Carta de las
Damas de Blanco al presidente del senado
chileno
La Habana, 3 de Julio de 2007
Sr. Eduardo Frei
Presidente del Senado
República de Chile
Estimado Señor Frei:
Agradecemos profundamente al Senado de
Chile la solidaridad con nuestros prisioneros
de conciencia y políticos pacíficos,
expresada en la decisión adoptada
el 6 de Junio pasado. Nuestros familiares
son las 75 pacíficas personas que
en la Primavera Negra del 2003 fueron condenadas
a penas de hasta 28 años de cárcel
por pretender ejercer sus derechos a expresarse
y asociarse libremente con el interés
de contribuir al progreso y bienestar del
pueblo.
Actualmente, 59 de ellos permanecen en
inhumanas prisiones, sin atención
médica adecuada a enfermedades surgidas
fundamentalmente debido a esas condiciones
-una forma de tortura física sin
dejar huellas visibles, además de
la tortura psicológica que afrontan.
11 que han recibido licencia extrapenal
por motivos de salud pueden ser regresados
a prisión en cualquier momento, mientras
Miguel Valdés Tamayo que se encontraba
con esa libertad provisional, falleció
en un hospital de La Habana, el 10 de enero
pasado. Como conoce, alrededor de 200 presos
políticos pacíficos más
continúan injustamente secuestrados
por las autoridades de Cuba. Todos deben
ser liberados inmediata e incondicionalmente,
pues no han cometido ningún delito.
La Comisión de Relaciones Internacionales
de la Asamblea Nacional del Poder Popular
de Cuba emitió una Declaración
el 6 de Junio pasado que refuerza la apreciación
de que en nuestro país no existe
respeto alguno por los derechos de los seres
humanos, los acuerdos internacionales ni
las instituciones en derechos humanos, como
tampoco lo hay hacia las instituciones y
personalidades elegidas por voluntad de
los pueblos. En el extenso texto no se brindan
argumentos que pudieran desvirtuar la decisión
del Senado de Chile, demostrativo de que
los señores diputados cubanos no
los poseen, porque indudablemente la situación
existente en Cuba no resiste ninguna justificación
seria ni creíble. No es una injerencia
preocuparse por la falta de libertad y democracia
de un pueblo hermano. Ahora que la Republica
de Chile progresa en la democracia, se evidencia
nuevamente la solidaridad y el apoyo que
nos hemos dispensado a lo largo de la historia.
Con su decisión, los Señores
Senadores alientan a nuestros prisioneros
de conciencia y políticos pacíficos
en su convicción de que sus esfuerzos
y sufrimientos actuales no son en vano,
que no están olvidados, que en un
futuro no lejano serán libres en
una Cuba democrática. Asimismo, estimulan
a nuestras familias reprimidas injustamente.
Le solicitamos que transmita a los Señores
Senadores nuestro agradecimiento e invitación
para que nos visiten en nuestros modestos
hogares.
Reciba el testimonio de nuestra más
alta consideración y respeto.
DAMAS DE BLANCO
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