejado, y alarmantemente la Fiscalía
no acciona ni entrevista a los testigos.
La jefa de almacén declara ser responsable
de haber confeccionado la documentación
con datos falsos, y la Fiscalía no
lo tiene en cuenta.
Se le entregaron grabaciones a la Fiscalía
donde un encartado narra los hechos, y no
los acepta como prueba. Denunciamos a la
Fiscalía las relaciones no profesionales
entre los fiscales actuantes, los auditores
y los encartados, y no se inmuta. Poseemos
grabaciones de nuestros reclamos. La Fiscalía
posee todas las informaciones brindadas
por mí, así como los nombres
de los involucrados, sin tomar ningún
tipo de precaución ni valorar mi
calidad de testigo exponiendo mi vida en
este actuar.
No se tuvo profesionalidad en este proceso
y esta actuación se convirtió
en un cuento de pasillo. La Fiscalía
no me ha brindado explicaciones ni protección
como testigo y temo por mi vida, repito,
y por la de mis hijos.
Hemos recibido varias llamadas anunciándome
que si continúo hablando me van a
matar a mis hijos, por eso me he visto obligada
a abandonar mi casa y buscar refugio con
mi familia, por temor a que algo suceda.
Nos han asustado por la madrugada, por lo
que vivo en un total terror.
Hemos pedido ayuda al Consejo de Estado,
a la Fiscalía General, al ministro
de Auditoria y Control, a Carlos Lage, al
Partido Provincial y al Comité Central,
y en dos meses no hemos obtenido respuesta.
Volvimos a denunciar ante la Fiscalía
General planteándole el estado de
temor en que estoy viviendo y tampoco he
obtenido respuesta.
Visité el Consejo de Estado y pedí
ver al Comandante o a algún miembro
de su grupo de apoyo el 21 de julio, y me
fue denegado. La única ayuda que
recibí en ese momento fueron 100
pesos, porque ya no tengo recursos para
mantener a mi familia, y planteé
en ese momento que me pararía con
un cartel en la Plaza de la Revolución
si no se me ayudaba, ya que por denunciar
un hecho de corrupción lo había
perdido todo y mis hijos estaban sufriendo.
Pido justicia, exigimos respuestas y sólo
obtenemos silencio y sabemos que hay dinero
para pagar ese silencio por parte de esa
mafia.
Pido una entrevista con el Presidente del
Consejo de Estado para entregar en sus manos
todas las pruebas que mostraremos a la prensa
para lograr que se haga justicia y aparezca
la verdad de esta historia, y mi familia,
repito, deje de sufrir.
Solicito protección del gobierno
para mi familia, pues temo por su seguridad
y temo que mis niños se afecten con
toda esta historia. Y me remonto a 5 años
atrás, y pido que al igual que Elián
González, Cristian y Camila merecen
tener tranquilidad, y que su Patria los
proteja, y ya no cuento con recursos económicos
para ayudarlos. Sólo me queda el
corazón y la razón para poder
ganar esta batalla.
Estoy decepcionada, ya que me ha sucedido
todo esto por defender a mi país
de la corrupción y de elementos que
no tienen en cuenta las necesidades del
pueblo cubano.
Estoy desesperada y no sé ya que
camino deba ser el correcto para poder seguir
en la lucha.
Por lo que solicito ayuda de la prensa
y de todas las personas que crean en las
causas justas, para que mi familia y yo
podamos respirar en paz.
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