Declaración
de FLAMUR de Cuba
La representación de la Federación
Latinoamericana de Mujeres Rurales en Cuba,
convoca, en nombre de todos sus miembros,
a toda persona dentro del país y
por tanto sometida en su actuar a lo establecido
en la carta magna cubana de 1976, a solicitar
al gobierno nacional el cumplimiento cabal
de todas sus leyes, y a que la aplicación
de estas no sea de uso exclusivo y selectivo
en contra o a favor de determinadas categorías
de personas definidas de antemano por el
estado, pues de la violencia gubernamental
contra toda acción u omisión
que consideren hostil hacia sus intereses,
no escapan sus propias leyes, aprobadas
e implementadas por la asamblea nacional.
Entre los violados por el gobierno, se encuentra
el Artículo 88 inciso g, que da competencia
para presentar iniciativas de leyes a los
ciudadanos.
En este caso es requisito indispensable
que ejerciten la iniciativa diez mil ciudadanos
que tengan la condición de electores,
definiendo de esa manera la legalidad de
nuestra campaña para el establecimiento
de una misma y única moneda, válida
en todo establecimiento comercial y/o de
servicio en el territorio nacional.
Al ser una acción pacífica
y beneficiosa para todo el pueblo trabajador
excluye la posibilidad legal de ser calificados
sus participantes como contrarrevolucionarios,
pues según el gobierno contrarrevolucionarios
son los que actúan en contra del
pueblo, por ello, nos reservamos por esta
vez, el derecho de acusar a los verdaderos
contrarrevolucionarios y enemigos del pueblo
y de la libertad.
El Proyecto Varela es el precedente palpable
del actuar oficialista ante su propia legalidad.
Muchos otros cuerpos legales y disposiciones
son burlados diariamente, entre éstos
el artículo 184.1 del Código
Civil que otorga el derecho a la propiedad
por posesión, establecida por usucapión
o el 197 del mismo cuerpo, que expresa que
toda posesión se presume lícita,
convirtiendo en ilegal la acción
policial al detener a nuestros dirigentes
y activistas, registrarlos en plena calle
y decomisar, incluso en sus casas, cuanto
equipo o medio civil consideren oportuno.
Nuestra constitución es un documento
que prohíbe incluso la libertad de
pensamiento y aún así, el
gobierno la viola, en aras del dominio absoluto
y la humillación ciudadana.
Respetuosamente: Lourdes Yen Rodríguez.
Cuba. Vocera de la FLAMUR y periodista independiente
de la agencia Jóvenes sin Censura.
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